En medio de crecientes escándalos políticos, Claudia Sheinbaum lanzó un mensaje claro desde Palacio Nacional: las denuncias contra legisladores deben investigarse sin dilación ni impunidad, incluida la de Cuauhtémoc Blanco, acusado de intento de abuso sexual.
La advertencia de Sheinbaum: no más impunidad política
Desde su conferencia matutina, la presidenta subrayó que los casos que involucran a figuras del poder legislativo no pueden quedar en el limbo jurídico.
“Queremos que no haya impunidad en ninguno de los casos y que se investigue bien también”, dijo con firmeza Sheinbaum.
Este pronunciamiento ocurre en un momento delicado, donde acusaciones penales se cruzan con cálculos políticos. Los señalamientos no solo tocan a Morena, sino también al PAN y al Congreso local de la Ciudad de México.
Casos bajo la lupa: Blanco, Guevara y Sánchez
Cuauhtémoc Blanco y la denuncia familiar
El exfutbolista y actual diputado federal enfrenta una acusación por intento de abuso sexual presentada por su propia hermana, Nidia Blanco. El caso ha escalado debido al respaldo que ha recibido por parte de su bancada.
- La víctima fue públicamente desacreditada por algunos legisladores de Morena.
- El proceso de desafuero ha sido bloqueado, generando críticas sobre la transparencia y legalidad del caso.
“Cártel inmobiliario” y legisladores del PAN
Miguel Ángel Guevara Rodríguez y Mario Enrique Sánchez Flores, ambos diputados del PAN, han sido vinculados con una red de corrupción inmobiliaria que presuntamente operaba dentro del Congreso capitalino.
- Las investigaciones están en manos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
- Se presume un esquema de concesiones ilegales de uso de suelo a cambio de beneficios personales o partidistas.
Justicia vs. politización: ¿quién debe investigar?
Sheinbaum aclaró que, aunque el Ejecutivo no interfiere directamente, las fiscalías estatales tienen la responsabilidad directa en estos casos.
“Si no se investiga adecuadamente, se convierte en un tema político, y este es un tema de procuración de justicia”, insistió.
Este enfoque busca equilibrar dos tensiones:
- Evitar que las denuncias se usen como armas electorales.
- Garantizar que los acusados no se escuden en el fuero ni en el respaldo partidista.
¿Nuevo modelo de justicia o simulación?
Aunque el discurso oficial llama a actuar con firmeza, la historia reciente del país sugiere cautela. Casos como el de Saúl Huerta o Mauricio Toledo, también legisladores acusados de delitos graves, terminaron en largos procesos sin resultados concluyentes.
¿Qué debería cambiar?
- Despolitización del fuero: revisión constitucional sobre su alcance real.
- Fiscalías más autónomas y efectivas.
- Mayor protección a víctimas que denuncian a figuras de poder.
¿Se investigará sin mirar colores?
El llamado de Sheinbaum marca una línea discursiva interesante: ni blindaje político, ni justicia mediática. Pero el reto es real: ¿será posible una investigación imparcial y efectiva cuando los acusados son parte del propio sistema?En el contexto electoral que se avecina, estos casos serán una prueba clave para la credibilidad institucional de la nueva administración.