La actriz mexicana Vanessa Guzmán, de 49 años de edad, volvió a capturar la atención mediática al sincerarse sobre las complejidades que ha enfrentado para relanzar su carrera en la televisión. Tras casi tres décadas de trayectoria, la originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, confesó que su actual aspecto físico, resultado de su incursión en el fisicoculturismo, le ha complicado recibir ofertas laborales.
El dilema de la forma sobre el fondo
Guzmán, quien fue abordada por reporteros en el aeropuerto para el programa Venga la alegría (VLA), ha puesto de relieve un profundo debate sobre cómo la industria del espectáculo continúa priorizando la imagen sobre la experiencia profesional.
La actriz fue enfática al señalar que su extensa carrera debería tener mayor peso que cualquier cambio corporal: “Digo, casi 30 años de carrera deberían de pesar mucho más que regresar a un aspecto físico, cuando ni en los certámenes se me exigió. En qué momento mi carrera como actriz se pierde el fondo por la forma”.
Vanessa Guzmán confesó que desea fervientemente regresar a los sets de grabación, actividad para la que se preparó tras representar a México en el certamen de Miss Universo 1996, luego de ganar Nuestra Belleza México en 1995.
> “Quiero regresar a mi carrera como actriz”, aseguró. “Dudé mucho de renunciar, de dejar todo, porque a lo mejor me estaba equivocando que la vida de atleta no era lo mío”.
Malinterpretaciones sobre el físico atlético
El principal reto que afronta Vanessa Guzmán radica en la malinterpretación de su físico, el cual ha sido transformado por la práctica del fisicoculturismo. Ella sostiene que los cambios que requiere su disciplina son mínimos y no deberían ser un impedimento para la actuación.
Según la actriz, hay una confusión generalizada entre la definición muscular y el tamaño real:
Falsas percepciones: “Se confunde la definición con tamaño, entonces, piensan que estoy así (de grande) y no tiene nada que ver”.- Posibilidad de adaptación: La artista destacó que, como actriz, está abierta a realizar ciertos cambios físicos requeridos por un personaje.
- División mínima: La división en la que compite no exige “transformaciones tan grandes”, lo que facilita un proceso de reversión si fuera necesario para un papel.
“Quiero pensar que, si como actriz me pueden requerir ciertos cambios físicos para determinados personajes, pues obviamente por qué negarse a la posibilidad de esto”, destacó Guzmán.
Una trayectoria de casi tres décadas
Vanessa Guzmán externó su sorpresa de que su aspecto físico sea el motivo principal de debate, a pesar de contar con una trayectoria de casi 30 años que la respalda. Entre los proyectos más destacados en los que ha participado, se encuentran:
- Camila (1998 – 1999)
- Amigos X Siempre (2000)
- Amar otra vez (2004)
- Alborada (2005 – 2006)
- Amor mío (2006 – 2007)
El mensaje de la actriz es un llamado directo a la industria del entretenimiento para que reconozca la valía y la experiencia de los artistas por encima de las apariencias transitorias.
La sincera confesión de Vanessa Guzmán no solo expone las dificultades que enfrenta una figura pública al realizar una transformación física no convencional dentro de su medio, sino que también obliga a la reflexión sobre los estrictos y a menudo irracionales cánones de belleza que rigen en la televisión y el cine. ¿Es el físico del actor una barrera insuperable para una carrera de casi 30 años, o es la rigidez de las producciones la que se niega a evolucionar junto con sus talentos?
Vanessa Guzmán admite que su carrera como actriz se estancó. Descubre por qué el fisicoculturismo cerró las puertas a la estrella de telenovelas mexicanas.
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Vanessa Guzmán alza la voz: 🎙️ 30 años de carrera no pesan más que su físico. ¿Por qué la obligan a elegir entre el deporte y la actuación? #VanessaGuzmán #Fisicoculturismo #Telenovelas 📺💪
NOTA 05
La estrategia urgente en Michoacán: Sheinbaum evalúa plan tras asesinato de alcalde
En un movimiento que subraya la prioridad de seguridad en el centro del país, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó una reunión clave en Palacio Nacional. Junto a su gabinete legal y ampliado y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, se evaluó la implementación del ambicioso Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, una respuesta integral ante la escalada de violencia. La estrategia fue diseñada para garantizar derechos y el desarrollo con justicia.
Gabinete ampliado se reúne en Palacio Nacional para la evaluación
La presidenta Sheinbaum convocó a su gabinete legal y ampliado para revisar los avances del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia. A la sede del Ejecutivo, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, arribó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. La llegada de los funcionarios se registró después del mediodía, ingresando a través de la Puerta 8, ubicada en la calle de Corregidora.
Al concluir el encuentro, los participantes se retiraron del recinto sin ofrecer declaraciones a la prensa, manteniendo la discreción sobre los pormenores de la evaluación.
Entre los funcionarios que asistieron a la reunión se pudo observar a:
- El secretario de Comunicaciones, Jesús Esteva.
- La secretaria de Desarrollo Territorial y Urbano, Edna Vega.
- El secretario de Salud, David Kershenobich.
- La secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández.
- El director del ISSSTE, Martí Batres.
- El director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo.
- El titular de la Comisión Nacional del Deporte, Romel Pacheco.
- El procurador Federal del Consumidor, Iván Escalante.
La reunión en Palacio Nacional tuvo como único objetivo evaluar los primeros pasos de esta estrategia de seguridad y bienestar.
Los cimientos del Plan Michoacán por la paz y la justicia
El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia es una estrategia integral que la presidenta Sheinbaum había presentado un mes antes de esta evaluación. Su implementación surgió a raíz de un evento de alta gravedad política y social: el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
El Plan se articula sobre la convicción profunda de que la seguridad requiere la garantía plena de los derechos sociales. La estrategia contempla más de 100 acciones y se sustenta en 12 ejes fundamentales que buscan la paz a través del bienestar.
Inversión social y metas presupuestales
La estrategia fue lanzada con una inversión inicial robusta, superando los 57 mil millones de pesos, incluyendo la inversión mixta (pública y privada). Este monto busca garantizar:
- Educación.
- Salud.
- Vivienda.
- Empleo digno.
Además, la presidenta Sheinbaum detalló las proyecciones presupuestales específicas para el año siguiente. En 2026 se destinarán 37 mil 450 millones de pesos en becas y diversos programas para el Bienestar. Esta inversión está proyectada para beneficiar directamente a 1.5 millones de michoacanas y michoacanos.
La evaluación de este martes, aunque sin declaraciones públicas, marca un hito en la fiscalización de la estrategia que busca cimentar el desarrollo con justicia y bienestar en el estado, ligando directamente la seguridad a la inversión social.




