El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, el pasado 1 de noviembre, durante la inauguración del Festival de las Velas, sacudió el panorama político. Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó el condenable homicidio, asegurando que no habrá impunidad y reafirmando su estrategia de seguridad enfocada en justicia.
Condena y promesa de justicia para Uruapan
La mañana del 3 de noviembre, desde Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum encabezó su conferencia matutina, previamente cancelada en Los Pinos con motivo del Mundial 2026. El tema central fue el homicidio de Carlos Manzo, ocurrido el sábado anterior en un evento público, atacado a balazos.
La mandataria inició su mensaje con una firme condena, calificándolo de un “condenable cobarde, vil homicidio”. Posteriormente, expresó la solidaridad y condolencias del gobierno federal:
> “Primero condenar el homicidio, segundo nuestra solidaridad y condolencias a la familia, a sus seres queridos. El día de ayer estuvimos en contacto con la familia.”
La presidenta Sheinbaum Pardo aseguró que la investigación seguirá su curso sin descanso. Desde el Salón Tesorería, sentenció que la fuerza del Estado buscará a todos los implicados:
- Cero impunidad: Se seguirán todas las investigaciones.
- Detenciones: Se informó sobre las detenciones que hubo, además de la persona que fue abatida.
- Alcance de la investigación: Se buscará dar con los responsables, “no solamente material, sino quien ordenó la ejecución”, aseguró.
En este contexto, la presidenta fue enfática: “Vamos a estar cerca de Michoacán, no están solos y no los vamos a dejar solos”, reiterando el compromiso con el estado.
La estrategia de seguridad: Rechazo a la militarización
La presidenta Sheinbaum destacó que la fuerza del Estado radica en la justicia, y no en la militarización o la guerra, una postura que marcó una clara distancia con las administraciones anteriores. Su estrategia de seguridad se sustenta en dos ejes principales que no se pueden dividir:
- Atención a las causas: La justicia social.
- Cero impunidad: Justicia y presencia.
La mandataria insistió en que el apoyo a Uruapan había sido constante. Ayer lo explicó el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, detallando el apoyo que se le dio a Uruapan en meses recientes. El presidente municipal estuvo en contacto, solicitando y reconociendo el apoyo, según videos existentes.
El fracaso de la “guerra contra el narco”
Sheinbaum criticó duramente las estrategias previas, argumentando que llevaron a la actual crisis de violencia, especialmente en Michoacán.
> “Hay quien pide como ocurrió con la guerra contra el narco la militarización y la guerra, eso no funcionó. Es más, fue lo que llevó a la situación de violencia en Michoacán.”
La presidenta recordó que el enfoque de militarización prevaleció durante doce años: “fueron 6 años de [Felipe] Calderón, 6 años de [Enrique] Peña” y esas acciones no rindieron frutos. Señaló que la llamada “guerra contra el narco”, junto con las ejecuciones extrajudiciales, “no llevaron a nada”. Incluso mencionó que, en el periodo de Peña, se armó a autodefensas “a través de un comisionado”, lo cual tampoco funcionó.
La estrategia actual, según la presidenta, incluye la presencia, la inteligencia y el fortalecimiento de las instituciones de justicia, donde “un presunto delincuente pueda ser detenido y tenga un juicio”.
La crítica a los opositores: “Como buitres”
Tras reafirmar su estrategia, la mandataria dirigió un fuerte señalamiento a la oposición y a ciertos medios de comunicación, a quienes acusó de usar la tragedia con fines políticos.
> “No podemos dejar de mencionar esta andanada de la derecha, de algunos comentócratas y conductores, o dueños, concesionarios más bien, en ningún momento escuché una condolencia a la familia. Pero eso sí, como buitres”, recalcó la presidenta.
La jefa del Ejecutivo lamentó que, en medio del dolor por el asesinato del alcalde Carlos Manzo, la respuesta de algunos sectores haya sido la crítica política sin mostrar empatía por la familia.
El asesinato de Carlos Manzo, entonces, no solo es un reto de seguridad para el Estado en Michoacán, sino también un nuevo campo de batalla en el debate nacional sobre la efectividad de las distintas estrategias de pacificación.




