En plena transición presidencial, el gobierno de Claudia Sheinbaum lanza un ambicioso plan energético. La CFE destinará más de 600 mil mdp para modernizar la red eléctrica del país.
Un sistema eléctrico con visión de futuro
México enfrenta un crecimiento acelerado de la demanda energética. La razón: desarrollo industrial, aumento poblacional y nuevas zonas económicas. La CFE, bajo la dirección de Emilia Calleja, responde con el Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030.
“El objetivo es construir un sistema eléctrico más robusto, eficiente y confiable”, afirmó Calleja en Palacio Nacional.
La inversión total será de 624 mil 618 millones de pesos. El plan se estructura en tres frentes: generación, transmisión y distribución.
Generación: más energía para un México en expansión
29 mil megawatts de nueva capacidad
La primera línea de acción contempla 29,074 MW de capacidad instalada, con participación mixta entre CFE y privados.
- Responde al crecimiento de usuarios residenciales, comerciales e industriales
- Representa el eje central del fortalecimiento energético
Inversión estimada: $427,624 millones de pesos
Transmisión: una red más fuerte y estable
158 proyectos de infraestructura
De 145 a 158 proyectos: la CFE ajustó su estrategia tras un nuevo análisis de demanda y red. Este componente busca:
- Expandir kilómetros-circuito de cable
- Estabilizar potencia reactiva y activa
- Asegurar suministro en regiones críticas
Inversión estimada: $124,524 millones de pesos
Distribución: electrificación para todos
Modernización de la “última milla”
Esta fase se enfoca en la distribución directa a hogares y comunidades, con énfasis en zonas rurales y marginadas.
- Nuevas subestaciones: de 86 a 97
- Subestaciones ampliadas: de 63 a 95
- Obras de electrificación: de 36,966 a 42,221
- Modernización de redes: 6,875 proyectos
Inversión estimada: $72,470 millones de pesos
Más que infraestructura: sostenibilidad y equidad
El plan no solo responde a una necesidad técnica. También prioriza la equidad territorial, la eficiencia y la sostenibilidad ambiental.
“No se trata únicamente de construir más infraestructura, sino de hacerlo con responsabilidad social y visión de futuro”, recalcó Calleja.
El sistema eléctrico mexicano entra en una nueva era. Si este plan logra sus objetivos, podría convertirse en la columna vertebral del desarrollo nacional en las próximas décadas. ¿Será suficiente para enfrentar los desafíos energéticos del futuro?