Productores agrícolas del sur de Tamaulipas se han sumado a las movilizaciones nacionales, escalando las protestas a bloqueos viales estratégicos. La acción coordinada busca evidenciar la grave crisis agrícola Tamaulipas y exigir al Gobierno Federal la homologación de precios y el restablecimiento de los programas e incentivos eliminados en años recientes.
La paradoja de la cosecha: costos disparados y precios insuficientes
El sector agrícola atraviesa una de sus peores crisis, según lo expuesto por los propios agricultores. El productor altamirense Dimas Salazar subrayó que, si bien los costos de producción continúan al alza, los precios de compra que reciben por sus granos no son suficientes para recuperar la inversión realizada.
Los productores se unieron a la exigencia nacional para que se restablezca el mecanismo de homologación de precios, el cual operaba como una compensación para los agricultores cuando los valores internacionales de granos como el maíz y la soya no lograban cubrir los costos operativos.
El caso crítico de la soya y el maíz
Salazar detalló, con cifras concretas, la brecha económica que está asfixiando a los campesinos:
- Soya: Producir una hectárea tiene un costo cercano a los 9,000 pesos. El precio de compra que están pagando es de 7,600 pesos.
- Para obtener alguna ganancia, los agricultores deben producir más de tonelada y media por hectárea, una cifra que “no siempre es posible”, señaló Salazar.
- Maíz: En este cultivo, los productores denuncian que “hacen falta $2.50 pesos por kilo que el gobierno no ha querido liberar”.
El productor fue contundente al denunciar que resulta “imposible sostener el campo así” bajo las condiciones económicas actuales.
El colapso del campo social y la advertencia a la soberanía alimentaria
El sector social del campo es el que enfrenta mayores dificultades, de acuerdo con las declaraciones de Dimas Salazar, quien enfatizó la falta de capital para afrontar gastos esenciales. Los agricultores de este sector carecen de recursos para realizar reparaciones o renovar la maquinaria necesaria para su trabajo.
“Si un tractor se descompone, ya no hay dinero para arreglarlo. No hay ahorros, no hay incentivos, no hay estímulos. El campo social está quebrado“, expresó.
Los agricultores de la región advirtieron que, si el panorama económico y la falta de apoyos persisten, la soberanía alimentaria del país se encuentra en un riesgo inminente. La falta de sustentabilidad económica provocará que cada vez menos productores puedan sostener sus cosechas.
Mientras la mitad de los agricultores de la región se encuentran en plena cosecha, intentando recuperar parte de su inversión, el resto respalda las movilizaciones nacionales para ejercer presión sobre las autoridades.
Medidas de presión: bloqueos estratégicos en las carreteras de Tamaulipas
Ante la ausencia de respuesta a sus demandas, los agricultores intensificaron sus protestas con el bloqueo de puntos clave de infraestructura y transporte en Tamaulipas.
Esta es la ocasión en la cual se realizan más bloqueos a las carreteras por parte de los productores agrícolas, demostrando que sus demandas no han sido satisfechas. Los bloqueos se efectuaron utilizando tractores y camionetas y se limitaron específicamente a impedir la circulación del transporte de carga pesada, en tanto que se daba paso a los vehículos particulares y autobuses de pasajeros.
Los puntos de bloqueo incluyeron:
- Los puentes internacionales de Nuevo Progreso y Pharr.
- Las carreteras Victoria-Matamoros y Altamira-El Mante.
- La carretera Ribereña.
- La carretera Reynosa-Monterrey.
Estos bloqueos provocaron que en las carreteras mencionadas se hicieran largas filas, dejando a muchos vehículos prácticamente varados. Debido a que el anuncio de los bloqueos se formuló con anticipación, empresas transportistas tomaron la decisión de demorar sus viajes.
La postura de la Unión Agrícola Regional del Norte
Miembros de la Unión Agrícola Regional del Norte lamentaron tener que adoptar tales medidas de presión como el bloqueo de las carreteras. Atribuyeron la necesidad de estas acciones a la intransigencia del Gobierno Federal a escucharles y satisfacer sus demandas. Insistieron en que los precios del maíz y sorgo se encuentran muy por debajo de los costos de producción, lo cual complica seriamente el sostenimiento de la producción de granos básicos.
La crisis en el campo de Tamaulipas no es solo una cuestión de números, sino un reflejo del quiebre estructural que amenaza la producción de granos básicos. ¿Cuánto más puede soportar el sector social antes de que la advertencia de riesgo a la soberanía alimentaria se convierta en una realidad irreversible?




