McLaren conquista Hungría: Audacia y resiliencia redefinen el título de 2025

McLaren conquista Hungría con audacia estratégica. Norris gana a Piastri en un duelo épico que reduce la ventaja del australiano a solo 9 puntos.

AL MOMENTO

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El Gran Premio de Hungría de 2025 no fue una victoria cualquiera para McLaren, sino una demostración de su brillantez estratégica y resiliencia. Un contratiempo inicial forzó al equipo a dividir sus estrategias de forma audaz, culminando en un final de infarto que ha redefinido por completo la dinámica del campeonato de pilotos.

Contexto pre-carrera: dominio y lucha interna

El circo de la Fórmula 1 llegó al Hungaroring, decimocuarta prueba de la temporada, con un claro dominio de McLaren. El equipo papaya había asegurado tres dobletes consecutivos en las carreras anteriores. En el Campeonato de Pilotos, la batalla interna estaba al rojo vivo: Oscar Piastri, vigente campeón del mundo de F3 de 2020, lideraba con 266 puntos, 16 más que Lando Norris (250 puntos) tras su victoria en el Gran Premio de Bélgica.

El MCL39 y el dominio pre-carrera

El rendimiento del monoplaza MCL39 durante los entrenamientos libres reforzó las expectativas. Desde el viernes, los McLaren se mostraron en una liga propia. Norris lideró las dos sesiones de entrenamientos del viernes, con Piastri a milésimas, y el australiano devolvió el golpe liderando la FP3 del sábado. El ritmo era abrumador, superando a Ferrari por más de medio segundo y a Red Bull por casi un segundo por vuelta en ritmo de carrera simulado.

Red Bull Racing: un fin de semana complicado

Este dominio contrastaba marcadamente con los problemas de sus competidores. Red Bull Racing, en particular, vivió uno de sus peores fines de semana. El tetracampeón del mundo Max Verstappen describió el comportamiento de su RB21 como “inconducible”, comparando la falta de agarre con “conducir sobre hielo”. Sus resultados en los entrenamientos, culminando en una decimocuarta posición en la FP2 y una discreta octava plaza en la parrilla de salida, lo eliminaron de la contienda por la victoria.

La clasificación: el viento altera el guion

El guion preestablecido se rompió dramáticamente durante la Q3 del sábado. A pesar del dominio de McLaren en Q1 y Q2, un cambio abrupto en las condiciones meteorológicas alteró el equilibrio de poder. La dirección del viento giró 180 grados y su intensidad aumentó, desestabilizando notablemente el MCL39, un monoplaza aerodinámicamente sensible a estos cambios. Ambos pilotos reportaron una pérdida masiva de rendimiento y confianza, describiendo la Q3 como “horrible” y perdiendo hasta medio segundo por vuelta.

Ferrari y Leclerc aprovechan la situación

En este escenario de incertidumbre, Charles Leclerc y la Scuderia Ferrari ejecutaron una vuelta casi perfecta. El piloto monegasco, cuyo SF-25 pareció adaptarse mejor, consiguió una “pole position de shock” por apenas 26 milésimas sobre Piastri. Norris se conformó con la tercera posición. Esta pérdida de la pole, aunque frustrante, rompió el bloqueo de McLaren en primera fila y colocó a un rival formidable en una posición ventajosa. Esto obligó a McLaren a replantear su enfoque: de gestionar una carrera desde el control absoluto a necesitar una estrategia de ataque para recuperar el liderato.

La salida: un contratiempo que forzó la audacia estratégica

Cuando los semáforos se apagaron el domingo, el plan de ataque de McLaren sufrió un segundo y más severo revés. Mientras Charles Leclerc realizaba una salida impecable y Oscar Piastri se afianzaba en la segunda plaza, Lando Norris, desde la tercera posición, tuvo un mal arranque. El británico perdió tracción y fue superado por el Mercedes de George Russell. En la curva 2, un agresivo Fernando Alonso también se abrió paso con su Aston Martin, relegando a Norris a una alarmante quinta posición al final de la primera vuelta.

El mal arranque de Lando Norris

En el estrecho y revirado Hungaroring, perder dos posiciones en la salida es un golpe devastador. Norris reaccionó con celeridad, utilizando el DRS para adelantar a Alonso en la tercera vuelta y recuperar la cuarta plaza. Sin embargo, el daño ya estaba hecho: se encontraba a más de cinco segundos del líder Leclerc y, lo que era más importante, atrapado detrás del Mercedes de Russell, un coche con un ritmo sólido difícil de superar en pista. La carrera, que debía ser un duelo interno por la victoria, se había convertido para Norris en una misión de recuperación.

Oscar Piastri: ancla del plan inicial

Con la caída de Norris, Oscar Piastri se convirtió en el único ejecutor del plan de carrera original de McLaren. Desde su sólida segunda posición, su misión era clara: aplicar una presión implacable sobre Charles Leclerc. La estrategia predefinida para él era una ofensiva convencional de dos paradas, probablemente comenzando con neumáticos medios para luego montar dos juegos de duros. Su papel era el de la “liebre”: mantenerse a una distancia de ataque de Leclerc y forzar a Ferrari a reaccionar. Piastri ejecutó esta primera fase a la perfección, manteniendo la brecha con Leclerc bajo control.

Norris: la necesidad de un plan b radical

Para Lando Norris y su equipo de ingenieros, la situación era diametralmente opuesta. Atascado en cuarta posición detrás de Russell, seguir la misma estrategia de dos paradas que Piastri habría sido inútil. La victoria estaba fuera de su alcance con el plan original. Fue en este momento crítico cuando la adversidad se convirtió en una oportunidad. El mal arranque de Norris fue el catalizador que obligó al equipo a pensar fuera de la caja y activar un plan de contingencia. La única alternativa viable para que Norris tuviera alguna posibilidad de ganar era una estrategia radicalmente diferente: la de una sola parada. Este momento de crisis demostró la flexibilidad y la madurez operativa de McLaren.

Duelo estratégico: la tortuga y la liebre de McLaren

La carrera se transformó entonces en un fascinante duelo estratégico, un experimento en vivo sobre la clásica disyuntiva de la Fórmula 1: ¿qué vale más en el Hungaroring, la posición en pista o el ritmo puro con neumáticos frescos? McLaren, con una confianza suprema en su coche y sus pilotos, decidió apostar en ambos lados, convirtiendo la carrera en una batalla interna entre la “tortuga” Norris y la “liebre” Piastri.

Lando Norris: la maratón de una sola parada

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La estrategia de Lando Norris fue una clase magistral de gestión y resistencia. El momento decisivo llegó por radio alrededor de la vuelta 28. Su ingeniero de carrera le planteó el desafío: “¿Estás dispuesto a hacer 40 vueltas con el neumático duro?”. La respuesta de Norris, un tranquilo y decidido “¿Sí, por qué no?”, selló su compromiso con un plan de alto riesgo y alta recompensa.

Para que esta estrategia tuviera éxito, cada elemento debía ser ejecutado a la perfección. Primero, Norris extendió su *stint* inicial con los neumáticos medios hasta la vuelta 31. Segundo, la parada en boxes fue impecable, reportada como la más rápida del año con solo 1.9 segundos. Finalmente, la gestión de los neumáticos durante las 39 vueltas restantes fue hercúlea. Norris tuvo que empujar lo suficiente para mantener ventaja sobre Piastri, pero sin degradar en exceso los neumáticos que necesitaría para defenderse en las vueltas finales. Esta decisión audaz no fue una apuesta ciega, sino un riesgo calculado basado en una ventaja de ingeniería fundamental del MCL39, elogiado por su excepcional gestión de la degradación de los neumáticos.

Oscar Piastri: la ofensiva de dos paradas

Mientras Norris se preparaba para su maratón, Oscar Piastri ejecutaba la estrategia ofensiva de dos paradas. Su primer movimiento clave llegó en la vuelta 19, cuando fue el primer líder en entrar a boxes para cambiar sus neumáticos medios por un juego de duros. Este fue un intento clásico de *undercut* diseñado para poner a Charles Leclerc bajo presión y obligar a Ferrari a adelantar su propia parada, lo que efectivamente sucedió.

Tras las primeras paradas, Piastri persiguió al Ferrari, mientras el muro de McLaren jugaba juegos mentales por radio. La fase decisiva para Piastri comenzó en la vuelta 46, cuando realizó su segunda y última parada para montar otro juego de neumáticos duros frescos. Con 24 vueltas por delante y una ventaja de neumáticos de 15 vueltas sobre su compañero de equipo, su misión era clara: cazar y adelantar primero a Leclerc y luego a Norris para reclamar la victoria. Su estrategia se basaba en el ritmo puro, apostando a que la ventaja de agarre de sus neumáticos más nuevos sería suficiente para superar la ventaja de posición en pista de Norris.

PilotoStint #CompuestoVueltas del StintVuelta de ParadaPosición al Salir de BoxesObjetivo Estratégico
Lando Norris1Medio31314º (detrás de Russell)Extender el stint para habilitar una sola parada y ganar posición en pista.
2Duro391º (tras paradas de rivales)Gestionar los neumáticos para defender el liderato hasta el final.
Oscar Piastri1Medio19194º (detrás de Leclerc)Realizar un undercut a Leclerc y forzar la estrategia de Ferrari.
2Duro27463º (detrás de Leclerc)Mantener la presión y prepararse para el ataque final con neumáticos frescos.
3Duro242º (tras adelantar a Leclerc)Utilizar la ventaja de neumáticos para cazar y adelantar a Norris.

El clímax: batalla fratricida por la victoria

Con las estrategias claramente definidas, las últimas 24 vueltas del Gran Premio de Hungría se convirtieron en una de las persecuciones más emocionantes de la temporada.

La implacable persecución de Piastri

Tras su segunda parada en la vuelta 46, Oscar Piastri salió en tercera posición, a unos 12 segundos de Lando Norris. Su primer objetivo era Charles Leclerc, cuyo ritmo con neumáticos más viejos se había desvanecido. Piastri no perdió tiempo: en la vuelta 51, ejecutó un adelantamiento impecable por el exterior de la curva 1 para hacerse con la segunda posición.

Con el Ferrari superado, comenzó la caza de su compañero de equipo. La ventaja de neumáticos de Piastri era inmensa. Inmediatamente comenzó a recortar la diferencia a un ritmo asombroso, llegando a ser hasta 1.4 segundos más rápido que Norris en una sola vuelta. La brecha de nueve segundos se evaporó rápidamente: en la vuelta 57, la diferencia era de 4.7 segundos; en la vuelta 59, de 3.6; y en la vuelta 61, de solo 2.3 segundos. A falta de cinco vueltas para el final, Piastri ya estaba en la zona de DRS de Norris, preparando el escenario para un enfrentamiento directo por la victoria.

Un final de infarto sin órdenes de equipo

Las vueltas finales fueron un espectáculo de tensión pura. Norris, con sus neumáticos duros al borde del precipicio tras casi 40 vueltas de castigo, defendía su posición con una precisión milimétrica. Piastri, con un coche mucho más ágil y con más agarre, buscaba cualquier resquicio, cualquier mínimo error. La situación recordaba, con los roles invertidos, al Gran Premio de Hungría de 2024. Sin embargo, en 2025 no hubo órdenes de equipo. McLaren, en una muestra de confianza, les permitió luchar hasta el final.

El clímax de esta batalla llegó en la penúltima vuelta. Piastri se lanzó por el interior en la frenada de la curva 1, pero un bloqueo en sus neumáticos delanteros le hizo perder momentáneamente el control, obligándole a rectificar para evitar una colisión. Ese instante de vacilación fue todo lo que Norris necesitó. El británico aguantó la presión y cruzó la línea de meta para asegurar una victoria ganada a pulso, por el margen más estrecho. Ambos pilotos manejaron la situación con una madurez notable, demostrando que su rivalidad se mantiene dentro de los límites del respeto profesional.

Las voces de los protagonistas

Las declaraciones de los pilotos tras la carrera ofrecieron una ventana a la intensidad física y mental del duelo. Lando Norris, visiblemente exhausto, confesó: “Estoy muerto. Ha sido duro, no planeaba hacer solo una parada, pero después de la primera vuelta, era nuestra única opción para optar a la victoria. En esa última vuelta, con Oscar acercándose, he ido con el pie a tabla”. Sus palabras confirmaron que la estrategia ganadora fue una reacción improvisada a la adversidad inicial.

Oscar Piastri, por su parte, mostró un análisis frío y respetuoso de la situación: “Esta vez no ha caído de nuestro lado, el coche ha sido genial todo el fin de semana. En el momento de ir a solo una parada, Lando no tenía mucho que perder, así que no ha sido una sorpresa enorme. Creo que tenía que haber estado un par de décimas más cerca y eso hubiese requerido un error de Lando”. Su comentario revela una comprensión total de la lógica estratégica y un reconocimiento del mérito de su compañero, subrayando el ambiente de competencia sana que McLaren ha logrado cultivar.

Implicaciones en el campeonato: la lucha se intensifica

Campeonato de pilotos: nueve puntos de tensión

El resultado del Gran Premio de Hungría ha avivado las llamas de la batalla por el Campeonato de Pilotos. Con los 25 puntos de la victoria, Lando Norris ascendió a 275 puntos en la clasificación. Oscar Piastri, al sumar los 18 puntos del segundo puesto, alcanzó los 284. La consecuencia directa es una drástica reducción de la ventaja del australiano, que se ha visto recortada de 16 a solo 9 puntos.

Este cambio no es solo numérico; representa un punto de inflexión psicológico de cara al parón veraniego. Piastri, que ejecutó una carrera prácticamente impecable, vio cómo su liderato se erosionaba debido a una brillantez estratégica de su compañero, quien se redimió de un error inicial. Norris entra en el descanso de dos semanas con un impulso anímico innegable, mientras que Piastri tendrá tiempo para reflexionar sobre una carrera en la que, a pesar de hacer casi todo bien, el resultado final no le fue favorable. El parón se convierte así en un campo de batalla mental, cuyo resultado podría influir decisivamente en el enfoque y la confianza de ambos pilotos para la segunda y definitiva mitad de la temporada.

Gran PremioPuntos de Piastri (Total)Puntos de Norris (Total)Diferencia de Puntos (Piastri vs. Norris)
GP de España201200+1
GP de Austria226218+8
GP de Gran Bretaña241237+4
GP de Bélgica266250+16
GP de Hungría284275+9

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Campeonato de constructores: dominio absoluto

Mientras la batalla de pilotos se intensifica, el panorama en el Campeonato de Constructores es de una calma absoluta para McLaren. Con los 43 puntos sumados en Hungría, el equipo de Woking alcanzó un total de 559 puntos. Su rival más cercano, Ferrari, se encuentra a una distancia abismal con 260 puntos, seguido de Mercedes con 236.

Esta ventaja de casi 300 puntos es la póliza de seguro de McLaren. Les proporciona un colchón de seguridad tan inmenso que pueden permitirse el lujo de gestionar una intensa rivalidad interna sin el temor inmediato de que un incidente entre sus pilotos pueda comprometer el título de constructores. Un equipo con una ventaja menor se vería forzado a imponer órdenes de equipo. La superioridad técnica del MCL39 no solo les está dando victorias en la pista, sino que también está permitiendo una gestión de pilotos más liberal y saludable, fomentando una competencia que beneficia tanto al equipo como al espectáculo de la Fórmula 1.

Conclusiones y perspectivas futuras

Una victoria de resiliencia, audacia y superioridad

La victoria de McLaren en el Gran Premio de Hungría de 2025 fue una obra maestra forjada a partir de cuatro pilares fundamentales. La resiliencia de Lando Norris para sobreponerse a un mal comienzo y ejecutar una estrategia de altísima exigencia. La audacia estratégica del muro de boxes, que no dudó en pivotar hacia un plan arriesgado. Una ejecución perfecta, tanto en la gestión de neumáticos de Norris como en las paradas en boxes ultrarrápidas. Y finalmente, la superioridad técnica del MCL39, cuyas características intrínsecas de bajo desgaste de neumáticos hicieron posible una estrategia impensable para otros.

El desafío de McLaren: gestionar la rivalidad

De cara a la segunda mitad de la temporada, el mayor desafío para McLaren no vendrá de sus rivales, sino de su propio garaje. La gestión de la creciente rivalidad entre Norris y Piastri será la clave para asegurar un doblete de campeonatos. El casi accidente en las últimas vueltas de Hungría fue una clara advertencia de los riesgos. El equipo deberá continuar fomentando el ambiente de respeto mutuo que ha prevalecido, estableciendo reglas claras para evitar que la lucha por la gloria individual se convierta en un conflicto destructivo que pueda poner en peligro un resultado de equipo casi garantizado.

Proyecciones para la segunda mitad de la temporada

Con solo nueve puntos separando a los dos contendientes y diez carreras restantes en el calendario, la batalla por el título de 2025 promete ser una de las más memorables. El Gran Premio de Hungría no ha sido un capítulo más, sino el punto de inflexión que ha intensificado la rivalidad y ha demostrado que la victoria puede llegar por caminos inesperados. La carrera de Norris desde la adversidad y la implacable persecución de Piastri han echado más leña al fuego, garantizando un final de temporada electrizante donde cada decisión, cada vuelta y cada punto serán absolutamente cruciales.

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