Mientras millones de personas dormían bajo un techo, más de 14 mil niñas y niños en México intentaban sobrevivir a la intemperie. La niñez en situación de calle no es una cifra, es una herida abierta en el tejido social.
¿Cuántos niños viven en la calle en México?
Según la Consulta Infantil y Juvenil 2021, más de 14 mil menores declararon vivir en situación de calle. Pero esta cifra es apenas la punta del iceberg.
“No hay un registro oficial. No podemos dimensionar la magnitud del problema”, advierte la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Falta de datos: un obstáculo estructural
- Sin registro nacional no es posible diseñar políticas públicas efectivas.
- La ausencia de cifras precisas invisibiliza a estos menores y perpetúa su exclusión.
- REDIM exige la creación de un sistema de datos confiable y con enfoque de derechos humanos.
¿Quiénes son los niños en situación de calle?
Se trata de menores que viven total o parcialmente en espacios públicos, sin acceso a una vivienda digna. Algunos conservan vínculos familiares, otros han sido completamente abandonados.
Causas multifactoriales
Entre las principales causas destacan:
- Violencia intrafamiliar (física, sexual o psicológica)
- Pobreza extrema y desempleo de los cuidadores
- Desintegración familiar y abandono
- Adicciones en el entorno doméstico
- Migración forzada o desplazamiento por violencia
Estas condiciones expulsan a niños y adolescentes del hogar, empujándolos a sobrevivir en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Los peligros de crecer en la calle
Vivir en la calle no solo significa no tener un techo, sino enfrentar riesgos constantes y múltiples.
Exposición a violencias y explotación
- Explotación sexual y laboral
- Drogadicción desde edades tempranas
- Desnutrición y enfermedades no tratadas
- Agresiones físicas y psicológicas
- Discriminación sistemática
“La sociedad no los ve como víctimas, sino como delincuentes”, denuncia REDIM.
Criminalización e invisibilización
Muchos menores son criminalizados por su sola presencia en el espacio público, lo que agrava su exclusión. Esta estigmatización obstaculiza cualquier intento de reintegración social o educativa.
¿Qué necesitan los niños en situación de calle?
No se trata solo de brindarles un refugio temporal, sino de ofrecer una respuesta integral que cubra todas sus necesidades.
Necesidades básicas inmediatas
- Alimentos nutritivos y agua potable
- Ropa y productos de higiene
- Atención médica y psicológica
- Espacios seguros y libres de violencia
Desarrollo integral y oportunidades
- Acceso a la educación formal
- Actividades recreativas y culturales
- Acompañamiento emocional
- Reintegración familiar segura, cuando sea posible
“Necesitan volver a ser niños, no sobrevivientes”, subraya REDIM.
El papel de la sociedad y el Estado
¿Qué debe hacer el gobierno?
- Establecer un registro oficial de niñez en calle
- Crear programas con enfoque de derechos humanos
- Asignar presupuesto real para políticas de prevención y atención
- Coordinar acciones con organizaciones de la sociedad civil
¿Y la ciudadanía?
- Dejar de criminalizar y estigmatizar
- Informarse y visibilizar las historias de estos niños
- Apoyar con voluntariado o donaciones a organizaciones serias
- Exigir al Estado cumplimiento de derechos básicos
“No es caridad, es justicia”, sostiene REDIM.
Cifras que revelan el abandono
- 46 millones de personas viven en pobreza en México
- Esto representa casi el 36% de la población total
- La niñez en calle es consecuencia directa de esa desigualdad estructural
El espejo incómodo: lo que dice de nosotros esta crisis
Cada niño en la calle es un fracaso colectivo, una muestra del abandono institucional y social. No basta con sentir compasión: urge actuar.
¿Seguiremos siendo un país que mira hacia otro lado? ¿O empezaremos a verlos como lo que son: sujetos de derechos y no estorbos urbanos?
La niñez en situación de calle es una realidad que incomoda, pero que no podemos seguir ignorando. Cada rostro infantil entre el concreto nos pregunta:
¿Qué estamos haciendo para cambiar esto?
Atender esta problemática no es un acto de caridad, es una obligación ética, social y legal. En sus ojos hay futuro, pero también desesperanza. Solo una sociedad que los incluya podrá sanar realmente.