Tras la impactante muerte del influencer “Coyote Consentido” en prisión, padres de una de sus víctimas de violación revelan su dolor y exigen: no lo traten como héroe.
La noticia resonó con fuerza: Yudiel Flores, conocido en redes como “El Coyote Consentido”, fue hallado muerto en su celda. Su figura, mezcla de activista y criminal convicto, genera polémica. Pero tras el ruido mediático, emerge una voz silenciada por años: la de los padres de una de sus víctimas, quienes claman por la verdad.
El Ascenso Viral y la Oscura Realidad de Yudiel Flores
La figura de Yudiel Flores, alias “El Coyote Consentido”, no pasó desapercibida en el mundo digital. Su notoriedad inicial se construyó sobre actos de supuesta rebeldía y protesta social.
De “Activista” en Redes a Prófugo Internacional
Flores ganó cierta simpatía al presentarse como un ciudadano desafiante ante el sistema. Denunciaba presunta corrupción, se negaba a pagar peajes en carreteras como forma de protesta y confrontaba retenes, acciones que viralizó y que le valieron seguidores.
Sin embargo, esta fachada ocultaba una realidad mucho más siniestra. Mientras cultivaba su imagen pública, Yudiel Flores cometía actos atroces.
Captura en Chiapas y los Cargos Devastadores
En 2021, la máscara cayó. Flores fue capturado en Comitán, Chiapas. El motivo inicial: posesión de pornografía infantil. Pero la red de sus crímenes era más extensa y oscura.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos también lo buscaba. Había cometido delitos similares en el extranjero y, según las investigaciones, utilizaba la dark web para vender los videos producto de sus abusos. La justicia finalmente lo alcanzó, aunque la complejidad de su caso apenas comenzaba a revelarse.
Muerte y Misterio Tras los Muros del Penal del Amate
El destino de Yudiel Flores se selló dentro del Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) número 14, conocido como “El Amate”, en Chiapas. Allí enfrentaba las consecuencias legales de sus actos.
Una Sentencia Monumental: Más de un Siglo de Prisión
La gravedad de sus crímenes se reflejó en la condena impuesta: 119 años y 9 meses de prisión. Los cargos específicos que lo llevaron a esta sentencia fueron pornografía infantil y violación equiparada contra un menor de edad. Una pena que subrayaba la brutalidad de sus acciones.
¿Suicidio o Estrangulamiento? La Versión Oficial y las Dudas
El pasado lunes 14 de abril (según la fecha mencionada en el texto fuente), “El Coyote Consentido” fue encontrado sin vida en su celda. Inicialmente, la imagen era la de un aparente suicidio: colgado de una soga.
Sin embargo, la Fiscalía General del Estado de Chiapas rápidamente descartó esa hipótesis. Las investigaciones periciales determinaron que la causa de muerte no fue autoinfligida, sino producto de estrangulamiento. Este hallazgo añadió una capa de misterio y violencia a su ya turbulento final.
El Video Previo y Denuncias de Abuso Continuado en Prisión
La intriga sobre su muerte se intensificó por un video que Flores grabó desde su celda poco antes de morir. En él, aseguraba ser una persona pacífica y afirmaba: “nunca pensó en suicidarse”. Daba a entender que temía por su vida, sugiriendo que podrían intentar hacerle daño.
Paradójicamente, mientras se encontraba preso, las autoridades revelaron un hecho aún más perturbador. La Fiscalía General del Estado informó que Yudiel Flores siguió abusando de niños dentro de la cárcel. Se investiga cómo logró perpetrar estos actos tras las rejas.
Sorprendentemente, Flores mantenía acceso a un teléfono celular, un objeto prohibido en prisión. Con este dispositivo, según la versión oficial, llegó a grabar nuevos abusos sexuales ya estando encarcelado.
“Fue un Monstruo”: El Desgarrador Testimonio de los Padres de una Víctima
A pesar de la naturaleza de sus crímenes y las revelaciones sobre sus actos en prisión, “El Coyote Consentido” seguía generando cierta simpatía en algunos sectores de las redes sociales. Parte de esta defensa se basaba en sus propias denuncias previas de supuesta tortura. Esta situación motivó a los padres de una de sus víctimas a romper un largo y doloroso silencio.
Rompiendo Años de Sufrimiento Silencioso
“Mi nombre es Pedro Espín, ella es mi esposa Vanessa”, así se presentan en un video un hombre y una mujer, identificándose como padres de un menor víctima de violación a manos de Yudiel Flores. Su decisión de hablar surge tras la muerte del agresor y la narrativa que observan en redes.
“Hemos estado durante muchos años en silencio, con mucho sufrimiento”, confiesa Pedro Espín. El dolor contenido durante tanto tiempo encontró una válvula de escape ante lo que consideran una injusticia póstuma.
Contra la Peligrosa Narrativa del “Héroe Caído”
La principal motivación de los padres es contrarrestar la imagen de víctima o héroe que algunos intentan construir alrededor de Flores. “Después de todo lo que ha pasado, después de su muerte el día lunes, estamos viendo una serie de situaciones que no son justas”, explica Espín.
Su mensaje es claro y contundente: “lo que no podemos consentir es que este tipo se vaya a otro mundo siendo un héroe o siendo la víctima”. Rechazan frontalmente cualquier intento de limpiar la imagen del hombre que destruyó parte de sus vidas.
La Cruda Realidad de Yudiel Flores: “Violó a Mi Hijo”
Pedro Espín no deja lugar a dudas sobre la naturaleza de los actos de Flores y el motivo de su encarcelamiento. Desmiente las narrativas que lo victimizan o justifican.
“Este señor fue un violador, abusó de uno de nuestros hijos y este señor nos hundió la vida”, declaró con firmeza y dolor. La sentencia es lapidaria: “Yudiel es un monstruo, Yudiel fue un monstruo”.
Enfatiza la razón fundamental de su condena: “Yudiel entró en la cárcel porque violó a mi hijo, punto”. Lo que sucedió después dentro del penal, aclara, es algo que ellos desconocen, pero no altera el hecho central de su crimen.
El testimonio culmina con una frase que mezcla alivio y condena: “Yudiel fue un monstruo y gracias a dios ya no está”. Un cierre que refleja el profundo trauma vivido y la necesidad de que la verdadera naturaleza de “El Coyote Consentido” no sea eclipsada por narrativas engañosas. [Leer más sobre el impacto del abuso en las familias]
El caso de Yudiel Flores y el valiente testimonio de Pedro Espín y Vanessa exponen la peligrosa disonancia entre la fama digital y la realidad criminal. Mientras las redes sociales pueden elevar figuras controversiales, las cicatrices de sus víctimas permanecen, profundas e imborrables. La muerte de Flores cierra un capítulo legal, pero abre interrogantes sobre la responsabilidad colectiva al crear o validar “héroes” sin conocer las sombras que ocultan. ¿Estamos preparados como sociedad para confrontar la verdad detrás de los personajes virales, por incómoda que sea?