La madrugada en que Sara Millerey fue encontrada sin vida en un río de Coronel Oviedo marcó un antes y un después en Paraguay. Su nombre ya no es solo un caso: es un símbolo de una violencia que no cesa.
Un crimen que expone una realidad brutal
El asesinato de Sara Millerey no solo conmocionó por su violencia, sino por la narrativa de horror que encierra: una mujer de 35 años con los brazos y piernas rotos, arrojada a un río como desecho humano. El hallazgo ocurrió en abril de 2024 en la ciudad de Coronel Oviedo, y desde entonces, el país no ha dejado de exigir respuestas.
El primer detenido fue su expareja, principal sospechoso. Ahora, con la captura del segundo implicado, la investigación da un giro crucial.
Quién es el segundo implicado
El Ministerio Público no ha revelado aún la identidad del segundo detenido, pero confirmó su vinculación directa con los hechos. Su arresto representa una posible pieza clave para entender la logística del crimen y si hubo premeditación compartida.
Posibles cómplices y motivaciones
- ¿Fue un crimen pasional o un acto de represalia?
- ¿Cuál fue el rol de cada implicado en la agresión y posterior desecho del cuerpo?
- ¿Existieron antecedentes de violencia contra la víctima?
Estos son algunos de los interrogantes que las autoridades buscan esclarecer con los nuevos testimonios.
El eco social: feminicidio y protesta
Organizaciones feministas han catalogado el caso como un feminicidio, una forma extrema de violencia de género que lamentablemente no es aislada. Según datos del Observatorio de Igualdad y Género de Paraguay, en 2023 se registraron 41 feminicidios en el país.
“Lo de Sara no fue un crimen cualquiera, fue un mensaje violento a todas nosotras. Y no lo vamos a permitir”, declaró una vocera de la organización Kuña Róga durante una manifestación en Asunción.
El lento avance de la justicia
Aunque la detención de ambos sospechosos es un paso importante, el sistema judicial paraguayo ha sido criticado por su lentitud y falta de perspectiva de género. La presión mediática y social ha sido determinante para que el caso no quede archivado.
- La fiscal del caso ha prometido “una investigación rigurosa y sin impunidad”.
- Colectivos sociales exigen una tipificación clara como feminicidio y una condena ejemplar.
La memoria de Sara como bandera
Hoy, el nombre de Sara Millerey circula en pancartas, hashtags y vigilias. Su historia es ahora un llamado urgente a transformar un sistema que muchas veces llega tarde.
El impacto de su caso:
- Visibilización de la violencia estructural contra las mujeres.
- Debate sobre la eficacia de las medidas de protección vigentes.
- Presión para una reforma judicial con enfoque de género.
Justicia para Sara: ¿será posible?
Cada nuevo dato del caso Millerey nos acerca a la verdad, pero también evidencia lo lejos que estamos de erradicar la violencia feminicida. La detención del segundo implicado no solo es un avance penal: es una oportunidad para mirar de frente una problemática social profunda. ¿Será Paraguay capaz de responder con justicia y acción transformadora?