Kisean Paul Anderson, mejor conocido como Sean Kingston y mundialmente famoso por éxitos como “Beautiful Girls” y “Take You There”, se enfrenta ahora a un duro capítulo judicial. Un tribunal federal en el sur de Florida lo sentenció el pasado viernes 15 de agosto a 42 meses de prisión por su participación en un sofisticado esquema de fraude que defraudó a vendedores por más de un millón de dólares.
Contexto de la detención
Cabe recordar que en mayo de 2024, agentes del FBI y una unidad SWAT irrumpieron en la mansión alquilada por Kingston en Fort Lauderdale, Florida, arrestando a su madre, Janice Turner. Horas después, Kingston fue detenido en una base militar del Ejército cerca de Fort Irwin, California, mientras actuaba en un evento.
El esquema de fraude millonario
De acuerdo con el comunicado oficial del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), el fraude se cometió entre abril de 2023 y marzo de 2024. Kingston contactaba a vendedores de artículos de lujo a través de sus plataformas sociales, especialmente Instagram, aprovechando su fama para generar confianza.
Luego, los invitaba a sus ostentosas residencias en Broward County, prometiendo exposición mediática como parte del trato. Una vez que los vendedores entregaban la mercancía, no recibían el pago, pues este era reemplazado con recibos bancarios falsificados, elaborados con la cooperación de su madre, Janice Turner, de 62 años.
El veredicto y la postura judicial
En marzo de 2025, Sean Kingston y Janice Turner fueron hallados culpables de un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y cuatro cargos adicionales de fraude electrónico (wire fraud). En julio, Turner fue condenada a cinco años de prisión federal por su papel central en el fraude, pues la consideraron la “cerebro” del plan, con antecedentes similares de conducta delictiva.
El juez federal David S. Leibowitz afirmó que el plan era “premeditado” y que la fama de Kingston no lo eximía, sino que agravaba el delito. La defensa solicitó que Kingston pudiera entregarse en una fecha posterior por supuestos problemas de salud, pero el magistrado desestimó la solicitud, ordenando su arresto inmediato en la sala.
Reacciones y pena impuesta
Durante la audiencia, Kingston se disculpó públicamente, afirmando que “aprendió la lección”. Su abogada, Zeljka Bozanic, lo describió como alguien inmaduro en lo financiero, “con la mentalidad de un adolescente” que carecía de guía adecuada al administrar sus ingresos.
Bozanic declaró: “Respetamos la decisión del Tribunal y el proceso judicial. Nos complace que el Tribunal no haya accedido a la solicitud del gobierno de cinco años y, en cambio, haya condenado a Sean por debajo de las pautas de sentencia. Es importante destacar que la mayor parte de la restitución en este caso se pagó, incluso antes de que se presentaran estos cargos”.
Además de la condena de tres años y medio tras las rejas, el tribunal dispuso que, una vez liberado, Kingston permanezca bajo libertad condicional por un periodo adicional de tres años. Durante ese lapso, el artista estará obligado a cumplir estrictas condiciones de libertad vigilada, incluyendo limitaciones en sus movimientos financieros y revisiones periódicas por parte de oficiales de libertad condicional. Igualmente, el juez fijó para los próximos meses una nueva audiencia en la que se establecerá con exactitud el monto de la restitución económica, es decir, la suma que Kingston deberá reembolsar a los afectados por el fraude. Esa cifra podría ascender a más de un millón de dólares, dependiendo de la valoración final de los bienes involucrados y de las reclamaciones que presenten los damnificados.
Este caso subraya que ni la fama ni el éxito artístico eximen de la responsabilidad legal, un mensaje contundente que resuena en el ámbito de la justicia.