Aranceles de Trump generan presión global: más de 50 países, incluida Rusia, buscan negociar con EE.UU. el nuevo orden comercial.
Una “medicina” amarga sacudió los mercados. Los aranceles de Trump, lejos de disuadir, han obligado a decenas de países a tocar la puerta de Washington.
Un giro geopolítico provocado por los aranceles
En una maniobra que dividió al mundo, Estados Unidos impuso aranceles masivos a las importaciones, desatando una ola de reacciones diplomáticas.
“Los socios comerciales están viniendo a la mesa y quieren hablar”, aseguró el expresidente Donald Trump, defendiendo la estrategia.
El Departamento del Tesoro confirmó que al menos 50 naciones contactaron a la Casa Blanca para renegociar condiciones. Entre ellas, países aliados y rivales, desde India hasta Rusia.
El impacto en los mercados y el mensaje económico
Los índices bursátiles cayeron con fuerza tras los anuncios.
“A veces tienes que tomar la medicina para arreglar algo”, dijo Trump a bordo del Air Force One.
La frase refleja la visión de su equipo económico: el caos inicial es parte de un reordenamiento necesario del comercio global.
Nuevos aranceles por regiones
- 10% universal desde el sábado.
- 20% para la Unión Europea.
- 34% a China.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, advirtió:
“No habrá aplazamiento. Las reglas no están equilibradas”.
Aliados y adversarios en busca de tregua
Aunque no todos los países fueron nombrados, se confirmó que Israel, Zimbabue, Taiwán, Camboya e India pidieron ajustes arancelarios.
Sorprendentemente, también lo hizo Rusia, según el economista Kevin Hassett, pese a no ser parte de los sancionados. La exclusión temporal busca no entorpecer posibles avances en el conflicto de Ucrania.
“Esto no significa que Rusia será tratada diferente por mucho tiempo”, aclaró Hassett.
El dilema interno: ¿Quién paga el costo?
Mientras el gobierno minimiza el efecto en los consumidores, los expertos prevén un aumento de precios debido a una oferta inelástica, como explicó Hassett.
Por su parte, el secretario Scott Bessent negó que haya señales de recesión:
“No hay ninguna razón para anticipar una recesión basada en los aranceles”.
Sin embargo, la caída del mercado alimenta temores de una guerra comercial prolongada, cuyos costos reales aún están por medirse.El tablero global está en movimiento. Los aranceles de Trump, lejos de aislar a EE.UU., han provocado una avalancha de solicitudes de negociación.
¿Estamos ante el inicio de una nueva arquitectura comercial o frente a una tormenta de corto plazo? Lo cierto es que el mundo ya no negocia como antes.