Una promesa con fecha incierta: ¿realmente llegará el hogar propio para todos?
Ana vive en Iztapalapa, tiene dos hijos y trabaja más de 10 horas al día. A sus 33 años, nunca ha podido rentar un departamento sin compartirlo con otra familia. Como ella, millones enfrentan un dilema: vivir en hacinamiento o alejarse a las periferias. La crisis habitacional en México no es nueva, pero en 2025 ha alcanzado su punto más crítico. En respuesta, el gobierno lanzó Viviendas para el Bienestar 2025, un ambicioso programa que promete cambiar las reglas del juego.
¿Qué es el programa Viviendas para el Bienestar 2025?
La Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) presentó este plan como respuesta a una problemática estructural: la falta de acceso a viviendas dignas para personas con ingresos bajos o sin historial crediticio.
Un programa con enfoque social
El programa está diseñado para beneficiar a:
- Jóvenes trabajadores sin acceso a crédito bancario.
- Familias monoparentales en situación de vulnerabilidad.
- Personas desplazadas por gentrificación o desastres naturales.
- Comunidades indígenas o rurales con poca infraestructura.
Objetivo central
Reducir la desigualdad habitacional en zonas urbanas y marginadas, ofreciendo subsidios de renta o acceso a vivienda nueva mediante criterios sociales.
La crisis detrás del programa: ¿por qué se vuelve urgente?
Cifras que no se pueden ignorar
- En 2024, más de 7 millones de mexicanos vivían en viviendas inadecuadas, según el INEGI.
- Los precios de renta en CDMX, Guadalajara y Monterrey crecieron entre 15% y 22% anual, según datos de Propiedades.com.
- 6 de cada 10 jóvenes entre 25 y 34 años no pueden independizarse.
El fenómeno de la gentrificación
Colonias populares como la Juárez, Roma o el Centro de Puebla han sido transformadas por la llegada de turismo digital y renta temporal, desplazando a residentes locales y encareciendo la vivienda.
“La vivienda se ha convertido en una mercancía, no en un derecho”, advirtió la académica Raquel Rolnik en un foro de la UNAM.
Requisitos para acceder al apoyo: no todos califican
El programa establece una serie de requisitos estrictos que buscan priorizar a quienes realmente lo necesitan.
Condiciones básicas para aplicar
- Ser mayor de edad.
- Tener dependientes económicos (hijos, personas a cargo).
- No ser beneficiario del INFONAVIT o FOVISSSTE.
- Ingresos familiares equivalentes a dos salarios mínimos o más.
- Contar con comprobante de domicilio con al menos 5 años de residencia.
- No tener propiedades registradas a tu nombre.
Para esto último, deberás presentar el certificado de no propiedad emitido por el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
Documentación requerida
- Identificación oficial
- Recibos de nómina o carta de ingresos firmada
- Comprobante de domicilio actual
- CURP y actas de nacimiento de dependientes
¿Cómo y dónde me registro?
Dos modalidades de acceso
El Gobierno de México ha determinado dos vías oficiales para el registro al programa:
1. A través de los Servidores de la Nación
- Se realizarán censos puerta a puerta para identificar casos prioritarios.
- Se dará atención directa e inmediata a quienes cumplan con los requisitos y vivan en situación crítica.
2. Mediante Módulos de Atención
- Se instalarán en zonas de riesgo social o alta densidad urbana.
- El registro será presencial, con asesoría de funcionarios de CONAVI.
- Estos módulos estarán cerca de donde se planea construir la vivienda.
¿Cuándo comienza el proceso?
Aunque el programa fue aprobado a inicios de 2025, aún no se ha confirmado una fecha oficial de inicio. Se estima que los registros podrían abrirse en abril, por lo que se recomienda seguir las redes sociales de la CONAVI para actualizaciones.
¿Dónde estarán las nuevas viviendas?
Zonas prioritarias de construcción
Aunque aún no se han publicado todos los mapas, los primeros anuncios indican que habrá desarrollos en:
- CDMX: Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac
- Estado de México: Ecatepec, Nezahualcóyotl
- Guadalajara: Tlaquepaque y Tonalá
- Oaxaca y Chiapas: para comunidades rurales e indígenas
“Queremos que la gente viva donde trabaja, no a dos horas de distancia”, dijo la directora de CONAVI, Edna Vega, en conferencia de prensa.
¿Es realmente accesible o solo otra promesa política?
Retos del programa
- Presupuesto limitado: Aunque se anunció una inversión inicial de 8 mil millones de pesos, se desconoce si alcanzará para cubrir la demanda.
- Falta de transparencia: Hasta ahora, no hay una plataforma en línea para el seguimiento de casos.
- Riesgo de clientelismo: Activistas temen que el programa pueda ser usado con fines electorales.
Lecciones del pasado
El sexenio anterior implementó “Juntos por un Techo”, que prometía 500 mil viviendas, pero solo entregó 170 mil, muchas sin servicios básicos. La memoria de estos fracasos aún pesa.
¿Qué dicen los expertos y la sociedad civil?
“El enfoque de Viviendas para el Bienestar es positivo, pero necesita supervisión ciudadana, rendición de cuentas y enfoque territorial”, opinó Mariana Ayala, urbanista del ITESO.
Las organizaciones como Techo México y Habitat para la Humanidad han pedido al gobierno abrir el diseño del programa a la sociedad civil y garantizar la sostenibilidad de los proyectos habitacionales.
Alternativas complementarias: ¿cómo se puede mejorar el acceso a la vivienda?
Propuestas de especialistas
- Fomentar cooperativas de vivienda autogestionadas
- Incentivar el alquiler social con rentas subsidiadas
- Impulsar la reconversión de inmuebles abandonados
- Ampliar el acceso al crédito flexible para jóvenes
“No se trata solo de construir casas, sino de crear comunidad”, afirma la investigadora Gabriela Mejía del Colegio de México.
¿Puede una política de vivienda transformar vidas?
La vivienda no es solo un techo: es el espacio donde una familia se construye, un individuo se independiza o una comunidad se fortalece. El programa Viviendas para el Bienestar 2025 es un paso importante, pero insuficiente si no se articula con políticas urbanas, laborales y sociales más amplias.
La pregunta clave no es solo “¿quién puede acceder?”, sino “qué tipo de vida permite esa vivienda”.
¿Será este el inicio de un nuevo paradigma o solo otra promesa más en el papel?