El presidente electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, lideró una simbólica ceremonia de “consagración” de bastones de mando en la zona arqueológica de Cuicuilco, al sur de la Ciudad de México. El evento, que representa el poder y la confianza depositada en los líderes, se celebró a puerta cerrada y generó polémica por la protesta de un experto del INAH.
Una ceremonia a puerta cerrada en Cuicuilco
A las 05:02 de la mañana del 1 de septiembre de 2025, el presidente electo de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, arribó a la zona arqueológica de Cuicuilco. El funcionario llegó en una camioneta blanca Xtrail, conducida por su chofer, para participar en la ceremonia de “consagración” de los bastones de mando y servicio.
Estos bastones, según lo explicado, simbolizan el poder, la autoridad y la confianza que una comunidad deposita en sus líderes, así como la responsabilidad de servir al pueblo y de impartir justicia. Al evento asistieron invitados especiales de Oaxaca y San Juan Chamula, Chiapas. La ceremonia se realizó a puerta cerrada, sin acceso a los medios de comunicación, y estaba prevista para concluir a las 07:00 de la mañana.
En los alrededores de la zona arqueológica, se desplegaron ambulancias del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y personal coordinando el ingreso de los asistentes, con una cerca metálica impidiendo el paso al público general.
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Protesta desde el INAH: Un agravio a la ley y a los pueblos
En contraste con la solemnidad del evento, Felipe Ignacio Echenique March, profesor investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), acudió al lugar para manifestar su descontento. “Tenemos muchos años defendiendo los bienes nacionales que se denominan como monumentos y zonas arqueológicas”, declaró Echenique.
El investigador criticó el uso generalizado de los bastones de mando, señalando: “No todos los pueblos indígenas usan el bastón de mando. Hay muchísimos pueblos en nuestro territorio nacional que merecen respeto, no hay que cosificar las cosas por un bastón de mando que se inventó (Andrés Manuel) López Obrador y que Claudia Sheinbaum ha seguido utilizando y no respetando a los pueblos”.
Echenique March añadió que las autoridades han ignorado durante décadas las consultas requeridas para diversos proyectos. “Cómo así entonces hoy vienen a decir que son un nuevo poder, si lo primero que hacen es violar un acuerdo presidencial de 1977, que se logró justamente para que se respetaran los monumentos arqueológicos históricos, los museos”, enfatizó. Concluyó su protesta calificando la acción como “un agravio a la ley y reconocimiento del derecho de todos los mexicanos que tenemos a ser respetados por quienes fungen ahora en el supuesto nuevo Poder Judicial, o sea, los jueces y magistrados”.
Visión indígena: Día histórico y compromisos con los pueblos originarios
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A pesar de las críticas, la ceremonia contó con una perspectiva diferente desde los pueblos indígenas. Durante el acto de consagración de bastones de mando para los nuevos ministros de la Corte, integrantes del Consejo Nacional de Pueblos Indígenas señalaron que se trataba de “un día histórico“. Además, resaltaron que la “SCJN tiene muchos compromisos con pueblos originarios”, subrayando la relevancia del evento en el contexto de las relaciones entre la máxima instancia judicial y las comunidades indígenas del país.
La ceremonia de “consagración” de bastones de mando en Cuicuilco subraya la compleja intersección entre tradición, justicia y política en México. Este evento, que buscó simbolizar la autoridad y el servicio, se vio empañado por las contundentes críticas de un experto del INAH sobre el respeto a los sitios históricos y las prácticas culturales. ¿Logrará el nuevo Poder Judicial conciliar estas visiones contrapuestas y honrar sus compromisos con los pueblos originarios?