La sombra de la sequía histórica y la amenaza arancelaria de Donald Trump penden sobre el futuro del Tratado de Aguas de 1944. A pesar de la contundencia de las presiones, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó avances en el sensible acuerdo de agua México 2025, buscando una solución diplomática que reconozca la realidad climática.
La presión de Trump y el contexto del Tratado de 1944
El complejo escenario hídrico binacional se intensificó tras la amenaza del homólogo Donald Trump de imponer aranceles del 5 por ciento si México no cubría un bloque de agua pendiente.
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum ha mantenido una postura de cero confrontación, enfocada en la negociación. En la conferencia Mañanera del 11 de diciembre, Sheinbaum informó sobre los avances en las conversaciones bilaterales:
- Estado actual: “Hay avances, pero todavía no se cierra, se sigue trabajando”, indicó la mandataria, señalando que la reunión binacional continuaba.
- Volumen pendiente: México debe cubrir poco más de mil millones de metros cúbicos de agua en este ciclo.
Sheinbaum subrayó que cualquier pacto debe incluir el reconocimiento de la sequía de cinco años que afecta al país. Afirmó que el incumplimiento en la entrega no se debe a la falta de voluntad, sino a las condiciones climáticas. Además, recordó que el Tratado de 1944 contempla esta contingencia: “El propio Tratado establece es que si no se entregó en cinco años, se puede entregar en los cinco años siguientes. Tiene que haber un reconocimiento de esta situación y se está poniendo sobre la mesa”.
Mesas de diálogo y el equipo negociador de alto nivel
La diplomacia binacional se intensificó con la quinta reunión virtual binacional de 2025. Este encuentro, iniciado el martes, tiene como objetivo dar seguimiento a las entregas de agua y realizar una evaluación técnica, buscando un acuerdo que beneficie a ambas naciones en apego al Tratado de Aguas de 1944. La presidenta dijo que se debe tener en cuenta la sequía en el país.
La reunión de alto nivel, que se llevó a cabo virtualmente, contó con la participación de funcionarios clave de ambos gobiernos:
Representación mexicana:
- Julio Berdegué, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
- Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte y encargado del despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
- Efraín Morales, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Representación estadounidense:
- Brooke Rollins, secretaria de Agricultura.
- Christopher Landau, subsecretario de Estado.
Saneamiento del río Tijuana: un segundo frente binacional
Además del cumplimiento del Tratado de 1944, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó el tema del saneamiento del río Tijuana, luego del emplazamiento del mandatario Donald Trump a México para solucionar “inmediatamente las descargas sucias a ese río que contamina la costa sur de San Diego”.
La presidenta, desde el salón Tesorería de Palacio Nacional, explicó que existe un acuerdo previo, firmado desde la administración anterior, que incluía la construcción de una planta de tratamiento. Recientemente, se firmó un nuevo “esquema de entendimiento” entre la secretaria Alicia Bárcenas y el titular de la agencia de protección ambiental de los Estados Unidos. Este tema también se está incluyendo en las mesas de diálogo sobre el cumplimiento del tratado de agua de 1944.
Los compromisos de infraestructura son binacionales:
- Estados Unidos: Deben “ampliar una planta de tratamiento que esté en San Diego. Todavía no lo hacen, ellos tienen que cumplir con eso”.
- México: Se realizarán obras a partir del próximo año, incluyendo una serie de colectores y la ampliación de la planta de tratamiento que ya se encuentra en funcionamiento.
La mandataria señaló que durante años parte del drenaje de Tijuana se vertía al Pacífico y este segundo acuerdo busca evitar esa contaminación. Respecto a la publicación de Trump sobre el saneamiento, Sheinbaum comentó: “A lo mejor no estaba suficientemente informado o, no sé, no podemos determinar cuál fue la razón por la cual hizo esta publicación. Pero en particular, en ese caso, ya hay dos acuerdos que tienen que quedar establecidos”, manifestando que “no hay problema, porque ya hay acuerdo desde hace rato”.
Voluntad diplomática contra las tarifas
La presidenta recalcó que la voluntad de ambos países es priorizar el diálogo y llegar a un acuerdo sin la necesidad de recurrir a represalias económicas.
“La publicación del presidente Trump, pues es en el marco de las mesas que está habiendo”, manifestó Sheinbaum. Y enfatizó la limitación de la respuesta hídrica de México: “Más allá del 5 por ciento de las tarifas que pudieran plantear en su publicación, pues el agua que se puede entregar es el agua que se puede entregar, no se puede entregar más”. Existe la voluntad de ambos países, afirmó, para llegar a un acuerdo “sin necesidad de llegar a un asunto de tarifas y otros temas”.
El pulso por el agua potable entre México y Estados Unidos revela que, incluso en temas regidos por tratados centenarios, el cambio climático y la presión política dictan la agenda. La pregunta crucial es si la diplomacia encabezada por Sheinbaum logrará contener la amenaza arancelaria de Donald Trump, transformando la sequía de cinco años en un motivo de cooperación y no de conflicto bilateral.



