Miguel “N”, el feminicida de Iztacalco, murió tras una caída en su celda. Su caso, lleno de horror y misterio, quedó sin sentencia.
El final inesperado del feminicida de Iztacalco
El nombre de Miguel “N” pasó de la oscuridad al horror nacional cuando fue detenido por su presunta participación en una serie de feminicidios en la alcaldía Iztacalco, en la Ciudad de México. Conocido como el químico feminicida, su historia terminó abruptamente: murió tras caer de su cama en prisión.
La noticia fue confirmada por la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, generando reacciones de indignación, frustración y dudas. Para las familias de las víctimas, la muerte del acusado antes del juicio se siente como una segunda pérdida.
La caída fatal en el Reclusorio Oriente
El momento del incidente
El domingo 13 de abril de 2025, custodios del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente reportaron que Miguel “N” había sufrido una caída dentro de su celda. Según el informe oficial, la lesión provocó una contusión severa.
- Fue trasladado al servicio médico del penal.
- Posteriormente, fue llevado al Hospital General de Iztapalapa.
- Sufrió un paro cardiorrespiratorio.
El parte médico indica que la causa de muerte fue un traumatismo craneoencefálico derivado de la caída, que a su vez provocó el paro.
Una muerte bajo investigación
Aunque las autoridades insisten en que se trató de un accidente, se ha abierto una investigación para determinar si hubo alguna negligencia, agresión o encubrimiento. Las circunstancias alrededor de su muerte despiertan sospechas:
“Nos revictimizaron otra vez”, dijo Minerva Rivera, madre de Frida Sofía, una de las supuestas víctimas.
El caso que sacudió a Iztacalco
El hallazgo macabro en La Cruz
Miguel “N” fue arrestado el 16 de abril de 2024. En su departamento, ubicado en la colonia La Cruz, los agentes encontraron evidencias perturbadoras:
- Cinco cráneos humanos limpios
- Herramientas como un serrucho
- Identificaciones de mujeres desaparecidas
La detención se dio tras la muerte de María José Castillo, una adolescente de 17 años. El caso encendió las alarmas y llevó al allanamiento que destapó el perfil del asesino.
El químico feminicida
Apodado por la prensa como “el químico feminicida” por su presunta precisión quirúrgica y frialdad, Miguel “N” estaba vinculado a siete feminicidios entre 2012 y 2024. Solo había sido procesado formalmente por dos de ellos.
- Se especula que usaba conocimientos científicos para deshacerse de cuerpos.
- Las pruebas forenses revelaron un modus operandi repetido.
- Su vínculo con las víctimas sigue siendo objeto de investigación.
La indignación de las familias
Sin justicia para las víctimas
Con la muerte de Miguel “N”, el proceso penal queda inconcluso. Las familias no tendrán un juicio que valide su dolor ni una sentencia que cierre el ciclo judicial.
“No hubo justicia para mi hija. Se fue sin pagar por lo que hizo”, declaró Minerva Rivera.
Este tipo de desenlaces contribuyen a la revictimización de familiares y refuerzan la percepción de impunidad en los casos de feminicidio.
Una larga espera truncada
Desde su detención, Miguel “N” estaba en prisión preventiva. La espera por un juicio era angustiosa para quienes buscaban respuestas. Con su fallecimiento, las pruebas, testimonios y peritajes pierden su función legal inmediata.
Feminicidio en México: un drama sin fin
Cifras alarmantes
El feminicidio en México sigue siendo una crisis nacional. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública:
- En 2023 se registraron 854 feminicidios.
- La mayor parte sigue sin sentencia.
- Solo 2 de cada 10 casos llegan a resolverse judicialmente.
El papel de la opinión pública
Casos como el de Miguel “N” reactivan el debate social sobre:
- Deficiencias del sistema penitenciario.
- La falta de protocolos adecuados para detenidos de alto perfil.
- El acceso desigual a la justicia para las mujeres y sus familias.
Preguntas sin respuesta
¿Fue realmente un accidente?
Aunque el reporte oficial indica una caída accidental, varias preguntas persisten:
- ¿Hubo testigos de la caída?
- ¿Recibió atención médica oportuna?
- ¿Tenía antecedentes de salud?
La falta de transparencia refuerza teorías sobre un posible encubrimiento o justicia por mano propia dentro del penal.
¿Qué pasa con los otros casos?
Aunque Miguel “N” haya muerto, las investigaciones por los otros feminicidios deben continuar:
- Identificación de los cráneos encontrados.
- Responsabilidad de posibles cómplices.
- Revisión de casos sin resolver entre 2012 y 2024 en la zona.
Un cierre sin cierre
La muerte de Miguel “N” no resuelve nada. Para las familias de las víctimas, es un golpe más en una lucha desigual contra la violencia y la impunidad. No hubo juicio. No hubo sentencia. Solo silencio.
El caso deja una pregunta abierta: ¿cuántas más tendrán que morir para que la justicia funcione?