Un símbolo bordado en la polémica
Durante “La Mañanera del Pueblo”, una denuncia inesperada sacó a relucir un conflicto que mezcla moda, cultura y propiedad intelectual. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, fue confrontada por el caso de la marca “Ay Güey”, acusada de utilizar íconos culturales mexicanos sin autorización. El incidente reavivó un debate: ¿quién debe proteger el patrimonio simbólico del país cuando se transforma en mercancía?
El caso Ay Güey: cuando el folclor se convierte en negocio
Una marca bajo el escrutinio
La marca de ropa “Ay Güey” ha ganado popularidad por comercializar prendas con estampados que evocan elementos tradicionales mexicanos: calaveras, alebrijes, bordados y símbolos prehispánicos. Sin embargo, su legitimidad para hacerlo ha sido cuestionada por colectivos culturales y ahora, por la propia Presidencia.
“No se puede permitir que marcas comerciales se beneficien del patrimonio cultural sin retribuir ni respetar su origen” — declaró Sheinbaum.
Propiedad intelectual: entre lo legal y lo ético
Aunque algunos de estos elementos pueden no estar protegidos bajo el marco tradicional del derecho de autor, el uso no autorizado de símbolos indígenas y populares plantea una disputa ética. ¿Debe el Estado intervenir cuando se lucra con imágenes que representan a pueblos originarios?
El papel del IMPI y las reformas pendientes
¿Qué puede hacer el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial?
El IMPI tiene la responsabilidad de examinar y otorgar patentes, marcas y diseños industriales. Sheinbaum ha instruido al instituto para que revise los permisos y registros relacionados con marcas que usan íconos culturales.
Promesa de reforma administrativa
En meses anteriores, Sheinbaum ya había anunciado su intención de reformar los procesos del IMPI para hacerlos más ágiles y accesibles. Esto incluye:
- Reducción en los tiempos de revisión de solicitudes de patente
- Atención prioritaria a peticiones de comunidades originarias
- Creación de un registro especial de expresiones culturales
Cultura vs comercio: una frontera difusa
La apropiación cultural en el mundo de la moda
El caso no es aislado. Marcas internacionales como Carolina Herrera, Isabel Marant o Dior han sido señaladas por usar motivos indígenas sin consentimiento. En México, el fenómeno se reproduce a nivel local, donde emprendedores transforman símbolos culturales en productos de mercado sin una visión intercultural ni respeto al origen.
Impacto en las comunidades originarias
Las comunidades no sólo pierden el control sobre sus símbolos, sino también una fuente potencial de ingresos y reconocimiento. Las ventas no se traducen en beneficios para ellas, perpetuando relaciones desiguales y coloniales.
“El bordado de una mujer tzotzil no puede tener el mismo trato legal que un logo corporativo. Requiere una protección diferenciada”, apuntó Mariana Vázquez, experta en derecho cultural.
Modelos internacionales: ¿hay ejemplos a seguir?
Caso Bolivia y el registro de saberes ancestrales
Bolivia cuenta con un registro nacional de expresiones culturales y conocimientos ancestrales que impide su comercialización sin autorización comunitaria. Esto ha servido como modelo para países como Ecuador y Perú.
La UNESCO y la protección del patrimonio inmaterial
Desde 2003, la UNESCO impulsa mecanismos para preservar el patrimonio cultural inmaterial. México, signatario del acuerdo, tiene la obligación de proteger expresiones culturales vivas, no sólo monumentos.
Lo que viene: ¿un nuevo marco legal para la cultura?
Iniciativa para una Ley de Patrimonio Cultural Vivo
En círculos legislativos ya se habla de una posible Ley de Patrimonio Cultural Vivo, que reconozca:
- La titularidad colectiva de expresiones culturales
- La necesidad de consentimiento informado para su uso comercial
- Mecanismos de sanción por apropiación indebida
Retos para su implementación
El desafío es técnico, político y cultural. Requiere voluntad de las autoridades, pero también capacitación legal para las comunidades y alianzas con el sector privado.
¿Qué opinan los creativos mexicanos?
Diseñadores divididos
Algunos creativos consideran que usar estos símbolos es una forma de celebrar la identidad nacional. Otros, en cambio, abogan por una moda ética que colabore directamente con las comunidades.
- “No basta con inspirarse, hay que incluirlos en la cadena de valor” — afirma la diseñadora textil Itzel Cruz.
¿Qué pueden hacer los consumidores?
Claves para un consumo culturalmente responsable
- Verifica si la marca trabaja con artesanos locales
- Revisa si hay convenios de colaboración o certificados éticos
- Prefiere productos de origen comunitario
- Pregunta por la trazabilidad del diseño y la fabricación
¿Puede México blindar su identidad cultural en el mercado global?
Este episodio abre un dilema más amplio: ¿cómo puede México proteger su identidad sin frenar la innovación? La respuesta quizá esté en un nuevo contrato social y legal donde la cultura no sea tratada como mercancía desechable, sino como un patrimonio vivo, digno de respeto, protección y distribución justa de beneficios.
El reto apenas comienza, pero ya está sobre la mesa presidencial.