Andrea Chávez evitó a la prensa tras el anuncio de Sheinbaum sobre evitar campañas anticipadas. Su reacción tensa desató nuevas críticas.
Con semblante serio y sin detenerse ante los micrófonos, Andrea Chávez lanzó una respuesta tajante: “Ya les dije que estoy de acuerdo con la Presidenta”. Así respondió a la propuesta de Claudia Sheinbaum sobre establecer reglas internas en Morena.
Una tensión creciente en Morena
La discusión sobre actos anticipados de campaña ha escalado dentro del partido gobernante. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, anunció que enviará una carta a la dirigencia nacional de Morena para establecer límites claros.
“Es importante que haya reglas para todas y todos, para evitar confusiones”, dijo Sheinbaum en conferencia reciente.
Aunque su mensaje buscaba contener la efervescencia interna, no todos reaccionaron con apertura.
La reacción de Andrea Chávez
En el Senado, la senadora Andrea Chávez fue abordada por medios de comunicación. Pero lejos de ofrecer una postura detallada, se limitó a decir molesta:
“Ya les dije que estoy de acuerdo con la Presidenta”, mientras daba la espalda a los reporteros.
El gesto ha sido interpretado como una evasión calculada, sobre todo considerando las polémicas que rodean a la legisladora.
Caravanas de salud y denuncias en puerta
En Chihuahua, Andrea Chávez ha promovido su imagen mediante “caravanas de salud” que incluyen ambulancias rotuladas con su nombre. Esta estrategia ha sido vista por la oposición como una forma de promoción anticipada.
Denuncia del PAN
El Partido Acción Nacional presentó una denuncia formal ante la FGR contra Chávez, acusándola de al menos 15 posibles delitos relacionados con el uso indebido de recursos públicos para su promoción personal.
“No se puede permitir que se usen programas sociales con fines electorales”, declaró un vocero del PAN.
Esta denuncia coloca a la senadora en el centro de una tormenta legal y mediática que podría escalar en los próximos meses.
El dilema interno de Morena
La posición de Chávez refleja una división implícita en el partido oficialista. Mientras la dirigencia intenta imponer el orden, algunos actores mantienen prácticas que bordean la ilegalidad electoral.
Además, el silencio o la evasión de respuestas claras no hace más que alimentar la percepción de que el partido enfrenta un desafío de control interno.
En plena antesala del proceso electoral de 2027, la lucha por el protagonismo dentro de Morena comienza a mostrar fisuras visibles. La pregunta clave es: ¿logrará Sheinbaum imponer disciplina en un partido que creció sin reglas claras? El futuro inmediato pondrá a prueba la coherencia entre discurso y acción.