La Niña, el fenómeno meteorológico que redefine los patrones climáticos globales, está a punto de regresar. Con una probabilidad que supera el 50%, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha alertado sobre un posible episodio débil que, a pesar de reducir las temperaturas medias mundiales de forma transitoria, podría traer consigo un invierno caótico y extremadamente severo para México, marcado por una sequía histórica.
La Niña: entre la probabilidad y la alerta internacional
La comunidad científica internacional monitorea de cerca la posible llegada de un episodio débil del fenómeno La Niña, el cual podría perturbar seriamente las pautas meteorológicas y climáticas.
Según un reporte emitido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el 4 de diciembre, los indicadores oceánicos y atmosféricos se encontraban, a mediados de noviembre de 2025, en el límite que marca el inicio de dicho evento.
El pronóstico de la OMM es claro:
- Para el periodo que abarca diciembre de 2025 a febrero de 2026, la probabilidad de que se instaure este episodio de La Niña es del 55%.
- A pesar de la alta probabilidad, la fecha exacta de inicio y los efectos específicos que podría generar en México y otros países aún no se conocen con exactitud.
Por su parte, expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), en un comunicado publicado el 11 de diciembre, confirmaron que La Niña persistió durante noviembre y predijeron que el fenómeno meteorológico continuará en la temporada invernal (diciembre-febrero). Sin embargo, se anticipa que el patrón climático ENSO-neutral (donde ni El Niño ni La Niña están activos) se verá favorecido entre enero y marzo de 2026.
El impacto paradójico en la temperatura global
Un punto de análisis crucial es la forma en que La Niña afecta las temperaturas globales. Aunque este fenómeno reduce de forma transitoria las temperaturas medias mundiales alrededor del globo, el reporte de la OMM indica que, a pesar de su presencia, se esperan temperaturas superiores a lo normal en múltiples regiones del planeta.
El antecedente de sequías amplificadas en México
Si bien no existe la certeza de que La Niña traiga heladas, lluvias, ventarrones o sequías de manera inmediata, se tiene el antecedente de lo que ocurrió en diversas zonas de México y en otros países en años previos tras la llegada del fenómeno meteorológico.
El especialista Alejandro Jaramillo Moreno, adscrito al Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó en diciembre de 2022 que La Niña tiene una influencia específica en el territorio nacional:
- Favorece las sequías.
- Provoca que las lluvias “lleguen con poca cantidad de agua”.
- Este fenómeno ha generado condiciones que favorecen la sequía en México ya que mucha de la humedad y precipitaciones que llegan a través de frentes fríos simplemente no arriban.
El experto detalló que la circulación atmosférica generada por La Niña tiende a empujar esos fenómenos más hacia el noroeste de los Estados Unidos, donde las condiciones se vuelven mucho más lluviosas. En contraste, el sur del país se volvió “un poco más húmedo” en ocasiones anteriores.
Consecuencias socioeconómicas de la falta de precipitaciones
Las consecuencias de estas alteraciones hídricas impactan la economía y la disponibilidad de recursos básicos. Jaramillo Moreno enfatizó las repercusiones observadas previamente:
> “La falta de agua salpica a otras áreas como la agricultura. Si no hay agua, no se puede regar, y entonces hay falta de disponibilidad de productos que afecta no solo el abastecimiento de comida, sino también el precio al consumidor. Igual, hay un aumento en los costos de los servicios de agua”.
El doble filo: inundaciones catastróficas en el sur
El fenómeno La Niña demuestra ser un evento de doble filo. Si bien favorece la escasez en México, también es capaz de propiciar un evento totalmente diferente, es decir, que llueva mucho y se provoquen inundaciones catastróficas.
Como antecedente, La Niña propició eventos extremos de lluvia que causaron inundaciones como las que vivieron en “ese año” Colombia, Australia, Brasil y Ecuador.
Cierre Reflexivo:
Con la posibilidad del 55% de un episodio de La Niña confirmada por la OMM, México enfrenta la necesidad de prepararse no solo para la escasez hídrica que históricamente ha provocado este fenómeno, sino para las severas consecuencias económicas y agrícolas derivadas de la sequía. Ante la incertidumbre de los efectos exactos y la variación regional del clima, ¿están las instituciones mexicanas preparadas para gestionar un invierno que podría ser el más caótico en años?
