Una tarde rutinaria en Hanceville, Alabama, Estados Unidos, se tornó en tragedia. Delyla, una niña de 9 años, fue atacada brutalmente por un perro pastor australiano azul frente a su departamento el pasado 12 de noviembre. El incidente ha desvelado la cruda realidad de los gastos médicos urgentes tras un ataque animal.
El brutal ataque del 12 de noviembre en Hanceville
Los hechos, reportados por medios locales, ocurrieron el 12 de noviembre, mientras la pequeña Delyla se encontraba con su hermana en los escalones de su departamento. Ambas esperaban a su padre cuando, de manera inesperada, un perro pastor australiano azul llegó y atacó a la menor.
Katie McCay, madre de Delyla, fue quien confirmó los detalles del suceso. Explicó que el animal era paseado por un niño que perdió el control del canino durante el paseo.
El ataque fue repentino y extremadamente violento. El perro pastor australiano azul se abalanzó contra la cara de Delyla y, tras morderla, no la soltó. La hermana de la víctima gritó del susto al presenciar cómo el animal atacaba a la niña de 9 años.
La intervención heroica de un adolescente
De acuerdo con el relato de la madre, la situación crítica solo fue detenida gracias a la intervención oportuna de un adolescente que pasaba por el lugar. Este joven se lanzó contra el perro, golpeándolo hasta que logró que soltara la cara de la niña.
Sin embargo, el “salvador” también fue mordido por el canino antes de que el animal volviera a atacar. Esta acción fue crucial para liberar a Delyla y permitir que fuera trasladada de inmediato para recibir atención médica.
Las graves lesiones y el traslado de urgencia
Debido a la gravedad de las lesiones, la pequeña de 9 años tuvo que ser llevada al Hospital Infantil en helicóptero para ser atendida de urgencia.
Delyla presenta múltiples y severas lesiones derivadas del ataque, las cuales incluyen:
- Sutura en la cara.
- Laceración en el labio superior.
- Lesiones significativas en la boca y nariz.
La madre, Katie McCay, indicó que los doctores tuvieron que realizar varias cirugías debido a la extensión del daño. Además, la delicada salud de Delyla ha obligado a su madre a faltar a su trabajo.
La campaña de GoFundMe para cubrir los costos
A pesar de que la señora McCay contaba con seguro médico para su hija, los gastos iniciales fueron altos e inmediatos. Katie McCay declaró: “Me llamo Katie McCay. Nuestra hija Delyla fue atacada por un perro mientras esperaba a su padre en la entrada de nuestro apartamento y la trasladaron en helicóptero al Hospital Infantil. Como tengo seguro médico para ella, pensé que no habría problema, pero solo en copagos este fin de semana ya hemos gastado 300 dólares”.
Tras el ataque, la familia lanzó una campaña en la plataforma GoFundMe con la intención de recaudar fondos para poder pagar los gastos hospitalarios que se generaron.
Entre los gastos que se buscaban cubrir se encuentran:
- El traslado de Delyla en helicóptero al Hospital Infantil.
- La cita con el cirujano plástico.
- La cita con el cirujano general.
- Las visitas a urgencias requeridas para la aplicación de la vacuna antirrábica.
Adicionalmente, el esposo de Katie McCay, el padre de Delyla, ha tenido que incurrir en gastos para la recuperación en casa, como la compra de un cabezal de ducha especial y un irrigador bucal. Este último es necesario para que Delyla pueda enjuagarse la boca, ya que tiene el labio superior desprendido.
El objetivo inicial del GoFundMe era recabar 2 mil dólares para recuperar las inversiones iniciales en la recuperación de la niña de 9 años. No obstante, gracias al apoyo de la comunidad, la campaña ha superado con creces la meta, sumando ya más de 10 mil dólares donados para apoyar a la familia que sufrió el ataque del animal el 12 de noviembre.
Este trágico evento subraya no solo el riesgo que implica la pérdida de control de mascotas potencialmente peligrosas en zonas residenciales, como ocurrió en Hanceville, sino también la enorme carga financiera que los sistemas de salud imponen a las familias incluso en casos de lesiones críticas, haciendo de la solidaridad comunitaria, ejemplificada en el éxito del GoFundMe, un apoyo vital e insustituible.




