La propina dejó de ser salario: una reforma que cambia vidas
Era abril de 2025 cuando, sin objeción alguna, la Cámara de Diputados aprobó una ley que podría transformar la vida de millones de trabajadores en México. La llamada Ley de Propinas tocó una fibra sensible: regular el trabajo precario de quienes dependen del gesto voluntario de un cliente para sobrevivir.
Esta reforma, en proceso de revisión en el Senado, redefine el concepto de justicia laboral para meseros, repartidores, baristas y otros empleados del sector servicios.
El corazón de la reforma: propina no es salario
Un salario base garantizado
La piedra angular de la nueva legislación es clara: ningún trabajador podrá recibir menos del salario mínimo legal vigente, sin importar cuántas propinas obtenga. Esta medida corrige una práctica extendida donde algunos empleadores usaban las propinas como excusa para evadir el pago justo.
- El sueldo base se convierte en un derecho irrenunciable.
- Las propinas ya no serán un sustituto del salario.
- Se elimina la incertidumbre económica estructural.
Transparencia y legalidad
La ley también establece que las propinas no son parte del salario ni pueden ser garantizadas por el empleador. Esto significa:
- El cliente sigue siendo libre de otorgarlas o no.
- No deben registrarse como ingreso fijo.
- Se reconoce su carácter voluntario, no compensatorio.
Las propinas son de quien las gana
Prohibido que el patrón las toque
Un punto sensible que también aborda la reforma es la gestión de las propinas. Desde su entrada en vigor:
- Los patrones no podrán retener ni redistribuir propinas.
- No se pueden usar para cubrir gastos operativos.
- Sólo los trabajadores decidirán cómo repartirlas internamente.
Esto representa un blindaje contra los abusos más comunes en restaurantes y hoteles, donde la “caja de propinas” solía ser opaca y mal gestionada.
Autonomía colectiva
Los trabajadores serán responsables de definir mecanismos justos de reparto, lo cual abre la puerta a:
- Asambleas internas.
- Reglas claras entre compañeros.
- Mayor organización sindical o colectiva.
Supervisión estatal y derechos laborales ampliados
Intervención de la STPS
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tendrá un rol activo para vigilar el cumplimiento de la ley:
- Podrá realizar inspecciones sorpresa.
- Recibirá quejas o denuncias.
- Impondrá sanciones administrativas a quienes incumplan.
Acceso a prestaciones sociales
Al desvincular las propinas del salario, se abre la puerta a derechos históricamente negados a este sector:
- Seguridad Social (IMSS).
- Aguinaldo.
- Vacaciones pagadas.
- Crédito Infonavit.
- Guarderías del IMSS.
Todo esto gracias a un salario base que ya no depende del capricho del día.
Empresas: adaptarse o pagar el precio
Plazo de 180 días para adaptarse
Una vez que la reforma sea publicada en el Diario Oficial, los empleadores tendrán 180 días naturales para cumplir con lo establecido. Esto implica:
- Modificar contratos laborales.
- Aclarar términos de reparto de propinas.
- Reorganizar sistemas de pago y registros contables.
Cultura empresarial en transición
Este cambio también plantea una evolución cultural: pasar de un modelo informal a uno transparente y justo. Las empresas que se adapten rápidamente podrán incluso mejorar su reputación laboral y atraer talento comprometido.
Más que una reforma: una oportunidad social
La Ley de Propinas no sólo busca corregir una práctica injusta; es una declaración de dignidad laboral. Si se implementa correctamente, podría convertirse en un modelo para otras reformas pendientes que garanticen el trabajo decente en sectores vulnerables.
¿Será este el inicio de una nueva era de derechos laborales en México?.