En un acto inusual de justicia cultural, el Senado de la República rindió un emotivo homenaje a la escritora y poeta Elena Poniatowska, nombrando la Sala de Comparecencias en su honor. Este reconocimiento, recibido el 10 de diciembre de 2025, valida una trayectoria de 93 años dedicada a amplificar las voces de los sectores más marginados del país.
El sentido de justicia cultural en la cámara alta
La decisión de nombrar la Sala de Comparecencias de la Cámara Alta en honor a la autora fue encabezada por la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, quien también es senadora morenista.
Castillo detalló que el homenaje se otorga por ser Elena Poniatowska una figura central de la literatura que ha marcado a generaciones con su escritura y profundo sentido social.
Mediante la crónica, la entrevista, la novela y el testimonio, la escritora ha cumplido un papel esencial:
- Ha dado voz a los sectores marginados.
- Ha acompañado las luchas sociales que han marcado la vida democrática de México.
“Mediante este acto de justicia cultural en el Senado de la República buscamos reconocer los grandes aportes de Elenita Poniatowska”, expuso la presidenta del Senado durante la sesión solemne.
Entre las numerosas obras de la autora que sobresalen por su impacto social y literario, la senadora morenista destacó las siguientes:
- La noche de Tlatelolco.
- Las soldaderas.
- Las siete cabritas.
- Leonora.
- El tren pasa primero.
Las palabras tienen peso: el legado de la cronista
A partir del 10 de diciembre de 2025, quienes comparezcan en este espacio lo harán recordando el nombre de la escritora, con una conciencia clara de la responsabilidad pública que implica el uso de la palabra.
“A partir de hoy, quienes comparezcan en este espacio lo harán recordando el nombre de esta gran escritora, con la conciencia de que las palabras tienen peso y de que escuchar a los demás es una responsabilidad pública”, afirmó Laura Itzel Castillo.
La senadora Beatriz Mojica, de Morena y presidenta de la Comisión de Justicia, aseveró que Poniatowska es una mujer que ha inspirado a México y acompañado a generaciones a través de su crónica y sus novelas, manteniendo siempre una mirada social inquebrantable.
Mojica subrayó la trascendencia de su labor:
> “Reconocemos la labor de una mujer que ha dado luz a muchas historias que, sin su entrega, quizá no habrían tenido sitio en nuestra memoria para hablar de varias épocas.”
La senadora insistió en que el país necesita referirse a la “mirada atenta, firme y humana” de la escritora, la cual “nunca se cansa de seguir a las personas, de oír sus pasos, sus dolores, sus sueños, y plasmarlos en un libro, en cada crónica y en cada conversación”.
El recuerdo personal y la vida de 93 años
Durante la sesión solemne, la autora hizo uso de la tribuna. Señaló que recibir el reconocimiento es un gran honor y procedió a recordar partes de su historia personal y familiar.
Poniatowska evocó la memoria de su madre, quien “manejó una ambulancia”, y la ausencia de su padre, a quien ella y su hermana no vieron durante siete años.
Posteriormente, la escritora reflexionó sobre su vida en México: “Ha sido un honor venir a México, tener tres hijos con un mexicano extraordinario, Guillermo Haro, fundador de la astronomía moderna en México”.
Finalmente, la escritora expresó que el premio que recibe en el Senado es la condensación de una vida de 93 años. Concluyó con un mensaje de gratitud dirigido a su familia: “Solo les puedo decir cosas sencillas, pero se las digo con cariño y con el mayor apego a mi hijo, que siempre me acompaña en todo, Tomás Felipe Haro”.
Durante el evento, la escritora Gela Manzano también participó en el homenaje, leyendo un fragmento de una novela escrita por Elena Poniatowska.
El homenaje a Elena Poniatowska en el Senado, al nombrar la sala de Comparecencias con su nombre, se consagra como un recordatorio institucional de que la literatura, cuando está ligada al testimonio y la justicia social, trasciende las páginas y se convierte en una columna vertebral de la memoria democrática del país. La pregunta es si la clase política, al ingresar a ese recinto, asumirá la responsabilidad de escuchar y dar voz a las luchas sociales que ella tan diligentemente plasmó.
