Un nuevo sistema de salud y viejos intereses en juego
“Ya no se les compran los medicamentos ni los servicios de distribución de donde ganaban miles de millones de pesos”. Con esta frase directa, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, no solo defendió su modelo de salud, sino que lanzó una de las acusaciones más contundentes de su administración: ciertos medios de comunicación están molestos porque han perdido privilegios millonarios.
El quiebre con las televisoras
La escena tuvo lugar en la “Mañanera del Pueblo”, una versión renovada de las conferencias matutinas que han marcado la comunicación presidencial reciente. Desde Palacio Nacional, Sheinbaum lanzó un mensaje directo a los medios: los tiempos de contratos directos y opacidad quedaron atrás.
“¿Por qué están tan enojadas algunas televisoras o algunos sitios de internet? Pues porque ya no se les compran los medicamentos ni los servicios de distribución”, señaló.
En sexenios pasados, el gobierno federal contrataba directamente a algunos conglomerados mediáticos para adquirir medicamentos y gestionar su distribución, una práctica que ahora queda en entredicho.
Cifras que incomodan
Aunque no se detallaron cifras exactas, la presidenta habló de ganancias por miles de millones de pesos, lo que apunta a una estructura económica paralela al sector salud que hoy está siendo desmontada.
Un sistema de salud “mucho mejor” que el pasado
Pero la crítica no se limitó a los medios. Sheinbaum también comparó su sistema de salud con el viejo Seguro Popular, al que calificó como “pura corrupción”.
“De que lo que tenemos hoy es mucho mejor que el Seguro Popular […] es mucho mejor y de que va a ir mejorando todos los días”, aseguró.
Tres pilares del nuevo modelo
- Trato digno: Programas que colocan la experiencia del paciente en el centro de la atención.
- Mayor capacidad quirúrgica: El IMSS y el ISSSTE aumentan su operatividad y reducen tiempos de espera.
- IMSS-Bienestar: Un modelo regionalizado que trabaja desde los territorios para garantizar acceso equitativo.
Estas acciones configuran un cambio estructural profundo, más allá de la gestión administrativa: buscan transformar la percepción y la experiencia del sistema de salud pública en México.
La sombra de la corrupción
Pese a los avances, la mandataria fue tajante en que se revisarán posibles irregularidades dentro de su administración:
“Si hubo alguna falta de algún servidor público, se revisa. No vamos a cerrar la posibilidad de que haya una auditoría”.
Esto refuerza un mensaje de cero tolerancia a la corrupción, tanto de gestiones pasadas como del actual gobierno.
Medios y salud: un vínculo cuestionado
El señalamiento a televisoras y sitios de internet abre una nueva discusión sobre el papel de los medios en las políticas públicas. ¿Hasta qué punto las empresas informativas se beneficiaron de contratos opacos? ¿Debe el Estado financiar o contratar a medios con fines logísticos en el sector salud?
Una presidenta que marca distancia
Claudia Sheinbaum se presenta como una líder con agenda propia, dispuesta a confrontar intereses establecidos y a defender un proyecto sanitario centrado en la justicia social. Su mensaje es claro: no habrá marcha atrás, ni siquiera ante el poder de las grandes televisoras.
El futuro de la salud en México
Este conflicto no solo revela tensiones económicas y políticas, sino que proyecta una pregunta mayor: ¿será posible construir un sistema de salud verdaderamente público, eficiente y libre de intereses empresariales?
La respuesta se construirá en los próximos meses, en cada clínica, en cada auditoría y, también, en cada pantalla.