La dinámica familiar de Poncho De Nigris se desbordó en un escándalo mediático. Durante la filmación de la Pijamada Viral de Aldo, el pleito entre Poncho De Nigris y su madre, Doña Alegría, escaló rápidamente con acusaciones, insultos directos y revelaciones sobre un supuesto daño matrimonial, poniendo en el ojo del huracán al empresario.
La escalada del conflicto en la pijamada viral
El reciente episodio de la Pijamada Viral de Aldo se descontroló cuando la familia completa de Poncho De Nigris fue invitada al famoso reality de las redes sociales. Lo que comenzó como una reunión se transformó en una serie de discusiones, gritos, peleas y lágrimas, exponiendo los conflictos internos de la familia.
Los primeros en protagonizar el escándalo fueron Poncho De Nigris y su madre, Doña Alegría (también identificada como Doña Lety), quienes, según se sabe, mantienen numerosos pleitos internos, además de la tensión generada porque Doña Alegría “no quiere a la esposa de Poncho”.
Doña Alegría inició la confrontación con reclamos directos a su hijo, señalando que nunca le ha cumplido ni ha hecho nada por ella. Las frases literales usadas en la discusión incluyeron:
- “Si tuviera otra mamá ya te hubiera dejado.”
- “Nunca me has querido, nunca me haz llevado de vacaciones ni nada, voy a llevarme sola.”
- “El año pasado te llevaste a tu suegra.”
- “Te invité a la quinta para unir a todos, me dejaste plantado, quería unir a la familia y faltaste, te valieron madre tus nietos.”
Poncho De Nigris respondió a estas acusaciones señalando la actitud de su madre, lo que él calificó como una estrategia emocional: “Eso es victimización, manipulación”.
Los insultos directos a Marcela Mistral, esposa de Poncho
En un intento por solucionar el conflicto, De Nigris quiso arreglar las cosas con un abrazo y le dijo a su madre que la amaba mucho (“Te amo mucho, ven, soy tu hijo, el primogénito”). Sin embargo, aquello no fue suficiente, ya que la situación derivó en gritos e insultos.
Fue Doña Alegría quien arremetió directamente contra la esposa de su hijo, Marcela, llamándola “Pinche vieja”. La madre continuó con la confrontación verbal, a pesar de que Poncho intentó, más allá de perder los estribos, evitar los gritos haciendo “algunos chistes para que se bajaran los humos de la sala”. Finalmente, lograron recobrar la calma momentáneamente.
Durante la pelea, Doña Alegría insistió en los reproches:
- “Pero tú no me quieres, no me has cumplido nada.”
- “Pero tú me hiciste mucho daño.”
- “Pues ponle tus reglas a la pinche vieja, nomás lo que ella quiere, ella tiene más huevos que tú.”
Poncho solo logró responder a esto con incredulidad: “Cómo crees mamá”.
La dura intervención de Konan: “Usted es satanás”
El conflicto familiar se intensificó con un pleito posterior que Doña Alegría sostuvo con Konan, el cual fue catalogado como una pelea “mucho más fuerte”.
El creador de contenido fitness aseguró que la mujer es una “señora mala”, quien ataca a su propia familia y busca volverse viral “por ser mala con los suyos”. Konan fue contundente al señalar que esta actitud estaba, incluso, frustrando el matrimonio de Poncho.
Las afirmaciones dirigidas a Doña Alegría por parte de Konan fueron las siguientes:
- “A usted le gusta el mal señora, usted es satanás.”
- “Las cosas que dice, no le da vergüenza que todo México se entere que ataca a su propia familia.”
- “No le da pena que Marcela se quiera divorciar por su culpa, la tiene hasta la madre.”
La exposición pública de estos conflictos, con acusaciones de manipulación y la abierta hostilidad hacia Marcela Mistral, plantea la pregunta obligada: ¿hasta qué punto el deseo de viralidad justifica la destrucción del núcleo familiar ante millones de espectadores?




