El lunes 1 de diciembre de 2025, el panorama del crimen organizado internacional sufrió un golpe crucial. Joaquín Guzmán López, conocido como El Güero y uno de los hijos de “El Chapo”, protagonizó un cambio dramático en la Corte de Chicago al declararse culpable de narcotráfico y conspiración. Esta decisión reconfigura la estrategia judicial contra Los Chapitos y expone las profundas tensiones internas del Cártel de Sinaloa.
La audiencia clave en Illinois
El 1 de diciembre, Joaquín Guzmán López compareció ante la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, en Chicago, Estados Unidos, para una audiencia programada a las 13:30 horas. La decisión de declararse culpable, confirmada por documentos oficiales de la corte, representa un cambio sustancial en el proceso judicial.
Cabe recordar que, en 2024, Guzmán López se había declarado inocente. Sin embargo, este cambio de declaratoria implica la aceptación de responsabilidad en varios delitos graves.
El proceso y los cargos admitidos
Guzmán López, quien enfrenta cargos principales por narcotráfico, crimen organizado, posesión de armas de fuego y lavado de dinero, admitió culpabilidad en los siguientes cargos:
- Conspiración
- Tráfico de drogas
- Delincuencia organizada
La aceptación de culpabilidad podría modificar el rumbo del juicio y, consecuentemente, lograr una reducción en su condena.
¿Testigo colaborador? El futuro de Guzmán López
Agencias de información han coincidido en señalar que esta declaratoria es un paso habitual dentro de un posible acuerdo de culpabilidad. Esto abre la puerta a que Guzmán López se convierta en un testigo colaborador, siempre y cuando aporte información relevante y sustancial al gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con la legislación estadounidense, los delitos que enfrenta Guzmán López, dependiendo de su nivel de cooperación con la fiscalía, podrían derivar en condenas que varían desde 10 años de prisión hasta cadena perpetua.
Los delitos detallados por la fiscalía
Las acusaciones detalladas contra el hijo de “El Chapo” se centran en la operación integral del Cártel de Sinaloa:
- Narcotráfico internacional: Introducción y distribución de sustancias ilícitas en territorio estadounidense, incluyendo fentanilo, cocaína, metanfetaminas y marihuana.
- Crimen organizado: Participación activa en la estructura del Cártel de Sinaloa.
- Lavado de dinero: Operaciones financieras ilícitas vinculadas directamente al tráfico de drogas.
- Posesión de armas de fuego: En el contexto de actividades criminales relacionadas con el cártel.
La confesión que fractura al Cártel de Sinaloa
En el marco de su acuerdo, Joaquín Guzmán López también confesó haber secuestrado y entregado al FBI a Ismael “El Mayo” Zambada. Este hecho se relaciona con su detención, ocurrida el 25 de julio de 2024, cuando fue aprehendido en un aeropuerto privado en El Paso, Texas, junto con “El Mayo”, cofundador del Cártel de Sinaloa.
Las autoridades señalaron en su momento que esta doble detención fue el resultado de una entrega voluntaria que, de acuerdo con fuentes de inteligencia, generó fuertes tensiones internas en el cártel debido a la traición implícita.
El caso de Guzmán López se enmarca en la ofensiva judicial sostenida contra Los Chapitos, quienes han sido señalados por autoridades estadounidenses como responsables de mantener las operaciones del Cártel de Sinaloa tras la captura y posterior extradición de su padre.
Los cargos pendientes en México
Aunque el proceso más avanzado es el que se desarrolla en Illinois, la Fiscalía General de la República (FGR) en México también mantiene investigaciones abiertas en contra de Joaquín Guzmán López. Los delitos que se le imputan en territorio mexicano incluyen privación ilegal de la libertad y traición a la patria.
La aceptación de culpabilidad de Guzmán López no solo garantiza una condena para uno de los principales objetivos de Washington, sino que también pone de manifiesto la profundidad de la división dentro del Cártel de Sinaloa. Este quiebre, marcado por la confesión de la entrega de uno de los líderes históricos, anticipa una ola de información que podría desmantelar la red de Los Chapitos y sus operaciones de fentanilo en Norteamérica, redefiniendo las reglas de la guerra contra el narcotráfico.
