El debate sobre si un incremento al salario mínimo puede desatar una espiral inflacionaria es una constante en la economía mexicana. Ante la propuesta de aumento para 2026, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha tomado una postura firme, buscando disipar los temores de que el salario mínimo inflación 2026 genere inestabilidad.
La postura oficial: descartando el riesgo inflacionario
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha descartado categóricamente la posibilidad de un aumento en la inflación, así como de los precios de alimentos y productos, derivado del próximo incremento al salario mínimo programado para 2026.
Durante una conferencia de prensa, la mandataria explicó la base técnica que sustenta esta previsión optimista:
- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) llevó a cabo consultas específicas con el Banco de México (Banxico) para medir los posibles impactos inflacionarios del aumento.
- Sheinbaum señaló que, de acuerdo con los cálculos, “lo que representa la parte laboral en el costo de producción no implicaría incrementos ni en los productos y, por lo tanto, tampoco en la inflación”.
Estos señalamientos buscan reforzar la confianza en la estrategia de incrementos salariales sin desestabilizar la macroeconomía.
Consenso técnico y la experiencia histórica
Marath Baruch Bolaños López, secretario del Trabajo y Previsión Social, complementó la explicación de la presidenta, detallando el proceso riguroso que respalda estas decisiones económicas. El secretario destacó que los incrementos al salario mínimo se logran por consenso dentro de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
Bolaños López enfatizó que la metodología implementada previene el riesgo inflacionario:
> “Nunca se hace una propuesta que esté por encima o fuera de los cálculos que se tengan establecidos y para muestra basta un botón, a la fecha ha habido un incremento, como ya mencionamos, de cerca del 145 por ciento y eso no ha significado un incremento en la inflación.”
Estos acuerdos de incrementos salariales son resultado de un consenso en el seno de la Conasami, lo que, según el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, otorga la certidumbre de que no habrá un impacto negativo.
Pacic, el escudo contra el encarecimiento
Además de la coordinación técnica entre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México, la presidenta Sheinbaum resaltó la continuidad y los beneficios del Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic).
La suma del Pacic a la estrategia de aumentos salariales permite:
- Dar seguimiento preciso a los precios del mercado.
- Asegurar que los precios mantengan “un comportamiento regular sin ningún tipo de sobresalto”.
Este mecanismo es la base de la estrategia económica para mantener la estabilidad mientras se aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores.
La confianza depositada en los mecanismos técnicos y en la experiencia histórica, particularmente el aumento de cerca del 145 por ciento sin inflación reportada, sugiere una nueva dinámica en la relación entre política social y estabilidad macroeconómica. ¿Podrá el gobierno de la presidenta Sheinbaum mantener esta delicada balanza en 2026, evitando el encarecimiento generalizado que históricamente acompaña a las subidas salariales en otros contextos?
