Cruceros en riesgo: impuesto de 21 dólares sacude el turismo en México

El nuevo impuesto marítimo de 21 dólares pone en jaque a la industria de cruceros. Las navieras advierten sobre cancelaciones y pérdidas millonarias

AL MOMENTO

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 México podría estar a punto de perder su lugar en el mapa turístico global del Caribe. El nuevo impuesto de 21 dólares a cruceristas ha encendido las alarmas entre las principales navieras del mundo, que ya amenazan con reducir frecuencias y cancelar rutas.

El nuevo impuesto que sacude la industria de cruceros

A partir del 1 de julio, el gobierno mexicano planea aplicar un nuevo Derecho Marítimo (DM) de 21 dólares por pasajero a todas las embarcaciones de crucero que atraquen en puertos nacionales. La medida, impulsada por la administración de Claudia Sheinbaum, busca aumentar la recaudación fiscal en el sector turístico.

¿Por qué ahora?

Este gravamen se inscribe en una estrategia más amplia de revisión fiscal y redistribución de ingresos hacia proyectos de infraestructura. Sin embargo, su impacto directo sobre los cruceros no fue anticipado con la suficiente claridad.

Según estimaciones del sector, el impuesto se traducirá en un aumento de costos de hasta 10% por itinerario, considerando las tarifas ya establecidas y vendidas para 2025 y 2026.

Carnival y Norwegian, en pie de guerra

Dos de las mayores operadoras del mundo, Carnival Corporation y Norwegian Cruise Line, han enviado cartas formales al gobierno mexicano. En ellas, señalan que esta medida:

  • Afectará la planeación operativa.
  • Disminuirá la competitividad de los puertos mexicanos.
  • Podría causar una desviación de rutas hacia otros destinos del Caribe como Jamaica, República Dominicana o Bahamas.

¿Qué está en juego para México?

México es uno de los destinos más importantes para la industria de cruceros, especialmente en puertos como Cozumel, Mahahual, Puerto Vallarta y Ensenada.

Cifras que lo confirman

  • 7.7 millones de cruceristas llegaron a México en 2023.
  • Solo Quintana Roo recibió más de 5 millones, generando una derrama económica superior a US$560 millones.
  • Cada crucerista deja en promedio US$75 en consumo directo en restaurantes, tours y comercio local.

Si las navieras concretan sus amenazas, se estima una pérdida anual de hasta 1,200 millones de pesos, además de la eliminación de miles de empleos indirectos.

Reacciones y tensiones entre gobiernos y empresas

Presión empresarial y diplomática

El CEO de Carnival, Josh Weinstein, ha sido enfático: “El impuesto fue decidido sin consulta previa, y pone en desventaja a México frente a otros destinos”. La misiva fue dirigida a Josefina Rodríguez, secretaria federal de Turismo.

Por su parte, Harry Sommer, de Norwegian, advirtió que la empresa cancelará rutas hacia Acapulco y Cozumel, y replanteará su expansión en México.

El caso de Princess Cruises

En una movida contundente, Princess Cruises anunció la eliminación de 18 escalas programadas para 2026-2027, lo que supone una reducción de más de 33 llegadas de su crucero insignia Majestic Princess.

Los puertos más afectados: Cozumel y Mahahual

Cozumel: epicentro turístico en peligro

Cozumel es el puerto más importante del país para cruceros. Tan solo en 2023 recibió más de 3 millones de pasajeros, lo que representa el 30% del total nacional.

Con la eliminación de rutas, el impacto económico local sería devastador, afectando:

  • Prestadores de servicios turísticos
  • Artesanos y comerciantes locales
  • Guías de turismo y transportistas

Mahahual: la joya emergente del Caribe mexicano

Este pequeño puerto en Costa Maya ha vivido un boom turístico gracias a los cruceros. Las navieras venían apostando por su desarrollo, pero el nuevo impuesto podría detener el flujo de inversión y expansión.

Claudia Sheinbaum frente al dilema económico

La próxima presidenta enfrenta su primera gran prueba económica internacional con este conflicto. El impuesto busca generar ingresos fiscales adicionales, pero podría traducirse en una pérdida neta de recursos si las navieras se retiran.

¿Negociación o imposición?

La industria espera que el gobierno reconsidere o modifique el impuesto. En semanas recientes, Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo, ha sido clave en las negociaciones, buscando una salida diplomática.

El precedente de 2018 y lecciones no aprendidas

En 2018, un intento similar de imponer un cobro por pasajero internacional en Puerto Vallarta provocó una caída de 18% en llegadas en un año. La medida fue revertida tras fuertes presiones del sector.

Este precedente debería servir como alerta para evitar errores fiscales que espanten inversiones.


El Caribe como competencia feroz

Ventajas fiscales de otros destinos

Destinos como Jamaica, Islas Caimán o República Dominicana no aplican impuestos adicionales por pasajero, lo que los hace más atractivos para las navieras.

Desvíos ya en marcha

Carnival y Norwegian han comenzado a redirigir itinerarios para 2025. Esto genera una cadena de reprogramaciones logísticas, pérdida de reservas hoteleras y cancelación de tours locales.

¿Cómo afectará esto a los empleos y economías locales?

El sector de cruceros genera más de 100 mil empleos indirectos en México. Desde guías turísticos hasta operadores de tours acuáticos, la cadena de valor del turismo en puertos depende del flujo constante de cruceros.

Una reducción de frecuencias implicará:

  • Desempleo temporal o definitivo
  • Menor recaudación local por turismo
  • Reducción de inversión en infraestructura turística

Posibles escenarios futuros y propuestas de solución

Escenario 1: Se mantiene el impuesto

  • México pierde competitividad
  • Cancelaciones masivas de escalas
  • Reorientación del turismo hacia el Caribe anglosajón

Escenario 2: Renegociación parcial

  • Aplicación gradual del impuesto
  • Exenciones por puerto o temporada
  • Incentivos paralelos para mantener rutas

Escenario 3: Cancelación del impuesto

  • Victoria para la industria de cruceros
  • Posible crítica pública por ceder ante intereses privados

Propuesta de solución híbrida

Analistas del sector sugieren una alternativa: tarifa diferenciada por volumen de pasajeros o por temporada baja, lo que permitiría mitigar impactos sin cancelar rutas.

El nuevo impuesto de 21 dólares a cruceristas se presenta como una decisión que busca recaudar más, pero podría costarle a México mucho más de lo que ganará. En un mundo hiperconectado y competitivo, donde las decisiones fiscales tienen impacto global inmediato, el equilibrio entre soberanía económica y atracción de inversión turística es más delicado que nunca.

¿Puede México darse el lujo de ahuyentar a la industria que alimenta a millones de familias?

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