El pulso geopolítico entre Washington y Caracas se trasladó al espacio aéreo. El 26 de noviembre, Venezuela revocó la concesión de vuelo a seis importantes aerolíneas internacionales, profundizando la crisis aérea Venezuela. La medida, dictada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro, responde directamente a las advertencias de seguridad emitidas por la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA).
La represalia de Caracas ante la advertencia de Estados Unidos
El Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela anunciaron, mediante un comunicado conjunto divulgado la madrugada del jueves, la cancelación de la concesión de vuelo para media docena de aerolíneas internacionales. La medida entró en vigor de manera inmediata, luego de ser publicada en la Gaceta Oficial, fechada el 26 de noviembre.
Las compañías afectadas por la suspensión de operaciones fueron:
- Iberia
- TAP Portugal
- Avianca
- LAN (Latam)
- Turkish Airlines
- Gol
Según el Gobierno venezolano, las aerolíneas fueron despojadas de la concesión por “sumarse a las acciones de terrorismo de Estado promovido por el gobierno de los Estados Unidos, suspendiendo unilateralmente sus operaciones aerocomerciales hacia y desde la República Bolivariana de Venezuela”.
El NOTAM y la soberanía del espacio aéreo venezolano
La administración de Nicolás Maduro justificó la cancelación señalando que la suspensión de operaciones de las aerolíneas fue calculada en un NOTAM (acrónimo en inglés de Notice to Air Missions o Aviso a las Misiones Aéreas) emitido por una autoridad aeronáutica “sin competencia” en la Región de Información de Vuelo (FIR).
La FIR, por sus siglas en inglés, es el área de control aéreo internacionalmente asignada que incluye el espacio aéreo y marítimo venezolano, así como porciones del mar Caribe, donde Caracas insiste en su soberanía de gestión.
El contexto de seguridad: FFAA, militares y narcotráfico
La escalada diplomática se produce tras una advertencia previa de la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA). El 21 de noviembre, la FAA advirtió a los pilotos que tuvieran “precaución” al volar sobre Venezuela.
El motivo de la advertencia, según el organismo estadounidense, es el “empeoramiento de la situación de seguridad y la creciente actividad militar” alrededor del país sudamericano.
El despliegue de Donald Trump y el saldo de muertos
La advertencia de la FAA se produjo en momentos de fuertes tensiones debido al despliegue, desde septiembre, de fuerzas militares estadounidenses. Estas fuerzas ejecutan una serie de ataques contra embarcaciones sospechosas de contrabando de drogas en aguas internacionales del Caribe y del océano Pacífico, incluidas varias embarcaciones que, afirman, partieron de Venezuela.
Derivado de estos ataques, al menos 80 personas han muerto. El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, sostiene que el despliegue naval tiene como objetivo combatir las amenazas de los cárteles de drogas latinoamericanos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en contraste, describe el despliegue como un ataque directo a la soberanía de la nación y lo enmarca dentro de un esfuerzo por derrocarlo.
El efecto dominó: más de media docena de suspensiones
Aunque el comunicado oficial de Venezuela solo nombró a las seis aerolíneas internacionales, la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV) confirmó a The Associated Press que la suspensión de vuelos se extendió a más compañías.
Además de las seis mencionadas, también suspendieron sus vuelos:
- Air Europa
- Plus Ultra
- Caribbean
- Laser (venezolana)
- Estelar (venezolana)
Es importante señalar que las aerolíneas venezolanas Estelar y Laser suspendieron sus vuelos hasta el 1 de diciembre, citando motivos operacionales de sus proveedores aéreos españoles Plus Ultra e Iberojet, respectivamente.
El espacio aéreo venezolano se convierte ahora en un nuevo frente de batalla entre el presidente Nicolás Maduro y las políticas de la Casa Blanca, mientras que las aerolíneas y miles de pasajeros quedan atrapados en medio de una escalada diplomática sin precedentes en la región. ¿Hasta dónde está dispuesto a llevar el conflicto el gobierno de Caracas a costa de su conectividad internacional?




