Desde el Kingdom Arena en Arabia Saudita, Saúl “Canelo” Álvarez volvió a hacer historia. El mexicano venció por decisión unánime al cubano William Scull, en un combate de 12 rounds que le permitió recuperar el cinturón de la FIB y consolidarse nuevamente como campeón indiscutido del peso supermediano, al unificar los títulos del CMB, AMB, OMB y FIB.
Aunque el resultado fue claro, la pelea fue todo menos espectacular. William Scull adoptó una postura evasiva durante todo el combate, evitando el intercambio de golpes con Canelo y desplazándose por el ring sin intención ofensiva. El mexicano, visiblemente frustrado, tomó el control del ritmo, mientras su rival se dedicaba a esquivar y quejarse con el réferi sobre supuestos golpes ilegales.
Las tarjetas lo dijeron todo: 120-108, 120-108 y 119-109, todas a favor del tapatío. Sin un solo momento destacado por parte del cubano, los asistentes y televidentes coincidieron en una opinión unánime: fue una pelea monótona donde solo uno quiso pelear.
Con este triunfo, Canelo suma una nueva página a su legado con récord de 63 victorias, 2 derrotas y 2 empates. Ahora, todas las miradas se enfocan en su posible enfrentamiento contra Terence “Bud” Crawford, anunciado tentativamente para septiembre de este año, en lo que sería uno de los combates más esperados de la década.