Una vieja herida resurge en el debate nacional: FOBAPROA, el símbolo del México neoliberal, vuelve a escena con una propuesta de revisión por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum.
¿Qué es el FOBAPROA y por qué vuelve a hablarse de él?
En los años noventa, durante una de las peores crisis financieras del país, se activó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA). Su objetivo inicial era evitar el colapso del sistema bancario mexicano, pero su ejecución desató un escándalo nacional: deudas privadas de banqueros y grandes empresarios fueron convertidas en deuda pública.
El tema parecía enterrado, hasta que Claudia Sheinbaum, en la conferencia del 1 de mayo, lo trajo de nuevo al centro del debate nacional:
“No es tanto un tema penal, es un tema de qué opina el pueblo de México y que se conozca lo que ocurrió en aquella época”.
Con esta frase, la mandataria abrió la puerta a una revisión histórica del que ha sido calificado por muchos como el mayor saqueo financiero en la historia moderna de México.
El contexto del “rescate”: cómo operó el FOBAPROA
La crisis financiera de 1994 y el origen del problema
Durante el sexenio de Ernesto Zedillo, México atravesó una severa crisis económica. Las tasas de interés se dispararon, los créditos se volvieron impagables y cientos de miles de mexicanos perdieron su patrimonio. Según datos de la Unidad de Inteligencia Financiera, el saldo actual del FOBAPROA supera el billón de pesos.
Deudas privadas, pérdidas públicas
Miles de personas vieron sus créditos multiplicarse:
- Deudas hipotecarias que pasaron de $100,000 a $400,000 pesos.
- Empresarios medianos quebraron sin apoyo.
- Muchas familias nunca se recuperaron.
En contraste, los grandes bancos y empresarios fueron rescatados con dinero público. En palabras de Sheinbaum:
“A ellos no se les rescató… hubo gente que se suicidó. Sin embargo, los grandotes recibieron sin problema, desaparecieron sus deudas.”
¿Qué propone ahora Claudia Sheinbaum?
Un enfoque no penal, pero sí histórico
Sheinbaum dejó claro que no busca perseguir penalmente a nadie, sino abrir el caso a la opinión pública:
“Hay que revisar eso con el Fiscal… que se conozca lo que ocurrió en aquella época.”
El objetivo, afirma, es que las nuevas generaciones entiendan las consecuencias del modelo neoliberal, muchas de las cuales aún impactan al país.
Un acto de memoria política
Durante la conferencia se presentó un documental breve que refuerza esta narrativa. En él se acusa a legisladores del PRI y el PAN, así como a empresarios, de beneficiarse directamente del proceso. Se describe como:
“El saqueo más grande a las arcas mexicanas y un acto de corrupción con apoyo institucional.”
Reacciones y señales políticas del anuncio
Un golpe simbólico al PRI, PAN y Zedillo
El discurso de Sheinbaum también incluye una crítica directa al expresidente Ernesto Zedillo:
“Escogieron a quien la gente recuerda como uno de los peores Presidentes (…) la noche neoliberal que le causó tanto dolor a millones de familias.”
Esto marca un giro claro en la narrativa política: Sheinbaum se distancia del pasado tecnocrático y se alinea con una visión crítica del neoliberalismo que fue bandera de López Obrador.
¿Y ahora qué sigue?
Aunque la presidenta no detalló acciones concretas, el simple hecho de colocar el FOBAPROA en la agenda nacional abre la posibilidad de:
- Investigaciones históricas por parte de la FGR.
- Informes públicos con responsables y beneficiarios.
- Debate legislativo sobre la deuda pública heredada.
FOBAPROA y el presente: ¿deuda eterna?
El costo actual: más de un billón de pesos
El monto adeudado no ha desaparecido. Generaciones enteras de mexicanos han pagado —y seguirán pagando— por este rescate.
Cada año, una parte del presupuesto público se destina a cubrir intereses de esta deuda. Es decir, la ciudadanía sigue financiando el rescate de empresarios de los noventa.
Un precedente peligroso
La lección del FOBAPROA es doble:
- El Estado puede actuar como salvavidas para el poder económico.
- La ciudadanía puede cargar con los costos durante décadas.
Por eso, revisar el caso no solo es simbólico: es una cuestión de justicia histórica y transparencia institucional.
¿Qué impacto puede tener esta revisión en el panorama político?
La narrativa electoral y el futuro de la 4T
Con elecciones en puerta, el rescate de la memoria del FOBAPROA puede funcionar como un ancla narrativa:
- Refuerza la identidad de la Cuarta Transformación como antineoliberal.
- Desacredita alianzas opositoras históricas (PRI-PAN).
- Vincula la historia con los costos sociales actuales.
Una interpelación a los jóvenes
El mensaje de Sheinbaum también está dirigido a las nuevas generaciones, muchas de las cuales no vivieron directamente esa crisis:
“Es importante para los jóvenes conocer aquel terrible sexenio.”
En un país donde la historia reciente muchas veces se omite del debate público, recordar puede ser también una forma de empoderar.
¿Puede un país cerrar sus heridas si no las revisa?
La reapertura del caso FOBAPROA por parte de Claudia Sheinbaum no es solo un gesto político. Es un acto de memoria colectiva que interpela a los responsables, pero sobre todo al pueblo mexicano, que sigue pagando esa factura. Entender lo que pasó no cambia el pasado, pero puede evitar que se repita.