Una desaparición que paralizó Coacalco
“Salí porque no quería estar en mi casa”, dijo Mía Sofía Aldana Robles frente a una cámara de video. Su imagen, compartida miles de veces en redes sociales, marcó el final de una búsqueda que tenía en vilo a su comunidad. Mía, una adolescente de 17 años, fue una de las seis jóvenes reportadas como desaparecidas en Coacalco, Estado de México.
Durante cuatro días, su nombre circuló entre fichas de búsqueda, protestas ciudadanas y un ambiente de creciente tensión. Pero su caso tomó un giro inesperado: ella misma confirmó que se fue por voluntad propia.
El inicio de la alarma: 9 de abril en Coacalco
La ficha de búsqueda
Fue el 9 de abril cuando los familiares de Mía Aldana Robles emitieron una ficha de búsqueda. Su última ubicación conocida fue en el Parque Residencial Coacalco, un fraccionamiento en el Estado de México.
En ese momento, su desaparición no fue un caso aislado. Otras cinco jóvenes también estaban desaparecidas en la misma zona, generando una preocupación colectiva.
Protestas y presión social
Familiares y vecinos no tardaron en movilizarse. Una manifestación en la Vía José López Portillo, una de las arterias principales de Coacalco, atrajo la atención mediática. Pancartas, consignas y rostros de jóvenes desaparecidas llenaron la calle.
“No puede ser que desaparezcan mujeres y nadie diga nada”, declaró una de las manifestantes.
“Me fui por mi voluntad”: el video que lo cambió todo
La declaración de Mía Sofía
Días después de su desaparición, un video comenzó a circular en redes sociales. En él, Mía Sofía aparece diciendo con firmeza:
“Quiero aclarar que todo está bien. Yo me salí por mi voluntad porque no quería estar en mi casa”.
La declaración causó impacto inmediato. No se trataba de un secuestro ni de una desaparición forzada, como muchos temían. Fue una decisión personal, aunque arriesgada.
Contacto intermitente con su madre
Mía explicó que durante los días que estuvo fuera, se mantuvo con algunos amigos. Aunque no estuvo siempre en comunicación, afirmó que:
“No siempre, pero le mandaba mensajes a mi mamá de que estaba bien”.
Esta revelación cambió el enfoque del caso: de una posible red de desapariciones a una situación de conflicto familiar.
El regreso a casa y sus implicaciones
Reunión con su familia
Tras la publicación del video y la confirmación de su ubicación, Mía fue localizada y reunión con su familia. Su regreso trajo alivio, pero también dejó muchas preguntas en el aire sobre las causas que la llevaron a tomar tal decisión.
El caso de las otras cinco desaparecidas
Mientras Mía Sofía ya está en casa, el paradero de las otras cinco jóvenes sigue sin conocerse. Esto mantiene encendida la alerta en la comunidad y en las autoridades.
Adolescencia, hogar y libertad: un conflicto silencioso
La crisis emocional en adolescentes
La decisión de Mía revela un fenómeno creciente: adolescentes que escapan de casa por razones emocionales. Aunque no todos los casos derivan en situaciones de peligro, muchos sí evidencian entornos familiares tensos.
Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), uno de cada tres niños y adolescentes reporta haber experimentado violencia en casa. Estos datos explican en parte por qué algunos jóvenes deciden huir.
El uso de redes sociales para “avisar”
El caso de Mía también muestra cómo las redes sociales son utilizadas como forma de comunicación informal cuando no hay canales familiares abiertos. El hecho de que enviara mensajes a su madre, pero no regresara, indica una mezcla de miedo, independencia y desconexión afectiva.
La responsabilidad de medios y sociedad
Entre la alarma y la responsabilidad
Medios de comunicación y redes sociales juegan un rol clave en casos como éste. La difusión rápida de fichas de búsqueda ayuda a encontrar personas, pero tambien puede desatar histeria colectiva si no se maneja con responsabilidad.
En este caso, el enfoque en que Mía “desapareció con otras cinco mujeres” generó una sensación de emergencia masiva que, si bien era entendible, pudo ser matizada con mayor información.
La importancia de denunciar sin prejuzgar
Es clave que los familiares denuncien de inmediato cualquier desaparición, pero también que autoridades y medios investiguen con perspectiva integral. No todas las ausencias implican delitos, pero todas deben tratarse con seriedad y empatía.
¿Y ahora qué sigue para Mía y para Coacalco?
Revisión institucional
Este caso puede servir para que las instituciones revisen sus protocolos. ¿Cómo distinguir entre una huida voluntaria y una desaparición real? ¿Qué seguimiento se da a las jóvenes que regresan?
Urge un enfoque que combine atención psicológica, trabajo social y acompañamiento familiar.
Concientización y prevención
En las escuelas, medios y comunidades debe hablarse más sobre salud mental, violencia familiar y derechos de las y los adolescentes. La prevención empieza con la escucha.
Una historia con final abierto
Mía Sofía regresó a casa. Pero la historia que dejó atrás habla de rupturas silenciosas, de protestas que buscan justicia, y de cinco mujeres que aún no han vuelto. Su caso debe ser un punto de partida, no un punto final.
¿Cuántas jóvenes más necesitan desaparecer para que se hable de lo que ocurre dentro de sus casas?