El traslado histórico de 29 capos a EE.UU.: una decisión sin precedentes
El 27 de febrero de 2025, el gobierno de Claudia Sheinbaum autorizó la extradición de 29 capos del narcotráfico a Estados Unidos, un hecho inédito en la relación bilateral. La operación incluyó figuras de alto perfil como Rafael Caro Quintero y los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales (Z-40 y Z-42), jefes de Los Zetas.
El operativo, que movilizó a 3,500 efectivos, se realizó en un contexto de fuerte presión por parte del gobierno de Donald Trump, quien amenazó con imponer aranceles del 25% a productos mexicanos si México no reforzaba la lucha contra el narcotráfico.
El factor Trump: diplomacia de presión o estrategia calculada
Apenas semanas después de asumir la presidencia en enero de 2025, Trump fijó el 4 de marzo como fecha límite para aplicar las sanciones comerciales si México no demostraba resultados contundentes en el combate al narcotráfico. La respuesta del gobierno de Sheinbaum fue acelerar las extradiciones como una muestra de cooperación, evitando así un golpe económico.
Para Washington, este movimiento restauró la confianza en la colaboración binacional, especialmente en la lucha contra el fentanilo. La Fiscal General de EE.UU., Pamela Bondi, celebró la acción, afirmando que marcaba un nuevo capítulo en la relación bilateral.
Repercusiones en la política interna de México
El gobierno de Sheinbaum ha presentado la decisión como un acto de soberanía, no de sometimiento. Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, salió a respaldar la medida, llamándola una acción valiente y unificadora ante la presión extranjera.
Además, el episodio ha fortalecido la narrativa de Morena respecto a la necesidad de reformar el Poder Judicial, pues Sheinbaum acusó a jueces corruptos de haber bloqueado extradiciones en el pasado. Este argumento podría ser clave para impulsar su iniciativa de someter a elección popular a jueces y magistrados.
Impacto en la seguridad y riesgo de reacomodos criminales
La entrega de estos capos podría desatar una reconfiguración en las estructuras criminales. En el pasado, la captura o muerte de líderes del narco ha provocado violentas disputas internas por el control de territorios.
El gobierno federal ha desplegado refuerzos en zonas estratégicas como Sinaloa, Tamaulipas y Jalisco para prevenir represalias. Sin embargo, la eficacia de esta estrategia dependerá de cómo se maneje la dinámica entre cárteles en los próximos meses.
Oportunidad para redefinir la relación con EE.UU.
Si bien la extradición masiva ha evitado la aplicación inmediata de los aranceles, el reto para Sheinbaum será asegurar que este acto no se traduzca en mayores exigencias de Trump. Analistas apuntan que México podría aprovechar esta acción para negociar un acuerdo de seguridad más equitativo con EE.UU., que incluya freno al tráfico de armas y lavado de dinero.
Conclusión: un acto de determinación con implicaciones de largo plazo
La entrega de los 29 capos ha sido interpretada como una muestra de voluntad política, pero también como resultado de la presión económica de EE.UU. A nivel interno, fortalece a Sheinbaum y a Morena en su narrativa contra la corrupción judicial, pero también los obliga a manejar los posibles efectos colaterales de la medida.
El verdadero impacto de esta decisión se medirá en los próximos meses, tanto en la estabilidad del país como en la relación con EE.UU. Lo que es seguro es que esta extradición masiva marca un antes y un después en la política de seguridad de México.