Un devastador sismo de magnitud 6 golpeó el este de Afganistán durante la medianoche local el 1 de septiembre de 2025, dejando un rastro de muerte y destrucción. Las autoridades informaron que la catástrofe ha cobrado la vida de 812 personas y ha herido a más de 2 mil 800, en un país ya azotado por profundas crisis humanitarias.
El sismo y sus consecuencias inmediatas
La catástrofe, considerada uno de los peores terremotos en la historia reciente de Afganistán, se registró a una profundidad de 10 kilómetros. El vocero de la administración, Zabihullah Mujahid, precisó que el sismo causó 812 muertos en las provincias orientales de Kunar y Nangarhar. De estas víctimas, al menos 610 personas fallecieron en Kunar y 12 en Nangarhar.
Las imágenes de Reuters TV mostraron los desesperados esfuerzos de rescate, con helicópteros sacando a los afectados de los escombros y residentes ayudando a las fuerzas de seguridad y a los médicos a llevar a los heridos a las ambulancias. La búsqueda de supervivientes continúa en las remotas zonas montañosas, muchas de ellas aisladas de las redes de telefonía móvil, a lo largo de la frontera con Pakistán, donde las casas de adobe se derrumbaron con el temblor. Tres aldeas en Kunar fueron arrasadas por completo y muchas otras sufrieron daños sustanciales.
Llamado de auxilio y respuesta del gobierno talibán
El sismo pondrá aún más a prueba los ya limitados recursos del gobierno talibán, que lidia con severas crisis humanitarias, una brusca caída de ayuda internacional y la expulsión de ciudadanos afganos de países vecinos. Sharafat Zaman, portavoz del Ministerio de Sanidad en Kabul, hizo un llamado urgente a la ayuda internacional para hacer frente a la devastación. “La necesitamos porque aquí mucha gente perdió la vida y sus casas”, declaró a Reuters.
El Ministerio de Defensa informó que equipos militares de rescate fueron desplegados en toda la región. Abdul Maten Qanee, portavoz del Ministerio de Sanidad, añadió que “todos nuestros (…) equipos se han movilizado para acelerar la asistencia, de modo que se pueda proporcionar un apoyo integral y completo”, abarcando desde la seguridad hasta la alimentación y la sanidad. Se utilizaron 40 aeronaves para trasladar a 420 heridos y fallecidos.
Contexto de vulnerabilidad y respuesta internacional
Este es el tercer gran terremoto mortal en Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder en 2021, tras la retirada de las fuerzas extranjeras, lo que provocó un drástico recorte de la financiación internacional que antes constituía la mayor parte de las finanzas del gobierno. Incluso la ayuda humanitaria, diseñada para eludir las instituciones políticas y atender necesidades urgentes, ha disminuido significativamente, pasando de 3 mil 800 millones de dólares en 2022 a 767 millones este año.
Un temblor de magnitud 6 en 2022, que mató a mil personas en la misma región oriental, fue la primera gran catástrofe natural a la que se enfrentó el gobierno talibán. Agencias humanitarias reportan estar luchando contra una “crisis olvidada” en Afganistán, donde Naciones Unidas estima que más de la mitad de la población necesita ayuda humanitaria urgente.
La comunidad internacional ha comenzado a responder. China, a través de un portavoz de su ministerio de Asuntos Exteriores, expresó su disposición a proporcionar ayuda en caso de catástrofe “según las necesidades de Afganistán y dentro de su capacidad”. El secretario general de la ONU, António Guterres, informó en una publicación de X que la misión de la organización en Afganistán ya se estaba preparando para ayudar a los habitantes de las zonas devastadas por el terremoto.
Mientras los equipos de rescate luchan contra el tiempo para encontrar supervivientes, el sismo ha expuesto la extrema vulnerabilidad de Afganistán. Con más de la mitad de su población necesitando ayuda urgente, la comunidad internacional se enfrenta al imperativo moral de responder a una crisis ya olvidada.