Durante la noche del 15 de septiembre, el Castillo de Windsor fue escenario de una polémica acción. Activistas proyectaron imágenes detallando la amistad entre el empresario Jeffrey Epstein y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un acto que culminó con su aprehensión horas antes de la llegada del mandatario norteamericano al Reino Unido para una visita de estado.
Intervención policial en el Castillo de Windsor
La acción se produjo durante la noche del 15 de septiembre, momentos antes de la llegada programada del presidente Donald Trump a Reino Unido para una visita de estado. La Policía británica reaccionó con celeridad ante la proyección de las controvertidas imágenes en los muros del castillo.
Felicity Parker, superintendente de la fuerza, enfatizó la seriedad con la que se toman estas situaciones. “Tomamos cualquier actividad no autorizada alrededor del Castillo de Windsor con mucha seriedad. Nuestros oficiales respondieron rápidamente para suspender la proyección y cuatro personas fueron detenidas”, afirmó.
Parker añadió que “estamos realizando una investigación minuciosa con nuestros colegas para determinar las circunstancias alrededor de este incidente y daremos más detalles un poco más adelante”, confirmando la apertura de una pesquisa.
El polémico vínculo entre Epstein y Trump: Un escándalo global
El escándalo derivado de la relación entre Donald Trump y Jeffrey Epstein ha generado innumerables titulares a nivel mundial. Al parecer, ambos fueron muy cercanos durante las décadas de los 80 y 90, aunque su cercanía disminuyó en los primeros años del nuevo milenio.
Resonancia en el Reino Unido y lazos con la realeza
En el Reino Unido, la figura de Epstein es particularmente sensible y recurrente. El príncipe Andrew, hermano del rey Carlos, estuvo presuntamente involucrado en la red delincuencial de Epstein, lo que añade una capa de complejidad al asunto en la monarquía británica.
La delicadeza del tema quedó también de manifiesto recientemente, cuando el embajador de Reino Unido en Estados Unidos fue cesado por la cancillería británica. Esto ocurrió después de filtrarse mensajes en los que el funcionario se refería al empresario como “su mejor amigo”.
La detención de estos activistas en un sitio tan emblemático como el Castillo de Windsor subraya la persistente relevancia y la profunda sensibilidad que el caso Jeffrey Epstein, y sus conexiones con figuras de alto perfil como Donald Trump y la realeza británica, continúa generando en la opinión pública internacional.