Una canción se viraliza. La voz es inconfundible: Ángela Aguilar. Pero ella nunca la grabó. La Inteligencia Artificial había hablado por ella. Y desatado un escándalo.
¿Qué pasó con Ángela Aguilar y la canción deepfake?
Una canción titulada No Soy La Villana se volvió viral en redes sociales. Supuestamente, Ángela Aguilar se lanzaba contra las exparejas de Christian Nodal: Cazzu y Belinda. El tono, las palabras y —sobre todo— la voz parecían auténticas.
Pero no lo era.
Ángela Aguilar aclaró públicamente que nunca grabó esa canción. “Fue elaborada con herramientas de Inteligencia Artificial (IA)”, explicó.
“Respeto profundamente mi carrera, mi arte y al público que me ha acompañado desde el inicio. Agradezco de corazón a quienes han mostrado su apoyo y cariño. Sigo trabajando con el alma en lo que más amo: la música”.
La pieza resultó ser un deepfake, una manipulación digital avanzada que clonó su voz sin autorización. El caso reabrió una discusión urgente: ¿hasta dónde puede llegar la IA en el entretenimiento? ¿Y qué pueden hacer los artistas al respecto?
¿Qué es un deepfake y cómo afecta a los artistas?
El avance de la Inteligencia Artificial
Los deepfakes son contenidos (audio, video o imagen) generados o modificados por inteligencia artificial para simular personas reales. Aunque su uso puede tener fines creativos, también puede dañar reputaciones.
En este caso, la IA imitó la voz de Ángela Aguilar con una precisión escalofriante.
El peligro de clonar voces
Una voz clonada puede generar:
- Declaraciones falsas con apariencia auténtica
- Manipulación emocional del público
- Daño a la imagen pública del artista
- Consecuencias legales complejas
En la era digital, la autenticidad es un bien frágil.
¿Pueden los artistas proteger legalmente su voz?
La opinión de un experto en propiedad intelectual
Guillermo Pous, abogado experto en propiedad intelectual, explicó en entrevista con Ventaneando que los artistas sí pueden proceder legalmente, aunque con matices.
“Lo que siempre se le recomienda a los artistas es tener registrada la marca y la reserva de su nombre artístico, con eso no hay forma que se utilice ese nombre para ese tipo de actividades”.
¿Está la voz protegida por ley?
Técnicamente, la voz no está protegida como un derecho autónomo, pero forma parte de los atributos de imagen de un artista. Es decir, sí se puede defender, pero indirectamente.
Pous detalla:
- Propiedad intelectual: Aplicable en derechos de autor
- Propiedad industrial: Aplica si el nombre artístico está registrado como marca
- Vía civil: Permite demandar por daño moral o daños y perjuicios
“Si llegara a haber sufrido daños como consecuencia del uso de inteligencia artificial, entonces también se tiene la patente civil para proceder”.
¿Puede Ángela Aguilar demandar por el deepfake?
Hasta ahora, no hay información oficial sobre una posible demanda por parte de Ángela Aguilar. No se sabe si tiene registrada su marca o nombre artístico, lo cual sería clave para iniciar acciones legales.
Pero con base en la opinión del abogado, sí tendría fundamentos para actuar, especialmente si se demuestra:
- Que la canción causó daño a su imagen pública
- Que se usó su voz para un contenido falso sin su consentimiento
- Que hay intención de suplantación o lucro indebido
Este caso podría sentar precedente en la industria del entretenimiento en México y Latinoamérica.
¿Qué pueden hacer los artistas ante la IA?
Medidas preventivas
- Registrar su nombre artístico y voz como parte de su imagen
- Incluir cláusulas específicas en contratos sobre uso de imagen y voz
- Usar herramientas tecnológicas para detectar contenido falsificado
Acciones legales posibles
- Demandas por daño moral
- Solicitudes de retiro de contenido en plataformas digitales
- Apelaciones a derechos de imagen y autor
La clave es la anticipación legal y digital.
¿Es este el futuro del entretenimiento?
La clonación de voces con IA ya no es ciencia ficción. Lo ocurrido con Ángela Aguilar muestra que la tecnología puede distorsionar realidades, crear conflictos artificiales y vulnerar la identidad de figuras públicas.
Si bien la innovación digital no se puede frenar, sí se puede regular.
Los artistas, creadores y medios necesitan actualizar sus estrategias legales y de protección digital. Porque lo que hoy es un deepfake viral, mañana podría ser una campaña de desinformación con consecuencias mayores.
¿Estamos preparados para un mundo donde cualquier voz puede ser falsificada?
El caso de Ángela Aguilar es una advertencia: la inteligencia artificial no solo cambia la industria musical, también redefine la verdad.
La pregunta ya no es si esto volverá a pasar. La pregunta es: ¿qué haremos la próxima vez que ocurra?