La relación entre Gabriel Soto e Irina Baeva terminó envuelta en escándalos. Hoy, el actor rompe el silencio frente a las graves acusaciones que lo señalan.
El amor que nació en medio de la polémica
Desde su inicio, la relación entre Gabriel Soto e Irina Baeva estuvo marcada por la controversia. La pareja se volvió centro de atención cuando confirmaron su romance, poco después de que Soto terminara con Geraldine Bazán. Ese contexto encendió las alarmas del espectáculo y el juicio público no se hizo esperar.
Irina Baeva habla sin filtros: “Fui la última en enterarme”
En el programa Montse & Joe, la actriz rusa contó su versión del final. Sin rodeos, declaró:
“Mi relación pasada terminó por las infidelidades por parte de él, las cuales son públicas…”.
Baeva aseguró que todo el medio artístico y el público conocían los engaños antes que ella, y que al enterarse, no tuvo más opción que dar por terminada la relación.
Violencia emocional: una confesión dolorosa
Además de las infidelidades, Baeva reveló que sufrió violencia verbal y emocional durante la relación. Aunque dejó claro que nunca hubo agresión física, explicó:
“Viví varios tipos de violencia… el cómo me sentía, lo que estaba pasando… digo: ‘¿Cómo pude haber permitido tanto?’”.
Sus palabras se viralizaron rápidamente, generando una ola de reacciones en redes sociales.
La respuesta de Gabriel Soto: silencio estratégico
Al día siguiente, el actor mexicano de 49 años dio señales sobre su postura. A través del programa Hoy, se informó que Gabriel Soto no hablará del tema, alegando que no comenta sobre terceras personas.
“No dará declaraciones porque no habla de terceras personas”, comunicó su manager.
¿Una estrategia de imagen o respeto al proceso?
Aunque no se ha pronunciado directamente, Soto borró la mayoría de las fotos con Irina en redes sociales. Solo queda una publicación del cumpleaños de ella en 2023, donde le expresaba su amor.
Este gesto ha sido interpretado por muchos como una forma de cerrar el ciclo sin escándalos mayores, protegiendo su imagen, especialmente ahora que es protagonista de la telenovela Monteverde.
Una ruptura que expone viejas dinámicas del espectáculo
Lo ocurrido no es un caso aislado. La historia entre Gabriel e Irina reabre el debate sobre las relaciones en la farándula, el poder mediático y la normalización de dinámicas de control emocional.
Expertos en relaciones de pareja advierten que la violencia no siempre es física, y que los discursos como el de Irina visibilizan formas de maltrato más sutiles, pero igual de dañinas.
La separación de Irina y Gabriel no solo deja una historia de amor rota, sino un espejo de realidades emocionales que muchas personas viven fuera del reflector. ¿Será este un parteaguas para que otras figuras públicas hablen sin miedo? El tiempo dirá si el silencio de Soto es respeto o evasión.