La cooperación judicial entre Estados Unidos y México se materializó con la transferencia de catorce connacionales condenados por narcotráfico y posesión de armas. Este movimiento, bajo el Tratado de Transferencia de Prisioneros, subraya la complejidad de los acuerdos binacionales y la gestión de sentencias de alto perfil.
El retorno de 14 sentenciados por distribución de drogas
El Departamento de Justicia de Estados Unidos realizó el viernes pasado la entrega de catorce ciudadanos mexicanos que cumplían condenas en ese país a las autoridades mexicanas. Estos individuos habían sido sentenciados por delitos graves relacionados con la distribución de drogas y la posesión ilegal de armas de fuego.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, las catorce personas privadas de su libertad solicitaron formalmente el traslado a México para completar sus sentencias.
La autoridad del país del norte indicó que, tras la aprobación de ambos gobiernos:
- Los convictos fueron trasladados el 5 de diciembre.
- Cumplirán el resto de sus condenas en México, según lo estipulado en el tratado.
Esta transferencia se fundamentó en el Tratado Internacional de Transferencia de Prisioneros entre Estados Unidos y México.
El mecanismo legal y los funcionarios involucrados
La Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de Estados Unidos fue la encargada de realizar la transferencia. Esta labor contó con el apoyo operativo de la Oficina Federal de Prisiones (BOP) del Departamento.
El anuncio oficial sobre el traslado fue comunicado por:
- El fiscal general adjunto interino Matthew R. Galeotti, de la División Criminal del Departamento de Justicia.
- El director adjunto Shane Salem, de la División de Programas Correccionales de la BOP.
El Programa Internacional de Traslado de Prisioneros, autorizado por el Congreso, es el marco legal que rige estos movimientos. Dentro de este programa, la Unidad Internacional de Traslado de Prisioneros (IPTU) de la División Penal, adscrita a la Oficina de Asuntos Internacionales, tiene la función de administrar el programa y coordinar todos los traslados basados en tratados.
Reciprocidad y alcance internacional
La colaboración legal entre las naciones se demostró con un movimiento recíproco. Este martes, tres ciudadanos estadounidenses condenados por tráfico de sustancias controladas fueron trasladados a su país de origen.
Estos sentenciados cumplirán el resto de sus sentencias, las cuales varían de los veintidós meses a los cuatro años y medio de prisión.
El programa general de transferencia bajo el que operan permite que los extranjeros que cumplen los requisitos y se encuentran bajo custodia federal y estatal puedan, bajo ciertas condiciones, ser trasladados a su país de origen para cumplir sus condenas. El Departamento de Justicia señaló el amplio alcance de su operación internacional: Estados Unidos mantiene actualmente otros diez acuerdos bilaterales de traslado y dos convenciones multilaterales, lo que facilita la colaboración con más de ochenta y cinco países.
La gestión de sentencias de esta magnitud, que involucra a convictos por narcotráfico, pone de relieve la continua interdependencia legal y política entre México y Estados Unidos, buscando que los sentenciados cumplan sus penas en su nación de origen, un proceso complejo que requiere la coordinación de diversas oficinas gubernamentales en ambos lados de la frontera.




