La muerte de Jodi Proger ha desatado una conmoción internacional y un debate sobre la vida salvaje. La activista, reportada inicialmente con 54 años, dedicada al rescate animal en Ohio, Estados Unidos, fue encontrada sin vida tras ser atacada brutalmente en su propiedad en Stewartsville, al sur de Akron. El caso se polariza ante las versiones mediáticas que señalan a uno de sus venados rescatados como el responsable.
El brutal ataque en Ohio y la versión inicial de la policía
El lamentable hecho ocurrió el pasado 15 de noviembre en la propiedad de la mujer. Jodi Proger se encontraba realizando sus tareas diarias relacionadas al cuidado de los animales cuando, según reportó WSYX, quedó atrapada en el corral con el venado de cola blanca. Se presume que el ataque ocurrió en respuesta a los instintos salvajes del ciervo.
Agentes de la policía del condado de Belmont fueron los que hallaron a la mujer. Intentaron defenderla disparándole al venado, pero no tuvieron suerte en el rescate. Tras la llegada de los equipos de emergencia, la rescatista fue declarada muerta en el lugar del accidente.
Sin embargo, la hija de Jodi Proger, Jennifer Bryan, ofreció otros detalles cruciales sobre el momento en que se encontró el cuerpo. Ella aseguró que fue su esposo (el yerno de Jodi Proger) quien acudió primero a la vivienda. El yerno luchó para encerrar al venado y casi le rompen las manos durante el forcejeo, para después pedir ayuda a emergencias al no poder controlar al ciervo.
La cronología del 15 de noviembre
La conmoción mundial llevó a las autoridades de Ohio, incluyendo al Departamento de Recursos Naturales y al Departamento de Agricultura del Estado, a iniciar las investigaciones correspondientes para esclarecer las causas de muerte. Las primeras versiones que circularon destacaron que el venado que habría agredido a la mujer fue un ciervo de nombre Wheezer.
El animal, que solía ser vestido por la activista, fue el primero que Jodi Proger rescató en 2013 y al que cuidó por más de 12 años, junto a otros cuatro ejemplares.
El descargo de Jennifer Bryan: “Wheezer no mató a mi mamá”
Jennifer Bryan, la hija de la activista Jodi Proger, lanzó un comunicado a través de Facebook aclarando todas las especulaciones sobre el trágico deceso de su madre, especialmente aquellas que culpaban a Wheezer, el primer venado que la mujer rescató.
“¡LOS ARTÍCULOS DE LAS NOTICIAS SON UN CHISTE! ¡NO crean todo lo que leen! Estoy tan enojada”, escribió Jennifer Bryan, criticando la “inexactitud” de la cobertura. En respuesta a los señalamientos contra el animal, la hija fue contundente: “Wheezer no mató a mi mamá”.
Inexactitudes mediáticas y la defensa del animal
En su mensaje, Jennifer Bryan enlistó 15 puntos en los que destacó la experiencia y el conocimiento de su madre sobre el manejo de estos animales. La activista, que tenía permisos para su cuidado, era consciente de los riesgos inherentes.
Jennifer Bryan reveló que su madre sí estaba sola al momento del ataque porque su actual esposo (padrastro de Jennifer) tuvo un accidente previo que lo llevó a la unidad de terapia intensiva.
En cuanto al ataque, detalló que el venado escapó del corral, sin que se conozca la forma en que esto fue posible. Ante la ausencia de la mujer, el esposo de Jodi Proger se puso en contacto con Jennifer, quien envió a su marido (el yerno) a buscarla.
> “Mi esposo buscó en la propiedad, sin poder localizarla por lo que parecieron horas pero probablemente fueron 20 minutos; descubrió que el venado no estaba encerrado y luchó para encerrarlo. El venado casi le rompe las manos a mi esposo durante el forcejeo”, detalló la hija sobre el hallazgo.
Jennifer Bryan concluyó su posteo solicitando respeto y tiempo para el duelo, destacando que su madre era “esposa, era madre/abuela, era defensora de los animales y era amada”, y que “disfrutó cada minuto amando y cuidando a estos animales”.
¿Quién era Jodi Proger? Una vida dedicada al rescate animal
Jodi Proger fue una activista que desde 2013 se encargaba de rescatar ciervos y posteriormente ofrecerles rehabilitación acreditada en su terreno ubicado en Stewartsville. Se sabe que por los últimos 12 años dedicó su vida a apoyar la causa.
Aunque el texto fuente contiene una inconsistencia en la edad, al señalar que la mujer tenía 54 años y después que falleció a los 64, lo cierto es que dedicó sus últimos años al cuidado de la vida salvaje.
El origen del rescate de Wheezer en 2013
La decisión de la mujer de rescatar este tipo de animales surgió tras presenciar cómo un automóvil atropelló y asesinó a una cierva en una autopista. Luego del fatal accidente, se hizo cargo de la cría de pocos días de nacida, pues el dolor al ver al ciervo solo la destrozó.
En ese entonces, Jodi Proger relató a The Dodo que “El ciervo circulaba desconsoladamente alrededor del cuerpo de su madre al borde de la ruta”. Tras quedarse como responsable del venado, le puso el nombre de Wheezer.
Cabe destacar que Jodi Proger habló en más de una ocasión con alegría de Wheezer, señalando que el animal tenía el mismo comportamiento que un perro. A dos años de su rescate, le comentó al sitio 12 On Your Side que Wheezer “Corre, juega, es como un perro grande. Es feliz, es un ciervo muy contento; si no lo fuera, no querría entrar a la casa”.
La trágica muerte de Jodi Proger, independientemente de la identidad del venado atacante, subraya los riesgos inherentes a la labor de rescate de fauna salvaje y el debate ético que se abre sobre la tenencia de animales no domesticados. La verdad, como señala su hija, podría estar distorsionada por los medios, pero el vacío dejado por la activista en la comunidad de rescate es indiscutible.




