Cada año, el cielo y el mar se enfrentan en una danza peligrosa. En 2025, esa coreografía será más intensa: la temporada de huracanes promete un aumento histórico de ciclones tropicales.
Una temporada más activa de lo habitual
La temporada de huracanes 2025 inició oficialmente el 15 de mayo y, según la doctora Christian Domínguez Sarmiento del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, esta será más activa que la de 2024.
“Hasta ahora, los pronósticos indican que la temporada será ligeramente más activa de lo normal en el Atlántico”, afirmó Domínguez, destacando que podría romper con los promedios históricos.
¿Cuántos ciclones se esperan en 2025?
La especialista reveló que se prevén 17 ciclones tropicales en el Atlántico, cuando el promedio histórico entre 1991 y 2020 ha sido de 14. En el Pacífico, se anticipan 19 ciclones, superando también el promedio habitual de 16.
Esto representa un aumento significativo que, aunque basado en proyecciones tempranas, sugiere una temporada de mayor riesgo para las regiones costeras.
Factores que potencian los ciclones
Para comprender por qué se intensifican estos fenómenos, es clave entender cómo se forman:
- Temperatura oceánica: Cuando la capa superficial del agua supera los 26ºC, se crea el entorno propicio.
- Baja presión atmosférica: El aire caliente asciende y genera una zona de succión que atrae vientos.
- Condensación de vapor: Esta liberación de energía alimenta el ciclón.
De este proceso puede surgir un huracán, cuya potencia se mide por vientos sostenidos que superan los 119 km/h, y un ojo que puede llegar a medir hasta 100 km de diámetro.
Los pronósticos: entre ciencia y precaución
La doctora Domínguez advirtió que los pronósticos hechos con mucha anticipación, como los emitidos en mayo, pueden tener un margen de error considerable. Sin embargo, su valor radica en preparar a la población y a las autoridades.
“Los pronósticos emitidos en julio son más precisos porque integran las condiciones atmosféricas y oceánicas previas al pico de la temporada”, explicó la investigadora.
Prevención y conciencia: la clave ante el riesgo
Con un número de ciclones superior al promedio, la prevención se vuelve crucial:
- Fortalecer la cultura del riesgo en zonas costeras.
- Reforzar la infraestructura y protocolos de emergencia.
- Informarse a través de canales oficiales como Conagua y la UNAM.
No se trata de alarmar, sino de actuar con información veraz y oportuna.
El clima nos habla, ¿estamos escuchando?
El aumento previsto en la actividad ciclónica para 2025 no es un dato aislado: es una llamada de atención. ¿Estamos preparados para lo que viene? La ciencia nos da pistas, pero la acción es nuestra responsabilidad.