El caso “El Lastra”: un golpe al sistema de reclutamiento del CJNG

El “El Lastra”, presunto reclutador del CJNG, fue vinculado a proceso junto a una mujer. Operaba con falsas ofertas de trabajo y adiestramiento criminal.

AL MOMENTO

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La detención y vinculación a proceso de José Gregorio “N”, alias El Lastra, marca un punto de inflexión en la estrategia del gobierno federal contra el reclutamiento forzado de personas por parte del crimen organizado. 

Su figura, según autoridades, no es menor: operaba como uno de los principales reclutadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), con la capacidad de captar jóvenes mediante engañosas ofertas de empleo y llevarlos a centros de adiestramiento clandestinos.

Pero, ¿qué hay detrás de este personaje y por qué su captura es relevante para entender una de las modalidades más preocupantes del crimen organizado en México?

¿Quién es “El Lastra”? El rostro detrás del reclutamiento narco

José Gregorio “N”, también conocido como Comandante Lastra, no es un actor cualquiera dentro del CJNG. Las autoridades lo vinculan directamente con Gonzalo “N”, alias El Sapo, uno de los líderes regionales del cártel.

Según el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, su rol principal consistía en captar personas —principalmente jóvenes— a través de redes sociales y llevarlos al centro de adiestramiento en el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.

El modus operandi del reclutamiento

El mecanismo era tan simple como efectivo: publicar falsas ofertas laborales en redes sociales, principalmente TikTok. Las promesas iban desde empleos bien remunerados hasta supuestas vacantes en corporaciones de seguridad privada. Una vez que las víctimas aceptaban, eran trasladadas a campamentos donde comenzaban una vida completamente distinta: entrenamiento armado, adoctrinamiento y, en muchos casos, desaparición.

Detención y cargos: ¿qué se le imputa a El Lastra?

Ambos detenidos, José Gregorio “N” y Abril “R”, fueron capturados en un operativo conjunto en la alcaldía Cuajimalpa, en Ciudad de México, el pasado 24 de marzo. Durante la intervención, se les decomisó un arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y sustancias que configuran el delito contra la salud en su modalidad de comercio.

Los delitos por los que se les investiga:

  • Portación de arma de fuego de uso exclusivo (agravante: haber sido funcionario)
  • Delito contra la salud en su modalidad de comercio
  • Reclutamiento forzado (línea de investigación abierta)
  • Relación con desapariciones forzadas, incluida la de estudiantes en 2024

Ambos fueron ingresados bajo prisión preventiva oficiosa: El Lastra al penal del Altiplano (Centro Federal de Readaptación Social No. 1) y Abril “R” al penal federal de Morelos.

De TikTok a los campos de entrenamiento: el narco del siglo XXI

Uno de los hallazgos más alarmantes es la conexión del CJNG con redes sociales como TikTok, utilizadas como herramienta para engañar y reclutar. De acuerdo con información oficial, al menos 39 cuentas de TikTok han sido desactivadas por estar involucradas en esta red criminal.

Este fenómeno no es nuevo, pero sí ha ganado fuerza: el narco se adapta a los hábitos digitales de las nuevas generaciones. Al presentarse como empleadores legítimos, los reclutadores explotan la necesidad económica de jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Teuchitlán, el epicentro del horror

El Rancho Izaguirre, localizado en Teuchitlán, Jalisco, no es solo un sitio de entrenamiento. De acuerdo con reportes del colectivo Guerreros Buscadores, en el lugar se han encontrado presuntos restos humanos, lo cual refuerza la hipótesis de que muchos reclutados terminaban asesinados si no cumplían con las expectativas del cártel.

Además, investigaciones recientes han vinculado a El Lastra con reuniones clave en Puerto Vallarta, donde presuntamente recibió órdenes directas para continuar —o frenar— los entrenamientos.

Un eslabón en la cadena: los otros detenidos

Además de José Gregorio y Abril “R”, ya hay otros tres individuos relacionados con el caso:

  • José Antonio “N”
  • Rubén “N”
  • Gabriel “J”

Todos ellos están bajo investigación por sus vínculos con el mismo centro de adiestramiento en Teuchitlán y con posibles desapariciones.

La dimensión política y de seguridad del caso

¿Qué significa esta captura para la lucha contra el CJNG?

La captura de El Lastra puede parecer una victoria, pero también expone las debilidades estructurales del Estado frente al reclutamiento forzado.

El hecho de que un cártel como el CJNG tenga la capacidad de operar con impunidad en redes sociales y de establecer centros de entrenamiento en zonas rurales demuestra la urgencia de replantear la estrategia de seguridad.

La respuesta del gobierno

El gobierno federal ha calificado la detención como un “avance significativo”, pero especialistas advierten que no basta con detener a operadores: se requiere una estrategia integral que incluya:

  • Desactivación sistemática de cuentas en redes sociales
  • Mayor regulación de plataformas digitales
  • Prevención comunitaria para reducir la vulnerabilidad de los jóvenes
  • Coordinación entre estados y federación

Impacto social: las víctimas invisibles del narco-reclutamiento

La historia de El Lastra revela una dimensión aún más oscura del narco: su capacidad para cooptar y desaparecer jóvenes en situación de riesgo.

Muchas de las personas reclutadas jamás regresan. Las familias, al denunciar, enfrentan burocracia, miedo y revictimización. La mayoría de los casos no se investigan a fondo, lo que alimenta la impunidad y fortalece a los cárteles.

¿Estamos ante un nuevo rostro del crimen organizado?

Sí. Lo que antes se conocía como narco tradicional ahora se ha sofisticado. El CJNG no solo trafica drogas: recluta, entrena y desaparece.

Usa TikTok y reuniones en zonas turísticas como Puerto Vallarta para coordinarse. Opera en la sombra, pero con herramientas del siglo XXI.La historia de El Lastra es solo la punta del iceberg.

Su captura representa una oportunidad para replantear las prioridades de seguridad en México, desde lo digital hasta lo rural. La pregunta no es solo quién sigue, sino qué estructuras permiten que esto ocurra una y otra vez.

NarcotráficoEl caso “El Lastra”: un golpe al sistema de reclutamiento del CJNG
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