Una noche de música regional en Wisconsin se convirtió en escenario de polémica. Chuy Lizárraga, referente del género, protagonizó un momento viral tras su reacción a un beso entre dos hombres. La comunidad exige respuestas.
De la ovación al repudio: ¿Qué pasó en el concierto de Chuy Lizárraga?
El 18 de mayo de 2025, Chuy Lizárraga actuaba en Wisconsin ante cientos de fanáticos. Pero una escena fuera del escenario acaparó las miradas: entre el público, dos hombres se besaban. La cámara captó el instante exacto en que el cantante notó la escena, y su gesto desencadenó la controversia.
Una reacción que encendió las redes
En el video, Lizárraga muestra una expresión de evidente sorpresa y, según muchos usuarios, disgusto. El clip fue subido por el propio cantante a TikTok, acompañado de comentarios que, según testigos, tenían un tono burlesco.
- “¿Qué es esto? “, habría dicho en tono irónico.
- Las críticas no tardaron en llegar: “Es 2025, ya no hay lugar para la homofobia”, señaló una usuaria.
La cancelación: un fenómeno digital implacable
En cuestión de horas, el nombre de Chuy Lizárraga se convirtió en tendencia. La comunidad LGBT+ y sus aliados comenzaron a exigir una disculpa pública. El tema no era solo el gesto, sino lo que simboliza: un retroceso en el respeto a la diversidad.
Respuesta del artista: silencio y eliminación
Tras la ola de críticas:
- Eliminó el video de TikTok
- Limitó comentarios en Instagram
- No emitió ningún comunicado oficial
Este silencio ha sido interpretado como una falta de responsabilidad. “Callar también es posicionarse”, afirmó un activista en X (antes Twitter).
Chuy Lizárraga: entre la música y la controversia
La carrera de Lizárraga ha sido larga y fructífera. Integrante de bandas icónicas como La Original Banda el Limón y La Adictiva, su estilo festivo y carisma lo posicionaron como “La Casa alegre de la banda”. Pero este episodio revela que ni la fama ni la trayectoria lo blindan ante los cambios sociales.
Una sociedad que ya no perdona el desprecio
El regional mexicano, como muchos géneros tradicionales, ha tardado en abrirse a la diversidad. Sin embargo, la audiencia ha cambiado. Hoy, un gesto homofóbico puede costar más que seguidores: puede dañar la credibilidad y legado de un artista.
¿Y ahora qué sigue para Chuy Lizárraga?
Las redes ya dictaron sentencia. Pero la historia está lejos de cerrarse:
- ¿Emitirá disculpas?
- ¿Revisará sus posturas?
- ¿Se abrirá al diálogo con la comunidad LGBT+?
Lo que está claro es que la cultura de la cancelación no es caprichosa: es una reacción a décadas de discriminación encubierta.
Chuy Lizárraga enfrenta un dilema mayor que su música: ¿seguir el ritmo de una sociedad más inclusiva o quedar desafinado ante el juicio público? El tiempo dirá si su legado sonará como una melodía de cambio o una nota disonante en la historia del regional mexicano.