El polvo del carbón aún flota en el recuerdo. En Pasta de Conchos, la tragedia de 2006 sigue viva. Localizan 21 cuerpos de mineros, y el corazón de México vuelve a sangrar.
El hallazgo que revivió la memoria
Una deuda con la historia
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó el hallazgo de 21 cuerpos en la mina Pasta de Conchos, Coahuila, donde 65 mineros quedaron atrapados tras una explosión en 2006. Hasta ahora, 13 cuerpos han sido identificados y entregados a sus familias.
“La herida no es solo para las familias, sino para el corazón de México”, dijo Sheinbaum.
El hallazgo representa un avance del 35.8% en los trabajos de rescate, según el secretario del Trabajo, Marath Baruch Bolaños López.
El proceso de identificación
- 13 cuerpos ya fueron entregados
- 7 están en proceso de identificación
- 1 más fue localizado y falta por rescatarse
Estos avances renuevan la esperanza de los familiares, que por casi dos décadas exigieron justicia y verdad.
Un compromiso presidencial
Visitas semestrales como promesa de Estado
Durante un evento con las familias, Sheinbaum se comprometió a visitar cada seis meses Coahuila para supervisar personalmente los trabajos.
“Vamos a regresar en noviembre para darle seguimiento al rescate y otras acciones importantes para el estado”.
Este gesto simbólico pretende consolidar la narrativa de un gobierno cercano y empático con las víctimas.
Apoyo económico a los deudos
A iniciativa presidencial, las pensiones de viudez para los familiares de los mineros fueron aumentadas a 8,364 pesos mensuales.
Este acto de justicia social acompaña el rescate físico de los cuerpos con un rescate de dignidad para las familias afectadas.
Una tragedia que marcó a México
Contexto del desastre de 2006
El 19 de febrero de 2006, una explosión de gas metano en la mina Pasta de Conchos sepultó a 65 trabajadores. Solo dos cuerpos fueron recuperados en su momento, y durante años, el sitio permaneció sellado.
Las denuncias por negligencia empresarial y omisión gubernamental hicieron de este caso un emblema de impunidad.
El impacto nacional
Este desastre no solo dejó víctimas humanas, sino una fractura en la relación entre el Estado y los trabajadores mineros. Las protestas, investigaciones y exigencias de la sociedad civil mantuvieron viva la memoria del hecho.
Cada cuerpo que emerge en Pasta de Conchos es una verdad que sale a la luz, una parte del país que exige no olvidar. El compromiso presidencial podría marcar un cambio, pero la cicatriz no desaparecerá fácilmente.
¿Será este rescate el inicio de una nueva era de justicia minera en México? O, como tantas veces, ¿terminará sepultado por la rutina del olvido?