La bioserie “Chespirito: sin querer queriendo” continúa revelando detalles de la vida de Roberto Gómez Bolaños. Ayer 12 de junio se estrenó el capítulo 2 en HBO Max, un episodio que avivó la polémica iniciada con el capítulo 1 y expuso los primeros roces del protagonista con Quico y don Ramón, además de un romance clave.
Los primeros roces con Quico y don Ramón
El segundo capítulo de la bioserie, realizada por Roberto Gómez Fernández, juega con el tiempo, alternando hechos de 1959 y 1978. En este marco, se destapa que Quico (interpretado por Juan Lecanda) sentía inconformidad hacia Chespirito.
Según el texto, Quico expresó a don Ramón (interpretado por Miguel Islas): “Yo ya no estoy a gusto aquí”. Añadió: “Roberto se cree la gran estrella y no me deja brillar”. Estas palabras, atribuidas al personaje inspirado en Carlos Villagrán, no solo manifiestan su sentir sobre Roberto Gómez Bolaños, sino que también generaron inquietud en don Ramón, personaje inspirado en Ramón Valdés.
La tentación de don Ramón
El texto señala que don Ramón llegó a ser “tentado por Quico”. No obstante, resalta su “fidelidad a Roberto Gómez Fernández”. Sin embargo, la descripción posterior indica que Roberto Gómez Bolaños, siendo un “creativo estrella”, fue bautizado como “Shakespirito”, haciendo referencia a William Shakespeare y significando “pequeño Shakespeare”, y que este fue su nombre artístico más conocido. El texto parece vincular este apodo y la razón (“creativo estrella”) a Roberto Gómez Bolaños en el contexto de la bioserie.
Un romance clave: Chespirito y doña Florinda
A la par de los conflictos, el capítulo 2 también revela el inicio del romance entre el protagonista y Margarita, conocida como doña Florinda. Este personaje es interpretado por Bárbara López y está inspirado en la actriz y comediante Florida Meza.
La bioserie muestra que tras recibir una nota que decía “te espero hoy en el restaurante a las 8 (de la noche), vístete formal”, Chespirito acudió al encuentro. En la escena, se enfoca a Margarita, quien al verlo le dice “qué guapo”. Ante esto, el protagonista de la bioserie reacciona diciendo “¡esto es una locura!”, revelando el “amorío prohibido que vivieron cuando eran compañeros de trabajo”.
La incomodidad de la esposa
El texto expone que este vínculo entre Roberto Gómez Bolaños y Florida Meza resultó incómodo para Graciela Fernández (interpretada por Paulina Dávila), la esposa del comediante. Se externa que ella “era consciente de que doña Florinda siempre estaba de por medio”, convirtiéndose en una presencia constante en la vida de Chespirito.
El capítulo 2 de “Chespirito: sin querer queriendo” profundiza así en las complejas relaciones personales y profesionales que marcaron la vida del icónico comediante.