El último partido del año dejó un sabor amargo para el Real Oviedo y el Celta de Vigo. El insuficiente Real Oviedo Celta de Vigo empate 0-0 no permitió a ninguno de los clubes cumplir sus objetivos, a pesar de la intensidad renovada en el bando local. La preocupante falta de gol se convirtió en el protagonista del encuentro.
Un empate insuficiente para ambos clubes
El Real Oviedo y el Celta de Vigo firmaron un empate 0-0 en el último partido del año. Este resultado, catalogado como insuficiente, frustró las metas establecidas por ambas instituciones para despedir la temporada.
Si bien el Real Oviedo mostró un despliegue de juego significativamente superior al Celta y mereció la victoria, la grave falta de capacidad ofensiva condenó el marcador. La crisis en ataque que atraviesa el cuadro azulón fue el factor determinante, eclipsando el debut de Guillermo Almada.
El Celta de Vigo, por su parte, vuelve a tropezar en LaLiga, sin conseguir el objetivo principal de irse al parón de Navidad en los puestos europeos.
El impacto del técnico uruguayo Guillermo Almada
La influencia del técnico uruguayo Guillermo Almada, en su estreno con el Real Oviedo, se hizo notar inmediatamente a través de la intensidad que el equipo le imprimió al partido. A pesar de esto, el esfuerzo en el mediocampo y la defensa no resultó suficiente para conseguir los tres puntos.
Almada implementó una “pequeña revolución” en su alineación titular, con cambios significativos:
- Bailly sustituyó a Dani Calvo.
- Sibo entró por Dendoncker.
- Brekalo ocupó el lugar de Rondón.
Santi Cazorla, quien comenzó en el banquillo, participó en los minutos finales del encuentro, siendo una de las “últimas balas” de los azulones en busca de la ventaja.
El tropiezo del Celta y la táctica de Giráldez
En el bando visitante, el técnico Claudio Giráldez se decantó por la inclusión de Jutgla como sustituto de Borja Iglesias en el once.
En una primera parte poco reseñable, la igualdad presidió el juego de ambos equipos. Las ocasiones de gol se contaron con los dedos de una mano, siendo las del Celta las más claras. La oportunidad de mayor peligro en este periodo ocurrió en el minuto 19, cuando Javi Rueda envió el disparo por encima del larguero en una posición franca en mitad del área.
El Oviedo aprieta, pero el ataque condena la victoria
La segunda parte sí resultó entretenida, llena de oportunidades y con el Real Oviedo dando la cara en casa. Los azulones se adueñaron de la pelota y generaron las oportunidades más claras del partido, pero la definición estuvo ausente.
Los porteros fueron cruciales para mantener el 0-0:
- Radu: El meta rumano respondió ante cada intento del equipo local, incluido un disparo lejano de Ilyas.
- Aaron Escandell: El portero azulón se lució bajo palos, negándole el gol a Jutglá, quien dispuso de la mejor ocasión para el Celta, y repeliendo los intentos lejanos de Bryan Zaragoza.
Fede Viñas también estuvo cerca de abrir el marcador, pero por centímetros se quedó sin el gol. El Oviedo apretó considerablemente en los minutos finales y, según el análisis, mereció mucho más.
Este empate que sabe a poco para el club local se dio en un contexto de descontento: la afición azulona se manifestó frente al grupo Pachuca tras la conclusión del encuentro.
El insuficiente 0-0 subraya una verdad ineludible para el Oviedo: la intensidad y la propuesta táctica de Almada no bastarán si la pelota no traspasa la red. Este resultado no solo compromete las aspiraciones del Celta, sino que intensifica la presión sobre la directiva, evidenciada por la manifestación contra el grupo Pachuca. ¿Podrá el equipo resolver su crisis de gol antes de que las consecuencias sean irreversibles en la clasificación?




