Un juez de control vinculó a proceso a Flor N., de 77 años, por el delito de crueldad animal, un hecho que marca un precedente histórico en la Ciudad de México al ser el primer caso de justicia en agravio de un ser sintiente. La decisión judicial surge tras la muerte de la perrita Moni en Coyoacán.
La vinculación a proceso y las medidas cautelares
Un juez de control del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México vinculó a proceso a Flor N., de 77 años, por el delito de crueldad animal, luego de que el pasado 24 de mayo del 2024 fuera señalada de causar la muerte a la Perrita Moni en un inmueble ubicado en la alcaldía Coyoacán. En la audiencia inicial, que duró alrededor de dos horas y media, el juzgador determinó que existían pruebas suficientes en la investigación para acreditar que la adulta mayor actuó con violencia para matar a la perrita Moni.
Durante la comparecencia, llevada a cabo en la sala de juicios orales del Tribunal Superior de Justicia capitalino, la defensa de la imputada intentó sostener que hubo amenazas y violaciones al debido proceso; sin embargo, estos argumentos fueron desestimados por el magistrado. El juzgador también desestimó los argumentos de los abogados de la acusada que mencionaban, por ser una adulta mayor, no debía ser vinculada a proceso.
A lo que, el impartidor de justicia señaló que Flor N. sabía que la crueldad animal era un delito y aún así lo cometió. Por ello, el juez de control le impuso como medida cautelar la firma periódica en el penal de Santa Martha Acatitla y un mes para el cierre de la investigación.
Este es el primer caso de justicia en agravio de un ser sintiente realizado por las autoridades en la Ciudad de México.
La trágica cronología del caso Moni
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De acuerdo con la denuncia, Moni desapareció a finales del mes de mayo del 2024 en calles de la alcaldía Coyoacán. El día 29 de mayo de ese mismo año, la familia de la perrita recibió un mensaje anónimo en el que les informaron que habían visto a su vecina paseando con una perrita muy similar a su mascota, por lo que rápidamente acudieron a interrogar a la mujer, quien negó los hechos.
Gracias a un video, donde se ve a la perrita entrando a la vivienda de la vecina, los dueños de Moni pudieron corroborar que la mujer había robado a su mascota. Días más tarde, localizaron el cuerpo de Moni enterrado en el patio de la sospechosa. Según los dueños de la perrita, el cadáver fue sepultado justo debajo de la ventana de su vecina, en el patio de un edificio de departamentos.
Tras el macabro hallazgo, los dueños de la perrita comenzaron una campaña para alertar a otras personas con mascotas, por lo que el caso salió a la luz hasta el 4 de junio del 2024. El caso rápidamente se viralizó en redes sociales, donde causó indignación entre los internautas y colectivos en pro de los derechos animales, quienes se sumaron para presionar a las autoridades y lograr la detención de la mujer, a quien Acusan de ser un peligro para los animales, ya que, según algunos usuarios, no era la primera vez que la agresora atentaba contra la vida de un animal.
Las brutales revelaciones de la necropsia
La necropsia de la perrita reveló que su causa de muerte fue por shock hipovolémico, afección que ocurre por una abundante pérdida de sangre y que impide la circulación de sangre y oxígeno a los órganos.
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También se dio a conocer que le rompieron tres costillas, fracturaron sus vértebras, dañaron distintos órganos internos y los golpes estallaron las vísceras y provocaron un derrame interno. Los estudios médicos sugieren que la perrita fue golpeada por un bate.
Este caso sienta un precedente crucial para la protección de los animales en la Ciudad de México, al reconocer legalmente el agravio hacia un ser sintiente. La sociedad civil y las autoridades permanecen atentas al desarrollo de la investigación, esperando que se haga justicia plena por la brutal muerte de Moni.