Durante semanas, el silencio fue ensordecedor. La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, evitó abordar el caso que sacude a su partido: el proceso de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, acusado de tentativa de violación. Hoy, finalmente, rompe el silencio y prende fuego al debate político nacional.
El caso Cuauhtémoc Blanco: más que un escándalo
¿Qué se le acusa al exgobernador de Morelos?
El exfutbolista y actual diputado federal enfrenta una denuncia por tentativa de violación. La denunciante: su media hermana, Nidia Blanco Fernández. La acusación fue presentada formalmente y está siendo evaluada en instancias judiciales y legislativas.
Blanco, protegido actualmente por el fuero constitucional, ha negado los hechos y asegura ser víctima de una campaña de desprestigio.
¿Por qué es tan relevante este caso?
- Involucra a una figura pública con alto perfil mediático.
- Se enmarca en un contexto nacional de lucha contra la violencia de género.
- Revela las tensiones internas en Morena y el papel que juega la dirigencia frente a casos delicados.
Más allá del personaje, está en juego la credibilidad institucional.
La voz de Luisa María Alcalde: ¿cambio de rumbo o control de daños?
El podcast como espacio de catarsis política
En el episodio más reciente de “La Moreniza”, Luisa María Alcalde abordó por primera vez el caso:
“Cualquier denuncia de cualquier mujer… debe derivar en una investigación seria que cuente con todos los elementos de protección para que se conozca la verdad”.
Sus palabras llegan tarde para muchos, pero abren una ventana hacia el enfoque que Morena planea adoptar públicamente.
¿Por qué tardó tanto en pronunciarse?
Desde que surgió la denuncia, Alcalde Luján guardó silencio. Esta omisión fue leída por diversos sectores como complicidad o cálculo político. La presión social y mediática creció hasta que el tema fue inevitable.
Legisladoras de oposición, como Laura Ballesteros (MC), la señalaron por inacción ante una acusación de violencia sexual dentro de sus propias filas.
El telón de fondo: pugnas, fiscalías y fuego cruzado
El rol del exfiscal Uriel Carmona
En su podcast, Alcalde también se refirió a Uriel Carmona, exfiscal de Morelos y adversario político de Blanco:
“Es un fiscal que se enfrentó con el exgobernador… bloqueando muchos delitos”.
Lo acusa de entorpecer investigaciones y crear redes de protección. En 2023, celebró su destitución como un “acto de justicia”, marcando con ello una línea de ruptura institucional.
Una lucha entre estructuras de poder
El caso Blanco-Carmona no es solo personal. Representa la colisión de dos modelos de ejercicio del poder en Morelos:
- Uno heredado del viejo régimen político: fiscales inamovibles y redes de complicidad.
- Otro impulsado desde Morena: reforma institucional y control político del aparato judicial.
El nombramiento de Edgar Maldonado Ceballos como nuevo fiscal abre un nuevo capítulo. Alcalde espera que esta nueva etapa sirva para esclarecer los hechos “de manera objetiva”.
El dilema del fuero: ¿protección o impunidad?
¿Qué implica el desafuero?
El fuero constitucional impide que Cuauhtémoc Blanco sea juzgado penalmente mientras ocupe un cargo público. Para que enfrente las acusaciones como cualquier ciudadano, se requiere un proceso legislativo de desafuero.
Esto plantea dos problemas:
- Morena controla el Congreso, lo que implica que tiene la capacidad de frenar o permitir el proceso.
- Un desafuero podría sentar un precedente incómodo para otros actores políticos acusados de delitos similares.
La respuesta del partido
Hasta ahora, no hay una línea oficial clara. Aunque Alcalde pide investigación, no ha exigido la separación del cargo de Blanco. Este matiz ha sido criticado por organizaciones feministas y legisladoras que consideran indispensable la congruencia política.
Perspectiva histórica: otros casos de protección política
El caso “Alito” Moreno
La oposición ha comparado la tibieza en el caso Blanco con la decisión de no quitarle el fuero a Alejandro “Alito” Moreno, líder del PRI. Esta comparación mina la narrativa de combate a la corrupción y defensa de las mujeres.
La historia se repite
México tiene un largo historial de casos en los que el fuero ha sido usado como escudo ante denuncias de corrupción, violencia o abuso de poder. El caso Blanco amenaza con sumarse a esa lista, a menos que el proceso avance sin interferencias.
Reacciones y consecuencias políticas
La oposición se moviliza
Laura Ballesteros (MC), Xóchitl Gálvez (PAN) y otras figuras han pedido que Blanco enfrente la justicia sin fuero. También han exigido coherencia a la dirigencia morenista.
“No solo no defendieron a las mujeres víctimas, sino que pactaron con el PRI para no quitarle fuero a ‘Alito’ Moreno”, dijo Ballesteros.
El impacto en la imagen de Morena
Este caso ocurre en un momento pre-electoral crítico. Cualquier error puede tener costos altos en la narrativa de género, justicia y legalidad.
La posición que adopte el partido afectará su credibilidad, especialmente entre mujeres jóvenes, un sector estratégico para las elecciones de 2024 y 2025.
¿Justicia o cálculo electoral?
¿Qué sigue para Cuauhtémoc Blanco?
- La Comisión de Justicia del Congreso podría comenzar el proceso de desafuero.
- La nueva Fiscalía de Morelos debe integrar una carpeta sólida.
- La presión mediática y social seguirá creciendo.
¿Y para Luisa María Alcalde?
Su pronunciamiento marca un giro, pero queda corto ante la exigencia de acciones concretas. Como dirigente nacional, su liderazgo será evaluado por la forma en que gestione este y otros casos similares.
La voz de Luisa María Alcalde rompe el silencio, pero el país no necesita más discursos correctos, sino acciones firmes y coherentes.
El caso de Cuauhtémoc Blanco no es un hecho aislado: es un espejo de los dilemas éticos y estructurales que enfrenta la política mexicana. Lo que está en juego no es solo el futuro de un diputado, sino la confianza en las instituciones.
¿Permitirá Morena que se investigue sin sesgos o protegerá a uno de los suyos?