Un video, una mentira y una estrategia de manipulación
El 5 de marzo, un video comenzó a circular en redes sociales mostrando un ataque con misiles y explosiones. Numerosos medios lo atribuyeron a un supuesto asedio militar en Elota, Sinaloa. El material era impactante: disparos, fuego cruzado, ráfagas de artillería. Pero había un problema: no era México.
La escena, que parecía sacada de una zona de guerra, en realidad ocurrió en Harib, Yemen, y había sido registrada semanas antes. Sin embargo, la viralización en México generó alarma, desinformación y una tormenta política. ¿Por qué se intentó manipular la opinión pública con un contenido falso? ¿Quién se beneficia de sembrar el caos en redes?
El origen del video: Yemen, no Sinaloa
¿Qué muestra realmente el video?
El clip muestra un intenso enfrentamiento armado entre las Brigadas de Gigantes del Sur y las fuerzas hutíes, en el contexto del conflicto bélico que azota Yemen desde hace años. El video fue subido originalmente a redes árabes el 5 de marzo, y muestra una ofensiva con armamento pesado en la región oriental del país.
“Es una operación militar legítima en Yemen. No tiene ninguna relación con México”, aclaró una fuente oficial durante la rueda de prensa encabezada por Claudia Sheinbaum.
¿Quiénes son los hutíes y por qué atacan?
Los rebeldes hutíes, liderados por Abdulmalik Badredín al Huti, han protagonizado numerosos enfrentamientos contra fuerzas aliadas de Arabia Saudita y, recientemente, lanzaron amenazas contra buques estadounidenses en el mar Rojo. El conflicto en Yemen tiene profundas raíces geopolíticas, étnicas y religiosas, y ha provocado una de las crisis humanitarias más graves del siglo XXI.
Elota, Sinaloa: foco de desinformación
¿Por qué señalaron este municipio?
Elota es una localidad sinaloense de apenas 50,000 habitantes, pero ha estado marcada por la presencia de cárteles y enfrentamientos armados. La difusión del video falso aprovechó ese contexto de inseguridad para hacer verosímil un ataque que nunca ocurrió.
Según el Gobierno Federal, el objetivo era dañar políticamente a Rubén Rocha Moya, actual gobernador del estado, quien ha sido blanco de críticas por su manejo de la violencia en la región.
Narcotráfico y conflicto interno
Sinaloa ha sido históricamente el corazón del narcotráfico mexicano. Actualmente, los enfrentamientos entre “Los Chapitos” —hijos del Chapo Guzmán— y “La Mayiza”, brazo del Mayo Zambada, mantienen una constante tensión en la zona.
Esta lucha intestina por el control del territorio genera frecuentes hechos de violencia, pero nada parecido a lo mostrado en el video.
El rol de las redes sociales y los medios
Viralidad sin verificación
Plataformas como Facebook, X (antes Twitter) y TikTok multiplicaron la difusión del video sin ninguna verificación previa. Algunos portales digitales publicaron la grabación como si fuera reciente y local, sin consultar fuentes oficiales.
Esto plantea una pregunta urgente:
¿Qué responsabilidad tienen los medios digitales y los usuarios ante la desinformación?
La posverdad en tiempos de likes
La estrategia no es nueva. En un entorno donde el contenido viral tiene más peso que la verdad, es fácil manipular la opinión pública mediante videos sacados de contexto, imágenes alteradas o titulares sensacionalistas.
Este caso se suma a una ola global de “infoxicación”, donde la sobrecarga de información —frecuentemente falsa o engañosa— pone en jaque el criterio público.
Reacción oficial y aclaraciones
Sheinbaum desmiente públicamente
Durante una rueda de prensa nacional, la dirigente Claudia Sheinbaum abordó directamente el caso:
“El video no corresponde a ningún hecho ocurrido en territorio mexicano. Es parte de una campaña de desinformación”.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional también confirmaron que no hubo ningún operativo ni enfrentamiento armado en Elota ese día.
Estrategias de desprestigio
La administración de Rocha Moya considera que este tipo de campañas buscan erosionar la percepción ciudadana en torno a su mandato, particularmente en un año preelectoral donde cada narrativa importa.
Este intento de manipulación digital podría formar parte de una guerra sucia más amplia.
¿Qué podemos aprender de este caso?
1. Verifica antes de compartir
Antes de reenviar un video impactante, pregúntate:
- ¿Qué fuente lo publicó primero?
- ¿Tiene fecha, ubicación y contexto verificado?
- ¿Ha sido desmentido por alguna autoridad?
2. La geopolítica también afecta la desinformación local
Aunque Yemen parece lejano, su conflicto bélico fue utilizado para influir en la narrativa política mexicana. Esta interconexión de noticias demuestra que la manipulación ya no tiene fronteras.
3. Las plataformas deben asumir su rol
Es urgente que los algoritmos no prioricen lo sensacionalista sobre lo verdadero. De lo contrario, la desinformación seguirá siendo rentable y peligrosa.
¿Quién gana con la mentira?
Cuando se comparte una falsedad, se pierde algo más que la verdad: se erosiona la confianza pública, se polariza el discurso, y se beneficia quien tiene interés en sembrar el miedo. El caso del video falso en Sinaloa no es un hecho aislado, sino una advertencia clara de cómo las narrativas pueden ser manipuladas para servir a intereses oscuros.
¿Estamos preparados como sociedad para resistir este tipo de guerra informativa?
La respuesta no depende solo del gobierno o de los medios, sino de cada ciudadano que decide compartir o cuestionar lo que ve.