En medio de tensiones crecientes, China y Estados Unidos reavivan su guerra comercial. Beijing advierte que está lista para resistir hasta el final si Washington no frena las amenazas arancelarias.
La advertencia de China: “Lucharemos hasta el final”
Beijing no se anduvo con rodeos. Ante las nuevas amenazas de Donald Trump, el Ministerio de Comercio chino fue categórico:
“La presión y las amenazas no son la forma correcta de tratar con China”.
En un comunicado oficial, el gobierno asiático dejó claro que tomará medidas proporcionales para defender sus intereses económicos y comerciales. El mensaje no solo fue para EE.UU., sino para el mundo entero: el gigante asiático no cederá ante presiones unilaterales.
Las frases más contundentes del comunicado
- “Estados Unidos debe corregir inmediatamente sus prácticas erróneas”.
- “No hay ganadores en una guerra comercial”.
- “Tomaremos medidas para proteger nuestros derechos”.
Trump vuelve a tensar la cuerda con China
Desde su red Truth Social, Trump redobló la presión. Aseguró que suspenderá todas las conversaciones con Beijing y acusó a sus antecesores de permitir que China se volviera una potencia.
“Estados Unidos ha sido destruido por lo que le han hecho”, escribió el exmandatario.
Su propuesta más reciente incluye aumentar en un 50% los aranceles a las importaciones chinas, lo que elevaría los gravámenes actuales por encima del 54%.
La respuesta de Beijing: contramedidas contundentes
China no tardó en mover sus fichas. El pasado 4 de abril, implementó una batería de sanciones comerciales:
Medidas impuestas por China
- Aranceles del 34% a productos estadounidenses.
- Restricciones a exportaciones clave, como tierras raras.
- Suspensión de importaciones de pollo y sorgo.
- Investigación antimonopolio y antidumping a empresas de EE.UU.
- Demanda ante la OMC contra las políticas arancelarias de Washington.
Estas acciones reflejan una estrategia más agresiva que en años anteriores, marcando un giro hacia una postura más firme frente a las provocaciones externas.
Antecedentes de una guerra comercial sin tregua
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había iniciado esta guerra económica con aranceles por 370,000 millones de dólares. China respondió entonces con medidas similares. Ahora, el ciclo parece repetirse con mayor intensidad.
La diferencia clave: Pekín parece estar menos dispuesto a ceder, y más preparado para una escalada prolongada.
La guerra comercial entre China y EE.UU. no es solo una disputa arancelaria: es una pugna por el liderazgo económico global. La pregunta es si el mundo podrá soportar otra escalada sin consecuencias severas para el comercio internacional, la inflación y la estabilidad financiera.
¿Estamos ante el inicio de una nueva Guerra Fría comercial?