Un alto inesperado en la industria automotriz mexicana
El anuncio sacudió al sector: Stellantis detiene operaciones en dos de sus plantas más relevantes en México. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum asegura que no habrá despidos y que se trata de un paro técnico temporal, no una desinversión.
¿Por qué Stellantis detuvo su producción en México?
Contexto global: presión arancelaria de EE. UU.
La suspensión responde a un escenario externo: la imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a vehículos fabricados en México. Aunque aún no se aplican en su totalidad, la amenaza ha generado incertidumbre entre las armadoras.
“Están haciendo una revisión para decidir si ese automóvil se sigue fabricando o no”, declaró Sheinbaum.
— Conferencia matutina, 4 de abril de 2025
El modelo en cuestión es un vehículo eléctrico que, según la mandataria, ya tiene poco mercado, lo que suma presión para replantear la estrategia de producción.
Impacto en las plantas de Saltillo y Toluca
Empleados no serán despedidos
Aunque el paro afecta directamente a las plantas de Saltillo (Coahuila) y Toluca (Estado de México), la empresa anunció que no recortará personal. En cambio, se enfocarán en actividades de mantenimiento y capacitación durante este periodo.
Stellantis confirmó que “el personal seguirá trabajando en cuestiones de mantenimiento y entrenamiento”.
Producción de modelos clave afectada
Dos modelos de alto volumen de exportación están en pausa:
- RAM 2500, fabricada en Ramos Arizpe
- Jeep Compass, ensamblada en Toluca
Ambos figuran entre los 10 vehículos más exportados a Estados Unidos desde México.
Una pausa que contrasta con otras automotrices
Volvo y Nissan aumentan su producción
En el mismo contexto económico, Volvo y Nissan anuncian una expansión en sus líneas de producción. Volvo lo hace desde su planta en Nuevo León, y Nissan desde una de sus líneas principales, mostrando que el panorama no es uniforme.
“Esperamos tener mejores condiciones”, añadió Sheinbaum, subrayando que el impacto aún no es generalizado.
México frente a un dilema industrial
¿Es una señal de alerta o un reajuste táctico?
La suspensión de Stellantis podría ser solo una reconfiguración interna. Sin embargo, marca un punto de tensión en la relación comercial México–EE. UU., especialmente ante un posible regreso de Donald Trump al poder y sus políticas proteccionistas.
México debe acelerar su adaptación al nuevo paradigma: vehículos eléctricos, producción sustentable y cadenas de suministro regionalizadas.
El futuro de la industria automotriz está en juego
Más que un paro técnico, este hecho abre una ventana de reflexión: ¿puede México sostener su papel como potencia exportadora ante cambios geopolíticos? La transición energética y la presión arancelaria están redefiniendo las reglas del juego. La clave será anticiparse y diversificar.