Cuando el peso mexicano se desplomó sin aviso en el gobierno de Ernesto Zedillo
Era diciembre de 1994. México estrenaba presidente, celebraba el TLCAN y presumía estabilidad macroeconómica. Pero en cuestión de días, el país entró en una crisis sin precedentes. Lo que hoy conocemos como el error de diciembre no fue un accidente aislado: fue la explosión de una bomba de tiempo económica, política y social.
¿Qué fue el “Error de diciembre”?
Una devaluación que paralizó al país
El 20 de diciembre de 1994, el nuevo gobierno de Ernesto Zedillo anunció una decisión que cambiaría el rumbo económico del país: la devaluación del peso mexicano frente al dólar.
Ese día, el tipo de cambio pasó de 3.4 a más de 7 pesos por dólar en semanas, desencadenando una fuga masiva de capitales, caída del consumo, inflación disparada y una grave crisis de confianza.
El contexto: ¿por qué se tomó esa decisión?
Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, México vivió una aparente bonanza económica:
- Se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
- Llegaron miles de millones en inversión extranjera
- Hubo control de la inflación y crecimiento sostenido
Pero debajo de esa superficie, el país estaba endeudado y con reservas internacionales mínimas.
“México estaba al borde de una crisis financiera desde antes de diciembre, pero nadie quería tocar el tema durante la transición presidencial”, señalaría años después el economista Jeffrey Sachs.
Las causas ocultas de la crisis
1. Déficit de cuenta corriente y gasto público excesivo
El modelo salinista estaba basado en el endeudamiento externo y el gasto interno insostenible. México tenía un déficit de cuenta corriente superior al 7% del PIB, financiado por capital especulativo que huiría al menor signo de inestabilidad.
2. Reservas internacionales debilitadas
El Banco de México apenas contaba con 6 mil millones de dólares en reservas a finales de 1994, mientras que las obligaciones de corto plazo superaban los 29 mil millones.
3. Crisis política y pérdida de confianza
El año 1994 fue trágico para México:
- En enero, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en Chiapas.
- En marzo, Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI, fue asesinado.
- En septiembre, el secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, también fue asesinado.
Todo esto generó un clima de incertidumbre política que espantó a inversionistas y desgastó al gobierno.
¿Por qué se le llama “error”?
El diagnóstico tardío del gobierno
Ernesto Zedillo asumió la presidencia el 1 de diciembre de 1994. A solo 19 días, su administración anunció la devaluación. Sin embargo, muchos economistas afirman que el problema debió atenderse meses antes, con una estrategia más gradual y coordinada.
“No fue el cambio del tipo de cambio, sino la forma en que se comunicó y ejecutó lo que desató el pánico”, opinó Guillermo Ortiz, exgobernador del Banco de México.
El mal manejo de la transición
Zedillo y su equipo económico heredaron una bomba: Salinas les entregó un país al borde del colapso, pero con cifras maquilladas.
Cuando se reveló la realidad, la confianza se evaporó.
Las consecuencias inmediatas del error de diciembre
1. Inflación y pérdida del poder adquisitivo
En 1995, la inflación llegó al 52%, afectando directamente el bolsillo de los mexicanos.
El salario real cayó más del 20% en un solo año.
2. Fuga de capitales y caída del PIB
México enfrentó una fuga de capitales cercana a los 12 mil millones de dólares.
El PIB cayó -6.2% en 1995, el peor registro desde la Gran Depresión.
3. Rescate bancario y endeudamiento público
Para evitar un colapso total del sistema financiero, el gobierno creó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Esto traspasó las deudas privadas al Estado, generando una deuda pública que los mexicanos siguen pagando hasta hoy.
El rescate internacional: el papel de EE.UU. y el FMI
El “paquetazo” de Clinton
El entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, aprobó un paquete de rescate financiero por 50 mil millones de dólares, coordinado con el FMI y el Banco Mundial.
Esto ayudó a estabilizar el tipo de cambio y frenar la caída de reservas, pero a cambio de condiciones estrictas de política económica.
Consecuencias del rescate
El rescate evitó el colapso total, pero impuso un modelo neoliberal más rígido:
- Apertura total a la inversión extranjera
- Disciplina fiscal extrema
- Reforma estructural del sistema bancario
Muchos critican que esto limitó la soberanía económica del país.
¿Quién tuvo la culpa realmente?
Salinas vs. Zedillo: una pelea histórica
Carlos Salinas acusó a Ernesto Zedillo de haber saboteado la estabilidad con una mala gestión del tipo de cambio.
Zedillo respondió que Salinas dejó las finanzas en ruinas y sin reservas.
Este conflicto público deterioró aún más la imagen del PRI.
El sistema financiero global también falló
La crisis mexicana fue una señal temprana de lo que vendría después en otros países emergentes.
En los años siguientes, se vivieron crisis similares en:
- Tailandia (1997)
- Rusia (1998)
- Argentina (2001)
Lo que dejó el error de diciembre
1. Un cambio en la política monetaria
Desde 1995, el Banco de México se volvió autónomo y el país adoptó un régimen de libre flotación del tipo de cambio.
2. Mayor vigilancia internacional
México quedó marcado como una economía vulnerable al capital golondrina, por lo que se reforzó la regulación financiera y el control del endeudamiento.
3. Lecciones para América Latina
El caso mexicano sirvió como advertencia para otras economías emergentes sobre los peligros de:
- Depender del capital especulativo
- Subestimar el riesgo político
- No tener reservas suficientes
¿Podría repetirse un “error de diciembre”?
La historia tiende a repetirse, pero con otros rostros
Hoy México tiene una economía más diversificada, reservas internacionales sólidas y menor inflación estructural.
Pero aún enfrenta desafíos como:
- Alta dependencia del comercio con EE.UU.
- Deuda pública creciente
- Inseguridad e incertidumbre política
“Lo que el ‘error de diciembre’ nos enseñó es que las crisis no avisan. Se gestan en el silencio de las decisiones mal tomadas”, dijo el analista financiero Enrique Quintana.
Una herida que aún no sana
El error de diciembre de 1994 no solo fue un colapso financiero, sino una sacudida emocional para todo un país.
Los efectos se sienten hasta hoy: en el modelo económico, en la desconfianza institucional y en la memoria colectiva de millones de mexicanos.
¿Estamos hoy mejor preparados para evitar una nueva crisis?
La historia dirá si realmente aprendimos la lección.