El asesinato de Rob Reiner, actor y cineasta, y su esposa Michele Singer Reiner, a manos de su hijo Nick Reiner en Los Ángeles, California, conmocionó al círculo de Hollywood. Mientras la policía de Los Ángeles maneja el caso de homicidio Nick Reiner, las declaraciones de personas cercanas revelan un patrón de violencia, adicción y un profundo resentimiento familiar que funcionó como el trágico telón de fondo.
El detonante: una discusión en la fiesta de Conan O’Brien
Los detalles preliminares que se han podido conocer sobre la secuencia de eventos que culminaron en el doble homicidio indican una escalada de tensión el día previo a la tragedia. Según las investigaciones, Nick Reiner y sus padres asistieron a una fiesta navideña organizada por Conan O’Brien el sábado.
En ese evento se produjo una “acalorada discusión a gritos” entre Nick y sus progenitores. Al día siguiente, Romy, la hija de Rob y Michele, fue quien encontró los cuerpos de sus padres en su mansión de Los Ángeles y solicitó la intervención de las autoridades. Las víctimas, el actor y cineasta Rob Reiner, así como su esposa, la fotógrafa Michele Singer Reiner, recibieron varias heridas punzocortantes. Sin embargo, los detalles sobre el por qué su hijo Nick habría tomado la decisión de matarlos aún no están claros para la policía de Los Ángeles.
Patrón de violencia y la sombra del resentimiento
La policía de Los Ángeles ha conseguido diversas declaraciones de amigos, personas cercanas y ex empleados de la familia, que sugieren que el ya detenido hijo de Rob tenía un comportamiento violento. Este presunto comportamiento violento estaría directamente relacionado con sus problemas de adicción a las drogas.
Una fuente cercana, que conversó con The New York Post tras enterarse de las muertes a puñaladas, afirmó que el incidente del domingo no fue el primer altercado violento de Nick hacia sus padres:
- “Esta no es la primera vez que su hijo es violento”, aseguró el amigo de la familia, quien se negó a dar más detalles sobre los incidentes pasados.
- La fuente agregó que, aunque conocía la historia, nunca imaginó que el caso escalaría hasta un homicidio: “Sé de otro incidente ocurrido hace unos años con Nick, pero no diré más. Nunca pensé que llegaría a este punto. Es una verdadera pesadilla”.
Otro elemento clave que manejan los investigadores es el presunto resentimiento que Nick sentía hacia su padre, el actor y cineasta Rob Reiner, y hacia su abuelo. Una fuente anónima declaró a Page Six que el resentimiento se debía a la falta de éxito profesional de Nick en comparación con el prestigio familiar.
> “Creo que (Nick) realmente estaba resentido con su padre, o tal vez se odiaba a sí mismo, por no ser tan talentoso, prolífico o querido como su padre o su abuelo”.
Confesiones de adicción y destrozos previos
Los ataques de ira que el joven de 32 años padecía y que él mismo reconoció en el pasado han sido vinculados al consumo de drogas, específicamente la metanfetamina. Aunado a lo anterior, en el año 2018, el propio Nick Reiner admitió públicamente los impulsos violentos que lo llevaban a destruir bienes materiales.
The New York Post recordó una cita de una visita que Reiner realizó al podcast Dopey donde confesó haber destrozado la casa de sus padres como consecuencia de un arrebato de impulsos:
> “No es gran cosa. Me puse como un loco con estimulantes, creo que era cocaína y algo más, y estuve despierto durante días”, contó Nick al podcast, antes de confesar: “Empecé a pegarle a algunas cosas en mi casa de huéspedes”.
Michele y Rob tuvieron tres hijos en común.
Romy: la hermana que señaló al presunto asesino
Tras encontrar los cuerpos de sus padres, la hermana de Nick, Romy, fue crucial al momento de contactar a las autoridades. Según indican los medios locales, Romy solicitó a los agentes que consideraran a su hermano Nick como el principal “sospechoso” del crimen, calificándolo de hombre “peligroso”.
Esta percepción fue compartida por el círculo social de Nick Reiner. The New York Post logró conversar con una ex compañera de clase de Nick, quien aseguró que al enterarse del asesinato del actor y de la fotógrafa Michele Singer Reiner, “supo instantáneamente” que él era el responsable.
Cierre Reflexivo: La tragedia de la familia Reiner exhibe el lado oscuro de la fama y la presión que puede ejercer el legado de Hollywood sobre los descendientes, un caldo de cultivo donde la adicción y la violencia latente encontraron un desenlace fatal. Queda ahora a cargo de la policía de Los Ángeles desentrañar las complejidades finales de este caso que, según las fuentes, era una pesadilla anunciada.




